Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Con un triunfalismo estúpido, el desgobernador panista Guillermo Padrés Elías (apoyado por Calderón y aliado de Cordero para que éste sea el candidato del PAN a la competencia presidencial), presentó su informe sobre su mal gobierno, en lo político, y peor en lo administrativo. Está claro que ha comprado, convencido o vaya usted lector a saber, a funcionarios judiciales federales con sede en Hermosillo, a la que trata de convertir en un imperio comercial y de otros servicios (como hospitales… ¡privados!; uno de ellos, del poderoso dueño de Excélsior, Olegario Vázquez Raña (su hermano Mario, está dedicado a sostener la precandidatura de Peña y a mangonear el negocio de los juegos olímpicos y otros). Para eso necesita agua en exceso, pues no le darían abasto los más de 700 pozos de la Costa hermosillense, que explotan haciendas, ranchos y tierras de cultivo de una oligarquía que apoya su maniobra para robarse el agua del sur de Sonora.
Padrés sólo es desgobernador de Hermosillo, pasando por alto que Sonora tiene otros 70 municipios que necesitan agua potable y para riego; pero insiste en la estupidez de quitarle el líquido, de por sí escaso, al Valle del Yaqui, vaciando para ello la presa Plutarco Elías Calles, alias El Novillo, mediante la construcción de un acueducto en el que ha pagado a empresarios de su grupo panista que cotizaron la obra al triple de quienes concursaron, más de mil millones de pesos. Por lo que está visto que además del robo del agua, Padrés y su pandilla burocrática, tienen metidas las manos (¿limpias de Calderón?) para llevarse parte del botín y como no entró en razones, los sonorenses del sur y la tribu yaqui, interpusieron amparos ante su atropello y abuso del poder, los cuales ganaron en instancias federales; pero Padrés ni idea tiene de que ha pisoteado las resoluciones que le exigen detener la obra y para lo que se ha ordenado el uso de la fuerza pública.
La solución al problema de surtir de agua a todo Sonora es la instalación de, al menos, dos desaladoras: una en Bahía de Kino; y otra en Guaymas. Con ellas habría agua potable; y de sobra para tres cultivos y sostener su ganadería. Pero Padrés insiste en la estupidez de robarse el agua y dejar al sur de Sonora en constante escasez del líquido, porque es un individuo cerrado que retó a los del sur para que le dieran el metro cúbico de agua a diez pesos con 50 centavos. Éstos le presentaron la documentación a él, a Luege Tamargo, de la Conagua, y a Los Pinos, pero no hizo caso y siguió convenciendo a Calderón para que lo apoyara. Ya los juzgados federales que conocen del asunto, ordenaron detener la obra y solicitar sanción por desacato al desgobernador de Hermosillo, al grado de que los sonorenses del sur están promoviendo su desafuero, pero montado en su estupidez, se mofa de las resoluciones e insiste en que nada ni nadie le impedirá seguir con su plan de robarse el agua del Valle del Yaqui.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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