Sin odios ni rencores
Diario Por Esto
MEXICO, DF, 16 de noviembre (APRO/EL UNIVERSAL).- Tras agradecer la invitación al noticiero de Joaquín López Dóriga, Andrés Manuel López Obrador, virtual candidato de los partidos de izquierda y fuerzas progresistas, propuso una reconciliación con Televisa, a quien ha responsabilizado de tratar de imponer al Presidente de México en 2012.
En una entrevista que abrió el noticiario estelar de Televisa, conducido por Joaquín López Dóriga, AMLO que por segunda ocasión busca la candidatura presidencial agradeció a la empresa de Emilio Azcárraga Jean la invitación al foro televisivo, luego de cinco años de “cerrazón” hacia su persona y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
“Esto me ha llevado, en este tiempo, a criticar a Televisa de manera franca, abierta, directa, como me gusta decir las cosas. He venido sosteniendo en las plazas públicas que Televisa ha venido en este tiempo proyectando a Enrique Peña Nieto –del PRI— como candidato presidencial, con el propósito —por primera vez en la historia del país— de imponer mediante la mercadotecnia al próximo presidente.
“Esto, desde luego, no lo comparto. Creo que nadie tiene el derecho de suplantar al pueblo de México a elegir libremente a su autoridad”, acotó.
A cuadro, sin dejar de mirar al conductor de Televisa, el tabasqueño sostuvo: “No podría venir aquí sin decirlo”.
López Obrador reconoció que no es poseedor de la verdad absoluta, pero sí es partidario de la reconciliación, porque se debe sacar adelante al país “sin odios ni rencores”.
Por eso, pidió que se le dé un trato equitativo y se conceda “el beneficio de la duda” a su propuesta electoral.
“Yo quiero, con ustedes, contigo (López Dóriga), con todos los trabajadores de Televisa, con los que tengo buena relación y respeto, y con los directivos de Televisa, inaugurar una etapa nueva. Quiero que podamos darnos el beneficio de la duda, porque el país así lo requiere, tiene que haber equidad, libertad plena para que podamos sacar todos a México de esta lamentable situación”, señaló.
“Yo ofrezco la reconciliación y te extiendo mi mano franca”, expresó López Obrador, al tiempo que extendió la mano a López Dóriga, quien selló con un apretón el pacto que propuso el tabasqueño.
Así comenzó la entrevista. Y lo primero que cuestionó López Dóriga al tabasqueño fue la importancia del acto del martes 15, cuando se dio a conocer que él era el mejor posicionado en la consulta por la definición del candidato presidencial de la izquierda para el 2012, por encima de Marcelo Ebrard, actual jefe de gobierno capitalino, un hecho que impidió la ruptura en su partido, el de la Revolución Democrática.
“Fue un hecho extraordinario, trascendente. Se debe en mucho a la actitud de Marcelo Ebrard. El actuó con mucha inteligencia política y de manera responsable”, respondió López Obrador para luego ensalzar al mandatario local y calificarlo de “amigo, compañero y extraordinario, excepcional político”.
Enseguida señaló que se requiere de la unidad de las fuerzas progresistas y de los mexicanos para sacar a México de la degradación nacional y se realice un verdadero cambio que promueva la viabilidad de la vida pública del país.
Sostuvo que el acto del martes anterior fue un gesto para decirle a la gente que el proyecto de nación de la izquierda va más allá de los partidos políticos que la conforman: PRD, Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia).
Al ser cuestionado sobre las circunstancias de cuando fue candidato presidencial en 2006 y las condiciones actuales, el tabasqueño comentó que la diferencia entre ambos escenarios políticos es que ahora está acompañado de Morena, una organización que no se tenía hace cinco años.
En 2006, admitió, había “muchas simpatías, era un movimiento de apoyo, espontáneo, pero no teníamos organización”, y esto fue un error en esa época, concedió.
López Obrador acudió esta noche a la televisora para hablar sobre la República “amorosa” y su Proyecto Alternativo de Nación.
Sin mencionar a algún partido político ni echar mano de un discurso rijoso, el tabasqueño señaló que la elección del 2012 es importante porque el pueblo mexicano deberá decidir entre “más de lo mismo”, o apostar por un cambio de fondo para “frenar la decadencia y lograr el renacimiento del país”.
También se refirió al Morena y los recorridos por los 2 mil 38 municipios del país, incluidos los 418 municipios indígenas que se rigen por los “usos y costumbres”.
En los últimos cinco años, detalló, “hemos recorrido 250 mil kilómetros de carreteras. ¿Para qué ha servido esto? Para que no se apague la llama de la esperanza, para organizar. Tenemos 40 mil comités seccionales y seguimos construyendo esta organización”, apuntó.
Entonces López Dóriga hizo ver a López Obrador sobre su viraje a un discurso de moderación, en el que incluso habló de la “República del amor” y de que se debería ser “más cristiano”. El tabasqueño reconoció que “las circunstancias” provocaron su cambio de discurso.
“Y si no cambiamos, si no salvamos nuestras circunstancias, no nos salvamos nosotros. Sostengo que se debe ser más humano, cada vez más humanos y amorosos, pero si produce ruido la palabra, yo la cambiaría por fraternos”, indicó López Obrador, pero López Dóriga lo corrigió y le dijo que a él le gusta la palabra, y también le recordó que hay un país que mide el “producto interno bruto de la felicidad”.
El tabasqueño apuntaló: “Hay que ser amorosos, fomentar el amor a la naturaleza, a la patria. Porque se cree que este es un mensaje cristiano, pero puede ser espiritual. Yo sostengo que se deben fortalecer los valores espirituales, porque sostengo que la crisis de México no es sólo por falta de bienes materiales, sino por falta de valores espirituales”, indicó.
Recordó al escritor y pensador mexicano Alfonso Reyes, que en los años cuarenta redactó una “cartilla moral”. “Hace falta eso en el país”, comentó López Obrador y luego se comprometió a resolver los problemas de desempleo y desigualdad social en el país.
—¿Qué le contesta a quienes dicen que no creen en la transformación de López Obrador? –soltó López Dóriga.
—Que yo respeto, pero les digo de manera franca, sincera que ya no hay otra salida, que este régimen se pudrió y no se puede seguir con más de lo mismo.
El tabasqueño pidió, de nueva cuenta, a la ciudadanía un bono de confianza en que su proyecto de gobierno puede lograr los cambios para mejorar al país “de manera ordenada, pacífica, conciliando y organizando.
“Deseamos que se nos dé un trato equitativo, es el caso de Televisa, por eso estoy aquí y agradezco la invitación, y que sea la gente quien juzga. Yo tengo una manera de pensar, pero vamos al beneficio de la duda. Inauguremos una etapa nueva. Queremos, en dos palabras, honestidad y justicia para transformar a México”, cerró en la entrevista que duró unos 13 minutos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario