Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Se percibe lo que para el 2012 puede tener lugar, ya que Calderón (y sus perversidades políticas en marcha), sabe algo o trama algo que los mexicanos no sabemos a ciencia cierta. Esto porque en el contexto de su “no-guerra” que es, indudablemente, una guerra con más de cinco años, se generan dudas sobre lo que se anuncia como “una noche polar de una dureza y una oscuridad heladas” (Max Weber, dixe), porque Calderón a ningún precio quiere entregarle la Presidencia ni al PRI ni al PRD, las dos opciones electorales viables de triunfar en las urnas y, totalmente descartado su partido sea cualquiera su candidato, perfilándose por su popularidad doña Josefina.
A mediados del año pasado el IFE resolvió que Calderón había violado la Constitución, pero que no era posible imputarle alguna sanción, por haber pregonado sus “logros” y justificando más su lucha a muerte contra los de la barbarie del narcotráfico, que ha cosechado más muertos que las guerras en Afganistán, Irak o los saldos macabros de la llamada “primavera árabe” donde sus pueblos se han rebelado contra sus dictadores, Gadafi uno de ellos que ya es un cadáver objeto de investigaciones para saber quién le disparó, como si en una lucha revolucionaria ejecutar a un verdugo fuera algo más que una consecuencia de la venganza popular.
Casi a mitad del 2010, Calderón se salió con la suya de comer, en privado, con los nueve integrantes del IFE, encabezados por Leonardo Valdés. Ahí les dijo que seguiría presumiendo sus “logros” aunque fuera en campañas electorales (como cumplió en este año, para impulsar a los panistas y atravesársele a los del PRI y PRD). Los integrantes del IFE le salieron al paso, pero Calderón, molesto, insistió en su actitud. Por la descarada intervención de Fox para hacer ganar al PAN que postuló a Calderón (y de cuyo resultado, más cínicamente expresó Fox: “gané dos elecciones: la mía y la de Calderón”); el Tribunal Federal Electoral resolvió que Fox había puesto en grave riesgo las elecciones. Pero, como a Calderón, no lo sancionaron.
Esto lo traigo a colación, porque en una ceremonia luctuosa (en dos: la de Mouriño y la de su padre), Calderón casi juró que no cedería el cargo presidencial al PRI y ya varió su juicio en sentido de que cedería al PRD si éste postulaba a Ebrard y el PRD y el PAN sellaban una alianza. Pero como Ebrard no da señales, de aquí a las proximidades de julio del 2012 e incluso un poco antes, tiene en la mira algo que no ha comunicado a la Nación ni a nadie, deducido de su insistencia por no parar la matazón y mantener a los militares y la policía de García Luna (a quien le exigió que se pusiera bravo con los legisladores y así lo hizo en su comparecencia). No está dispuesto a entregar el cargo al PRI ni al PRD, maniobrando para a toda costa imponer a Cordero en el PAN para la competencia y ya se reservó hacer las listas panistas a cargos de representación, como antes lo hizo el PRI. Así que tenemos la certidumbre sobre que crece la incertidumbre respecto a lo que nos espera entre este próximo noviembre y julio del año entrante.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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