jueves, septiembre 22, 2011

JAIME ORNELAS DELGADO : Crece la tensión por la guerra




TENDAJÓN MIXTO
Crece la tensión por la guerra
JAIME ORNELAS DELGADO
En la guerra que, dice Calderón, el gobierno le va ganando al crimen organizado, el martes pasado a las 5:15 de la tarde, esto es a plena luz del día, en uno de los bulevares más transitados del puerto de Veracruz aparecieron dos camionetas “estaquitas” con los cadáveres de 35 personas (23 hombres y 12 mujeres) recién asesinadas –ninguna mostraba signos de descomposición.

El operativo mediante el cual se dejaron esos cadáveres en el bulevar Ruiz Cortines, no tuvo nada de sofisticado y si mucho de espectacular impunidad. Los ejecutores cerraron con dos vehículos la circulación del bulevar, mientras los conductores de las dos camionetas esparcían azarosamente algunos de los cuerpos en el pavimento de esa avenida que comunica a la ciudad de Veracruz con Boca del Río. Por supuesto, el cierre de la circulación provocó un verdadero caos, pero ni esa situación hizo que se aparecieran las autoridades o los marinos, que naturalmente se asientan en el puerto. Una vez que terminaron de arrojar los cadáveres sobre el pavimento, los dos vehículos que habían cerrado el tránsito se pusieron en movimiento y recogieron a los choferes de las “estaquitas” y, como dicen las crónicas de policía: “huyeron, a toda velocidad, con rumbo de desconocido”. Nadie volvió a saber de ellos.



Lo curioso, por decirlo de alguna manera, es que de inmediato las autoridades del estado de Veracruz afirmaron, como para tranquilizarnos, que los muertos habían sido identificados y que, sin excepción, todos tenían antecedentes delictivos. Tal eficiencia, por supuesto, sorprendió a propios y extraños, pues ni en las series policíacas más adelantadas de la televisión norteamericana las identificaciones se logran tan velozmente, quizá porque a los estadounidenses les hace falta la asesoría de la Procuraduría veracruzana que en un dos por tres identifica y recoge los datos necesarios para elaborar la hoja de vida criminal de los muertos. Imagínese, con esa asesoría se llegaría fácilmente a la conclusión de que de los crímenes cometidos en Afganistán, Irak o Libia, no es responsable la soldadesca yanqui ni la OTAN, sino que derivan de la guerra entre grupos rivales que se matan entre si y que Estados Unidos y Europa están ahí para salvaguardar la paz e identificar a los muertos con todo y su curriculum criminal.

Comienza a ser una práctica común justificar tantos crímenes como ocurren en México, diciendo que las víctimas y los victimarios, todos, eran miembros de bandas rivales y como comentó un alto funcionario de Veracruz: “de que se preocupan, hoy hay 35 narcotraficantes menos en el país”. Con esto, las autoridades pretenden, al parecer, que las felicitemos por no intervenir deliberadamente –se vaya a pensar que es por incompetencia– en los pleitos entre organizaciones criminales enemigas, pues, dirán, que se acaben entre ellas, que se consolide una para que, así, se abatan las estadísticas del índice de criminalidad ya no que habrá rivales y todo pleito es, por lo menos, de dos. Con ese mismo argumento, se puede justificar, sin más, los “daños colaterales”, expresión que minimiza y legitima las muertes de muchas otras personas que ni vela tienen en la procesión.

Sin duda, el programa de gobierno para los próximos seis años tendrá que contar con esta situación de violencia que alcanza ya a todo el país. Un programa de desarrollo económico, no podrá elaborarse como si la violencia no existiera y sin identificar sus causas, para así evitar, como ocurre hoy, un combate inútil de los síntomas dejando intactas causas, en plural, porque la violencia, como todo fenómeno social, tiene causas múltiples, complejas y contradictorias que sólo la violencia legal no puede evitar.

En 2012, la ciudadanía habrá de elegir y tendrá que evitar a los candidatos que sólo muestran frivolidad y banalidad televisiva frente a la angustiosa situación nacional. Por supuesto, no solamente habrá de evitarse el retorno de los regímenes autoritarios sino impedir también, con murallas construidas con votos, la continuidad de los gobiernos reaccionarios. El país no los necesita.

Pero los cambios no vienen fatalmente o sólo porque los deseamos, hay que provocarlos y alentarlos con la participación ciudadana. ¡No hay de otra!

Preguntita.

“Ningún funcionario del gobierno de Mario Marín está exonerado”. Diputado panista Mario Riestra. Sólo por recordar, ¿podría decirnos el diputado Riestra cuáles diputados de su partido aprobaron la cuenta pública para lavarle la cara a Marín?

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