viernes, noviembre 04, 2011

Preocupantes signos ominosos : Guillermo Fabela Quiñones


Preocupantes signos ominosos 
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes



Los signos ominosos que se observan a nivel nacional e internacional, patentizan un hecho incuestionable: la derecha no acepta un cambio, por mínimo que sea, que considere va en contra de sus intereses. Al darse cuenta que los pueblos comienzan a movilizarse, aun cuando no con la contundencia requerida, los gobiernos derechistas, como el estadounidense y el de México, endurecerán sus políticas contra las clases mayoritarias, para tratar de frenar el despertar de los pueblos, que se manifiesta en movimientos espontáneos, como el de “Los indignados”.
Si de por sí el futuro de los mexicanos se vislumbraba muy gris, ahora con las embestidas del gobierno de Barack Obama, y el fundamentalismo de Felipe Calderón, se observa más negro que los hoyos en el espacio sideral. El interés en magnificar el papel y la presencia de Joaquín “El Chapo” Guzmán, obedece al imperativo de justificar presiones más firmes en contra del pueblo de México, que de continuar sin que la sociedad mayoritaria se organice y oponga, irán en aumento hasta desembocar en una invasión abierta, como sucedió en Panamá en 1989, cuando la Casa Blanca decidió encarcelar a su otrora eficiente agente al servicio de la CIA, el general Manuel Noriega, a la sazón presidente del país, con el argumento de que era narcotraficante.



Ahora resulta que el famoso “Chapo” Guzmán es más peligroso que Osama Bin Laden, cuando en realidad sólo es un mafioso dedicado exclusivamente al narcotráfico, negocio que se viene ejerciendo en México desde hace más de sesenta años, sin que nunca antes los capos hubieran sido vistos como “terroristas”. Pero paradójicamente, al sinaloense se le considera un hombre influyente, según la revista “Forbes”, y lo coloca en el lugar 57 como uno de los más poderosos del planeta, lista en la que sólo aparece otro mexicano: Carlos Slim, no Calderón como cabría suponer.
Igualmente preocupante es que el régimen panista le apueste al juego sucio para mantenerse en el poder, e incluso fortalecerse, como lo evidencia el asesinato del edil del municipio de La Piedad, Michoacán, Ricardo Guzmán Moreno, militante del partido blanquiazul, a diez días de las elecciones en dicha entidad federativa. ¿A quién beneficia tan absurdo homicidio? No a la izquierda, desde luego, pues sería francamente un suicidio cometer tal barbaridad. Este hecho tiene todos los tintes de una provocación, a efecto de que la candidata del PAN, Luisa María Calderón Hinojosa, lo capitalice y se haga pasar como víctima de los “enemigos de la democracia”.
Por otro lado, se contribuye a fortalecer el clima de inseguridad prevaleciente en Michoacán, argumento indispensable para asegurar elecciones más manejables por parte de los operadores panistas, quienes cuentan con un apoyo desmedido del gobierno federal, como ha sido denunciado repetidas veces por los otros dos contendientes en la elección, el priísta Fausto Vallejo Figueroa, y el perredista Silvano Aureoles. Ni qué decir que esta situación ha sido favorecida por la incapacidad del gobernador perredista Leonel Godoy, quien ahora debe estar muy arrepentido de su entreguismo absurdo a los designios del inquilino de Los Pinos.
Cabe suponer que los comicios en la tierra del general Lázaro Cárdenas, son vistos como un laboratorio por parte de la derecha para ensayar comportamientos en las elecciones presidenciales del 2012. Lo que no admite ninguna duda es el interés de Calderón y del grupo oligárquico que lo patrocina, en seguir ejerciendo el poder independientemente del proceso electoral. De ahí la necesidad de que las fuerzas democráticas y progresistas no pierdan más el tiempo en discordias internas, sino que cierren filas para dar una firme batalla en defensa de la patria, pues lo que está en juego ya es el futuro de los mexicanos, no sólo quién encabeza el Ejecutivo.
Está visto que Calderón cuenta con todo el apoyo de la Casa Blanca para mantener un estado de cosas absolutamente favorable a los designios de Washington, pero tal apoyo no es gratuito, como lo demuestra la historia. Por eso es vital sacar de Los Pinos a la derecha, pues de no lograrlo el próximo año, será mucho más difícil y costoso poderlo hacer después. De ahí el enorme compromiso de Marcelo Ebrard, de actuar con sentido patriótico y hacer a un lado ambiciones personales. Es de la mayor trascendencia evitar una división insalvable de las fuerzas progresistas, porque la patria está en grave peligro, como nunca antes.
Es positivo el acuerdo del PRD de ir en “coalición total” con las fuerzas de izquierda. Es fundamental que los esquiroles y traidores que se encuentran en su interior sean hechos a un lado, porque de otro modo no habrá manera de parar a los ultraderechistas, que ven llegado el momento de instaurar un régimen a su imagen y semejanza, pues si no es ahora nada asegura que se pudiera lograr después. Deben considerar que las condiciones objetivas están dadas para dar ese paso histórico. Y desgraciadamente no están equivocados.

(gmofavela2010@hotmail.com)

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