Repuntan Santiago Creel y AMLO
SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ
No obstante la cargada de priistas y de conversos reversibles, la candidatura de Enrique Peña Neto no puede rebasar 40 por ciento de las intenciones del voto. De todos los posibles precandidatos, es el mejor posicionado, con intención del voto entre 35 y 39 por ciento, variación atribuida a las candidaturas de los otros partidos con las cuales compite. La semana pasada, el gobernador del estado de México tuvo una ventaja de nueve puntos sobre Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de 16 a 18 puntos si el contendiente fuese Marcelo Ebrard; es obvio quién es el candidato cómodo o incómodo. Respecto a la ventaja del priista sobre los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN), ubicados en tercera posición, varía entre 15 y 21 puntos si el abanderado es Santiago Creel y entre 17 y 20 puntos si la representante es Josefina Vázquez Mota. Estos resultados proceden de una encuesta telefónica aplicada el 1 y 2 de abril a 429 ciudadanos radicados en el municipio de Puebla; la pregunta específica fue: si en estos momentos se eligiera presidente de la República y los candidatos fueran... ¿por quién votaría?
Si hubiera que elegir al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la República, de cada 100 ciudadanos autodefinidos priistas, 77 votarían por Peña Nieto y nueve por Beatriz Paredes Rangel; si los convocados fueran todos los ciudadanos del municipio de Puebla que disponen de teléfono en casa, 40 por ciento se inclinaría por Peña Nieto y 19 por ciento por Beatriz Paredes. Por filias partidistas (partido que lo representa o defiende), de cada 100 panistas, 35 hubieran votado la semana pasada por Peña Nieto; de cada 100 priistas, lo hubieran hecho 79; por cada 100 perredistas y petistas, 10 hubieran votado por esa opción, y de cada 100 ciudadanos que no manifestaron preferencia por ningún partido, lo hubieran hecho 31; concluyendo: de cada 100 ciudadanos, 35 lo tuvieron como opción. En agosto de 2010 la intención de voto hacia Peña Nieto fue de 37 por ciento en respuesta inducida, actualmente es de 35 por ciento, como ya se indicó; ya no crece. En otra pregunta de intención potencial del voto (votaría o no por Peña Nieto) realizada en agosto de 2010, ese político tuvo la aceptación de voto del 36 por ciento de los ciudadanos, un año después, esa aceptación se ubica en 41 por ciento (la diferencia con 100 no votaría por él).
Comparados los registros de intención de voto por candidato y por partido, el priista mencionado se ubica 18 puntos por encima del PRI; de 35 puntos registrados la semana pasada, siete proceden de priistas, y 28 de ciudadanos ajenos a ese partido, principalmente de panistas y personas sin identidad de partido. De los sufragantes reactivos, los antiperredistas y antipetistas votaron por Peña Nieto y no por los abanderados del PAN en la encuesta de la semana pasada.
Andrés Manuel López Obrador es el candidato presidencial idóneo de perredistas y petistas: de cada 100 de ellos, 79 quieren que él los represente y 21 prefieren a Marcelo Ebrard; de cada 100 ciudadanos, 28 estarían con López Obrador y 42 con el actual jefe de gobierno del Distrito Federal. Con relación a los panistas, López Obrador se ubica nueve puntos por arriba de Santiago Creel y seis puntos arriba de Josefina Vázquez Mota. Si el candidato fuese Marcelo Ebrard, se conservaría la segunda posición, pero con menos ventaja; cinco por arriba de Santiago Creel y tres puntos más que Josefina Vázquez Mota.
La candidatura de López Obrador atrae los votos de los antipanistas y antipriistas, en tanto que la de Marcelo Ebrard sólo la de los antipanistas; los antipriistas prefirieron votar por Santiago Creel y no por Marcelo; a los panistas les es más cómodo el jefe de gobierno que el tabasqueño. Con relación a las filias de partido, de cada 100 panistas, 14 votarían por López Obrador si las elecciones hubiesen sido la semana anterior; de cada 100 priistas, 10; de cada 100 ciudadanos sin identidad partidaria, 32, y del total de ciudadanos radicados en el municipio de Puebla y que disponen de teléfono en casa, 27 prefirieron a López Obrador. Comparada la actual intención del voto de los tres punteros con la registrada en agosto del año pasado, la de López Obrador (pasó de 19 a 27 por ciento) y la de Santiago Creel (varió de 13 a 18 por ciento) aumentaron en 42 por ciento en tanto que la de Peña Nieto (bajó de 37 a 35 por ciento) retrocedió en 4 por ciento.
La mayoría de los votos de López Obrador son externos al PRD, al Partido del Trabajo (PT) y a Convergencia Democrática: de cada 100 sufragios según intenciones de voto manifestadas la semana pasada hacia este personaje, 15 eran de los partidos que hicieron suya la candidatura en el año 2006 y 85 son ajenas a esas fuerzas electorales. La semana pasada López Obrador se ubicó 17 puntos por arriba de los partidos que lo desean de candidato. Los partidos que propusieron la candidatura de López Obrador en la elección presidencial pasada podrían perder el registro si les negaran la candidatura en la próxima elección.
Santiago Creel Miranda es el panista mejor posicionado para ser el candidato presidencial: de cada 100 ciudadanos que se autodefinen panistas, 34 votarían por él y 25 lo harían por Josefina Vázquez Mota. El secretario de Educación, el ministro de Hacienda y Crédito Público y el gobernador de Jalisco registraron, en su conjunto, 8 por ciento de las preferencias para ser considerados candidatos panistas a la presidencia de la república. Uno de cada cuatro ciudadanos radicados en el municipio de Puebla y que disponen de teléfono fijo en sus hogares prefiere que el abanderado presidencial del PAN sea Santiago Creel y uno de cada cinco desea para tal propósito a Josefina Vázquez.
Por cada 100 ciudadanos autodefinidos panistas, 40 votarían por Santiago Creel (casi los mismos que por Peña Nieto); por cada 100 priistas, cinco lo harían por Creel; de 100 ciudadanos sin identidad de partido, nueve votarían por Santiago Creel y de cada 100 ciudadanos, 18 prefieren al ex secretario de Gobernación. En agosto del año pasado, por Santiago Creel votarían 13 de cada 100 ciudadanos (y 87 no votaría por él), el fin de semana pasada, votarían por él 24 de cada 100 ciudadanos, situación similar registró Josefina Vázquez Mota. No obstante de que el PAN tiene la identidad y la intención de voto más alta, tiene un bajo posicionamiento de sus precandidatos: Santiago Creel tiene siete puntos de intención de voto por debajo de su partido. Los panistas tienen varios problemas: un potencial voto de castigo; la candidatura de Peña Nieto es afín al perfil de los panistas; débil posicionamiento de sus precandidatos; un voto antipriistas que no les favorece (sólo capitaliza uno de cada tres de éstos votos), un rechazo de los ciudadanos que no tienen partido (obtienen de ellos uno de cada once votos) y un voto disminuido de los antiperredistas y antipetistas, quienes prefieren votar por el PRI en lugar del PAN en una proporción de dos a uno.
No obstante la cargada de priistas y de conversos reversibles, la candidatura de Enrique Peña Neto no puede rebasar 40 por ciento de las intenciones del voto. De todos los posibles precandidatos, es el mejor posicionado, con intención del voto entre 35 y 39 por ciento, variación atribuida a las candidaturas de los otros partidos con las cuales compite. La semana pasada, el gobernador del estado de México tuvo una ventaja de nueve puntos sobre Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de 16 a 18 puntos si el contendiente fuese Marcelo Ebrard; es obvio quién es el candidato cómodo o incómodo. Respecto a la ventaja del priista sobre los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN), ubicados en tercera posición, varía entre 15 y 21 puntos si el abanderado es Santiago Creel y entre 17 y 20 puntos si la representante es Josefina Vázquez Mota. Estos resultados proceden de una encuesta telefónica aplicada el 1 y 2 de abril a 429 ciudadanos radicados en el municipio de Puebla; la pregunta específica fue: si en estos momentos se eligiera presidente de la República y los candidatos fueran... ¿por quién votaría?
Si hubiera que elegir al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la República, de cada 100 ciudadanos autodefinidos priistas, 77 votarían por Peña Nieto y nueve por Beatriz Paredes Rangel; si los convocados fueran todos los ciudadanos del municipio de Puebla que disponen de teléfono en casa, 40 por ciento se inclinaría por Peña Nieto y 19 por ciento por Beatriz Paredes. Por filias partidistas (partido que lo representa o defiende), de cada 100 panistas, 35 hubieran votado la semana pasada por Peña Nieto; de cada 100 priistas, lo hubieran hecho 79; por cada 100 perredistas y petistas, 10 hubieran votado por esa opción, y de cada 100 ciudadanos que no manifestaron preferencia por ningún partido, lo hubieran hecho 31; concluyendo: de cada 100 ciudadanos, 35 lo tuvieron como opción. En agosto de 2010 la intención de voto hacia Peña Nieto fue de 37 por ciento en respuesta inducida, actualmente es de 35 por ciento, como ya se indicó; ya no crece. En otra pregunta de intención potencial del voto (votaría o no por Peña Nieto) realizada en agosto de 2010, ese político tuvo la aceptación de voto del 36 por ciento de los ciudadanos, un año después, esa aceptación se ubica en 41 por ciento (la diferencia con 100 no votaría por él).
Comparados los registros de intención de voto por candidato y por partido, el priista mencionado se ubica 18 puntos por encima del PRI; de 35 puntos registrados la semana pasada, siete proceden de priistas, y 28 de ciudadanos ajenos a ese partido, principalmente de panistas y personas sin identidad de partido. De los sufragantes reactivos, los antiperredistas y antipetistas votaron por Peña Nieto y no por los abanderados del PAN en la encuesta de la semana pasada.
Andrés Manuel López Obrador es el candidato presidencial idóneo de perredistas y petistas: de cada 100 de ellos, 79 quieren que él los represente y 21 prefieren a Marcelo Ebrard; de cada 100 ciudadanos, 28 estarían con López Obrador y 42 con el actual jefe de gobierno del Distrito Federal. Con relación a los panistas, López Obrador se ubica nueve puntos por arriba de Santiago Creel y seis puntos arriba de Josefina Vázquez Mota. Si el candidato fuese Marcelo Ebrard, se conservaría la segunda posición, pero con menos ventaja; cinco por arriba de Santiago Creel y tres puntos más que Josefina Vázquez Mota.
La candidatura de López Obrador atrae los votos de los antipanistas y antipriistas, en tanto que la de Marcelo Ebrard sólo la de los antipanistas; los antipriistas prefirieron votar por Santiago Creel y no por Marcelo; a los panistas les es más cómodo el jefe de gobierno que el tabasqueño. Con relación a las filias de partido, de cada 100 panistas, 14 votarían por López Obrador si las elecciones hubiesen sido la semana anterior; de cada 100 priistas, 10; de cada 100 ciudadanos sin identidad partidaria, 32, y del total de ciudadanos radicados en el municipio de Puebla y que disponen de teléfono en casa, 27 prefirieron a López Obrador. Comparada la actual intención del voto de los tres punteros con la registrada en agosto del año pasado, la de López Obrador (pasó de 19 a 27 por ciento) y la de Santiago Creel (varió de 13 a 18 por ciento) aumentaron en 42 por ciento en tanto que la de Peña Nieto (bajó de 37 a 35 por ciento) retrocedió en 4 por ciento.
La mayoría de los votos de López Obrador son externos al PRD, al Partido del Trabajo (PT) y a Convergencia Democrática: de cada 100 sufragios según intenciones de voto manifestadas la semana pasada hacia este personaje, 15 eran de los partidos que hicieron suya la candidatura en el año 2006 y 85 son ajenas a esas fuerzas electorales. La semana pasada López Obrador se ubicó 17 puntos por arriba de los partidos que lo desean de candidato. Los partidos que propusieron la candidatura de López Obrador en la elección presidencial pasada podrían perder el registro si les negaran la candidatura en la próxima elección.
Santiago Creel Miranda es el panista mejor posicionado para ser el candidato presidencial: de cada 100 ciudadanos que se autodefinen panistas, 34 votarían por él y 25 lo harían por Josefina Vázquez Mota. El secretario de Educación, el ministro de Hacienda y Crédito Público y el gobernador de Jalisco registraron, en su conjunto, 8 por ciento de las preferencias para ser considerados candidatos panistas a la presidencia de la república. Uno de cada cuatro ciudadanos radicados en el municipio de Puebla y que disponen de teléfono fijo en sus hogares prefiere que el abanderado presidencial del PAN sea Santiago Creel y uno de cada cinco desea para tal propósito a Josefina Vázquez.
Por cada 100 ciudadanos autodefinidos panistas, 40 votarían por Santiago Creel (casi los mismos que por Peña Nieto); por cada 100 priistas, cinco lo harían por Creel; de 100 ciudadanos sin identidad de partido, nueve votarían por Santiago Creel y de cada 100 ciudadanos, 18 prefieren al ex secretario de Gobernación. En agosto del año pasado, por Santiago Creel votarían 13 de cada 100 ciudadanos (y 87 no votaría por él), el fin de semana pasada, votarían por él 24 de cada 100 ciudadanos, situación similar registró Josefina Vázquez Mota. No obstante de que el PAN tiene la identidad y la intención de voto más alta, tiene un bajo posicionamiento de sus precandidatos: Santiago Creel tiene siete puntos de intención de voto por debajo de su partido. Los panistas tienen varios problemas: un potencial voto de castigo; la candidatura de Peña Nieto es afín al perfil de los panistas; débil posicionamiento de sus precandidatos; un voto antipriistas que no les favorece (sólo capitaliza uno de cada tres de éstos votos), un rechazo de los ciudadanos que no tienen partido (obtienen de ellos uno de cada once votos) y un voto disminuido de los antiperredistas y antipetistas, quienes prefieren votar por el PRI en lugar del PAN en una proporción de dos a uno.
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