La dictadura en marcha : María Teresa Jardí

La dictadura en marcha
María Teresa Jardí
Los mexicanos que queden vivos luego de la intensa limpia usada, además de para deshacerse de los pobres que sobran, para lograr implantar la dictadura en marcha, deberán recordar el nombre completo de
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, ya que tendrán que echar mano de todo para que este genocida sea juzgado como merece.
El usurpador mexicano ha informado a la ONU que para México lo que sigue es la dictadura, sin que se haya dado ni una sola protesta de ninguno de los representantes de los diversos países presentes en la vergonzosa organización convertida en instrumento del imperio capaz de atacar, tumbándose las Torres Gemelas, incluso a su propio pueblo, por órdenes de los que lo mandan destruyendo toda posibilidad de vida civilizada en el planeta.
Lo que sigue es la imposición en México de la la dictadura. Lo que desde Zedillo, responsable del regreso al país de los asesinos grupos paramilitares, es obvio que para nuestra república se cocinaba. Pero lo que ha puesto en marcha Calderón de manera definitiva.

La dictadura es encubierta por el fingimiento como regla de conducta de cara a la comunidad internacional y a la sociedad analfabeta en que previamente se convirtiera a la mexicana. Disimulada por el fingimiento de la lucha contra la delincuencia, lo que además es muy útil para la debida protección de la delincuencia organizada desde el poder.
La imposición de una dictadura militar encabezada por la Marina y apoyada por los otros ejércitos. Arrinconado el Nacional. Y no queda del todo claro qué es lo que está pasando con el Estado Mayor Presidencial. Apoyada por ejército para/policiaco/militar de hombres de negro creado a modo para llevar como cabeza asesina a Genaro García Luna. El favorito de Palacio que quién sabe qué información no le sabrá al que usurpa. Convertidos en productores los ejércitos, regulares e irregulares, lo mismo de paramilitares llamados “Zetas”, que de para/policiacos/militares que por nombre llevan el de “La Familia” o el de “Caballeros Templarios”, que del resto de escuadrones de la muerte al estilo de los existentes en toda dictadura.
Salta a la vista, sin necesidad ya ni siquiera de leer entre líneas, que la dictadura es lo que sigue para México sin importar quién sea el personaje impuesto por la telebasura para que como figura decorativa como Presidente se imponga por la elección de Estado que se aproxima.
Con una sociedad mayoritariamente desinteresada, también hay que decirlo. La parte rica porque la corrupción produce mayor riqueza y a esa la situación imperante todavía no le afecta. La pobre porque está ocupada en enterrar a sus muertos y la intermedia ya se sabe que siempre es pasto del fascismo en defensa del falso confort, como si su vida no fuera igual de indigna. Cerrando los ojos, sin querer leer ni enterarse, por omisión también responsable de la llegada al punto de no reversa sobre la dictadura en marcha.
Calderón ha informado a la ONU que la dictadura en México se implanta y los representantes de los países le aplauden fingiendo que creen que se combate la delincuencia en nuestra nación, a sabiendas que el narcoestado mexicano sirve para el abuso, impune, de las empresas más corruptas del mundo. Fingen que no saben que en el paraíso de tratantes de personas, de pederastas y de asesinos de mujeres y niños en que se ha convertido a México, necesita la dictadura como control de los que esto no callen.