71 por ciento de ciudadanos desconfía de Calderón
SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ
Esta vez sí hubo quinto malo para la gestión presidencial de Felipe Calderón: de cada 10 ciudadanos del municipio de Puebla, siete confían poco o nada en ese personaje, en tanto que tres le tienen bastante o demasiada confianza. Comparada con los registros de 2007, ha perdido el apoyo de 19 de cada 100 ciudadanos. Ahora son mayoría absoluta los que no creen en sus mensajes cuando cuatro años antes era lo contrario; también más de la mitad de la ciudadanía duda de su capacidad para resolver problemas: los que hoy dicen que es incapaz para enfrentar los problemas del país son 52 por ciento y cinco años atrás, era solo 30 por ciento, ha perdido el apoyo de 22 de cada 100 ciudadanos. Desvalorada su gestión, la calificación otorgada es de 6.4 puntos en escala del uno al 10, mejor que la nota del año anterior, pero peor que la del año 2007. Hace cuatro agostos, 56 por ciento de los ciudadanos que tenían teléfono en sus hogares se expresaban bien o muy bien de Calderón Hinojosa, hoy es el 44 por ciento quien todavía dice lo mismo. A una semana de su quinto Informe de Gobierno, 51 por ciento de los ciudadanos desaprueba su gestión, cuando ese mismo registro en agosto de 2007 fue de 26 por ciento.
La inseguridad pública es considerada como el problema más grave del país, lo cual es constatado por el medio centenar de miles de muertes asociadas al crimen organizado y a las fuerzas militares (nacionales y norteamericanas) que lo combaten. La inseguridad física y de patrimonio es una constante entre la población, lo cual se agudiza por la vulnerabilidad para acceder al consumo de alimentos básicos, el riego latente de perder las fuentes de empleo y el deterioro progresivo del ingreso familiar. En respuesta dicotómica, siete de cada 10 ciudadanos aseguran que Felipe Calderón no ha enfrentado adecuadamente los principales problemas del país; en respuesta de intensidad (muy ineficiente, ineficiente, eficiente o muy eficiente), 53 por ciento valora de muy ineficiente o ineficiente para atender los problemas del empleo, la pobreza, la salud, la educación, de los campesinos; para resolver conflictos políticos, combatir la corrupción y al narcotráfico y en materia de inseguridad pública: de ocho acciones valoradas, sólo es solvente en dos (educación y salud), en las otras seis, es reprobado. Medida la inseguridad pública y la corrupción en una escala del uno al 10, como la usada en la escuela, cada una de ellas registró 8.3 puntos, lo que las ubica en zona de máximo peligro (en el cuarto cuartil de 8.25 a 10 puntos).
De una decena de destinatarios de las políticas públicas valorados, sólo los empresarios han gozado del apoyo de Felipe Calderón. Los excluidos de la gestión presidencial han sido los de siempre; ancianos, mujeres, niños, indígenas, pobres, campesinos, migrantes, estudiantes y deportistas, por lo menos así lo creen dos de cada tres ciudadanos del municipio de Puebla entrevistados entre el 26 y el 29 de agosto. El autodenominado ángel guardián del crecimiento económico, de la seguridad pública y del bienestar social devino en el verdadero problema para México: no ha estado a la altura de los desafíos propios de la investidura que ostenta y no ha cumplido sus promesas de gobierno; a la usurpación le ha agregado ilegitimidad.
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