El guardadito de Calderón: ¡más de 200 mil millones de dólares!
Alvaro Cepeda Neri
Prólogo Político
La economía mundial está en plena desaceleración, en un ciclo que puede durar al menos cuatro años (mucho menos si los gobiernos buscan soluciones actualizando al keynesianismo: aumentar la demanda vía generar empleo y subir los salarios, etc.). Es una recesión y ojalá no se convierta en depresión, que disminuye el crecimiento económico, porque empresas y gobiernos (víctimas y victimarios de la voracidad de financieros que compran y venden para ganar en el río revuelto del capitalismo salvaje) han retraído sus inversiones y los gobiernos dejaron todo en manos del mercado, libre de controles que despojan a las mayorías. Éstas pagan el desastre de políticas económicas favorables para los ricos, el lavado de dinero del narcotráfico y la corrupción de funcionarios que se forran con los escasos dineros de impuestos y venta de servicios y bienes públicos, convirtiéndolos en un botín.
Para paliar la crisis de la desaceleración-recesión se requieren inversiones, que la iniciativa privada no hará de inmediato, por lo que el gobierno federal con más de 200 mil millones de dólares que tiene guardados (147 mil millones de ahorro interno, más el préstamo del FMI por 70 mil millones de dólares), debe ya invertir en mantenimiento de carreteras y viviendas, entregar subsidios a las universidades (el Tecnológico de Cajeme no ha recibido tal entrega desde hace cuatro años), aumentar salarios a las administraciones, de tal manera que los trabajadores al servicio privado presionen a sus patrones para mejorar sus raquíticos salarios, etc., y estimular la demanda de bienes y servicios para que las empresas no despidan empleados.
El campo necesita créditos blandos y subsidios para generar alimentos. Los campesinos se mueren al lado de las comunidades indígenas… ¡y Calderón con su guardadito multimillonario, como si fuera su dueño! Y millones en fideicomisos que tal vez se esfumen antes de que se largue. La nación se debate en la pobreza, el hambre, el desempleo (millones de niños sobreviven, probó la Unicef) y los que tienen un trabajo remunerado es con bajísimos salarios. Hay baja en el consumo porque no hay para comprar y los precios, ante la escasez, aumentan. El guardadito de Calderón, con el que presume, es para usarlo en esta crisis económica.
Es dinero de la Nación y no de Cordero ni Calderón, que dicen es para una emergencia. Ésta la tenemos en la nariz, pero Calderón y su candidato sostienen que no hay que alarmarse. La recesión está en marcha y las exportaciones, tan disminuidas por falta de producción y una política económica para acelerarla, han caído, mientras los chinos nos invaden para llevarse la poca riqueza nacional. Y los estadounidenses nos dejan de comprar, presas de esa recesión. Esta crisis interna y externa dañará más a nuestra enferma economía. Calderón no debe tener ese guardadito para lucir cómo ha ahorrado con dinero del pueblo, siendo además una tentación para el final del calderonismo si hace realidad lo del año de Hidalgo: “chingue a su madre el que deje algo”. Y los panistas ya demostraron que son de uñas largas.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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