Antonio Gershenson
El que la izquierda presente un candidato único a la gubernatura del estado de México, Alejandro Encinas, y que haya fracasado el intento de unión con el Partido Acción Nacional (PAN), es un avance importante de la izquierda. Este intento de unión con el PAN, de algo así como la derecha de la izquierda, fracasó rotundamente.
También fracasó, por el mo-mento, el albazo que se quiso hacer con la llamada reforma laboral. Se trata de quitar a los trabajadores hasta sus más elementales derechos, primero lo planteó el PAN y ahora el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En escala internacional, vemos numerosos casos que tienen similitudes. No me refiero solamente a ciertos países de Medio Oriente y de África en las que hay numerosas movilizaciones. Hay poca atención, o de plano ninguna, en los medios de difusión nacionales, a casos que considero importantes.
Desde enero pasado se formó en Líbano una coalición, que podríamos llamar de centro izquierda, que sustituyó al gobierno derechista. Siendo numerosos partidos, la prensa local considera a la coalición gobernante, ya desde el pasado 8 de marzo, como encabezada por Hezbollah.
Otro caso es el de Turquía, país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y que ha cambiado su política, tal vez a partir del momento en que ciudadanos turcos fueron muertos por soldados israelíes frente a Gaza, durante una operación que trató de ser humanitaria.
Turquía había tenido maniobras militares anuales de la fuerza aérea de cada país con Israel y con Estados Unidos. A partir de septiembre del año 2010, con Turquía lleva a cabo las maniobras militares aéreas conjuntas, China. El conjunto de aviones militares chinos hizo escalas en Pakistán y en Irán, donde son recibidos por el comandante de la fuerza aérea de este país. De regreso, carga combustibles otra vez en Irán.
El gobierno de Estados Unidos muestra descontento. También porque Irán fabrica proyectiles con tecnología china. Es más, se quejan de que durante la Segunda Guerra Libanesa, Hezbollah, ahora con un papel importante en Líbano como vimos, haya usado proyectiles fabricados en Irán con tecnología china.
También fabrican proyectiles conjuntamente Turquía y China. Y estos mismos participan en la fabricación de oleoductos entre Irán y sus respectivos países. Además, Pakistán tiene reuniones mensuales con Irán, con el cual tiene frontera, para la fabricación de un gasoducto, con combustible del segundo al primero. Eso, a pesar de que Estados Unidos tiene tropas en Pakistán para la guerra de Afganistán.
Todo esto, a pesar de que Estados Unidos y otros países tienen supuestamente bloqueado a Irán. Además, hay un proceso intenso de fabricación e instalación de ferrocarriles que aleja más las posibilidades de un bloqueo real.
Esta situación ha reducido la producción de petróleo, en especial de Libia, en plena guerra civil y con bombardeos de la OTAN. Se suman los incidentes de Japón. A veces no se aprecia la magnitud del alza.
El promedio de los crudos indicadores WTI (Estados Unidos) y Brent (indicador de Europa) en lo que va de este año es de 100 dólares por barril. El promedio anual de los mismos, del año con precio más alto, 2008, fue de 99 dólares.
Ya hemos mencionado que, pese a ser exportador petrolero, México sale perdiendo con el crudo caro porque le cuestan mucho más la gasolina y otros derivados del petróleo.
Al gobierno y a las autoridades petroleras no les importa, en realidad, la construcción de refinerías nuevas para reducir esas importaciones. No es que no se pueda, Brasil está construyendo cinco refinerías al mismo tiempo. A lo que se dedican es a hacer negocio con trasnacionales, como en Chicontepec, que casi no produce, y como con los contratos incentivados, que tampoco producirán ninguna gran cosa, más que ese negocio y la corrupción.
Con este viento de izquierda, nacional e internacional (y sólo pusimos ejemplos), debemos frenar este saqueo de nuestro petróleo, por todos los medios posibles.
antonio.gershenson@gmail.com
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