martes, noviembre 30, 2010

Ricardo Andrade Jardí : Estados Unidos, el verdadero rostro de la hipocresía imperialista

Estados Unidos, el verdadero rostro de la hipocresía imperialista
Por Ricardo Andrade Jardí

Pese a la insana admiración que nuestra panista clase política siente por los vecinos imperialistas del Norte, ha quedado demostrado para el mundo, una vez más, que Estados Unidos no tiene ni amigos ni aliados, sino puros intereses; los autonombrados gendarmes del mundo han quedado en evidencia.


La hipocresía imperialista ha sido desnudada para mostrarnos que el país que promueve la “democracia y la libertad” ni es un demócrata ni mucho menos cree o defiende la libertad.


El imperio, sin importar su presidente en turno, se ha dedicado durante décadas al espionaje de sus amigos y de sus enemigos; se ha dedicado a buscar “aliados” para aislar o derrocar gobiernos electos democráticamente o para imponer gobernantes títeres de sus intereses imperiales.


Pero Estados Unidos no es un monstruo por sí solo, es producto de lo que las democracias occidentales le han permitido y muy particularmente aquellas que se autonombran sus aliadas.


Toda guerra de intervención llevada a cabo por los imperialistas gringos en algún lugar del planeta ha tenido siempre el apoyo abierto o velado de las democracias europeas, las que son al mismo tiempo espiadas por los servicios secretos yanquis desde su hipócrita escudo diplomático.



Ya habíamos escrito, en alguna ocasión, sumándonos a otras brillantes voces del planeta, que si el mundo, y muy particularmente América Latina, quería dejar de tener golpes de Estado y la posibilidad de construir el futuro de sus propias democracias, era necesario expulsar las embajadas gringas.


Hoy, con las revelaciones hechas por Wikileanks, se confirma el hecho. Pero no sólo para la América Latina, sino para el mundo entero. Si queremos transitar hacia una era de sustentabilidad y paz, será necesario que los organismos internacionales acoten la participación de Estados Unidos en esas mismas organizaciones y que se le juzgue en tribunales internacionales por su espionaje y por los crímenes de guerra en los que está involucrado el imperio yanqui. Así como iniciar ya las urgentes acciones para sancionar su hipocresía y su doble moral.


Al escribir estas letras no soy entusiasta, no creo que los gobiernos, que hoy sabemos son espiados por los gringos, reaccionen con la contundencia y la dignidad que el mundo requiere contra un país que no ha hecho más que implementar un modelo económico criminal e impulsar los odios entre países hermanos con el afán de proteger intereses inmorales que nada tienen que ver ni con la libertad ni con la democracia.


No habrá una salida mientras la humanidad siga permitiendo que su destino se encuentre en manos de los Homero Simpson.


El mundo tendrá pocas posibilidades de revertir los daños ambientales y los odios creados por los intereses del imperialismo.


Pero al mismo tiempo debemos tener la esperanza de que estas revelaciones hagan entender a las ciudadanías del mundo entero que el camino hacia la construcción de un futuro sustentable y humanamente amable será la guerra para expulsar, de cualquier rincón del planeta, los peligrosos imaginarios imperialistas, vengan de donde vengan.


Por lo pronto ya sabemos que el principal enemigo de la humanidad son Los Estados Unidos de Norteamérica. Ojalá hagamos algo para detenerlo antes de que sea muy, muy tarde…

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