María Teresa Jardí
Lo habría sacado, pero con reglas
Sí, puede ser que Andrés Manuel López Obrador hubiera sacado al Ejército nacional a la calle, como dicen los a modo con el fin de atacar a AMLO, porque es probable que Encinas gane la elección que se avecina en el Estado de México.
Se ha convertido en moda el atacar de cualquier modo a AMLO sin guardar ya ninguna de las formas, a manera de no entrar al análisis de fondo. No se atreven a reconocer que otra habría sido la historia de México de no haber apoyado ellos el fraude legalizado con el que se sentó a Calderón en la silla que le queda tan grande.
La responsabilidad de los panistas es inmensa. Con el apoyo brindado por quienes en el fondo siempre supieron que lo iba a hacer usurpando, con el apoyo brindado por los medios masivos de comunicación el “haiga sido como haiga sido”, se instaló en Los Pinos. Y, como el propio usurpador ha hecho siempre, para no reconocer la responsabilidad que tienen, esta vez usando un refrito de los cables de Wikileakes ya antes publicados en La Jornada, atacan a AMLO por declaraciones hechas de algo que así habría sido, pero con reglas.
Varias habrían sido las diferencias de no haberse impuesto a un usurpador que, para legitimarse y sin análisis ni reglas, sacó al Ejército nacional a la calle, y luego a la Marina. Después se creó a los hombres de negro que encabeza García Luna, quien además permitió la entrada de los kaibiles y luego en la Escuela de Las América se empezaron a formar los grupos de elite que acabaron convertidos en “Los Zetas”, “La Familia”, “La Línea” , etc...
Mientras que AMLO, que habría llegado a ocupar la titularidad del Ejecutivo federal como gobernante legítimo, no habría tenido que precipitarse y las cosas hoy serían distintas.
Sin duda sacar al Ejército nacional era algo que AMLO tenía contemplado hacer cuando aspiraba a convertirse en el Presidente legítimo, que es, le guste o no a Calderón que se diga y aunque se burlen los a modo para esconder la vergüenza de haber contribuido a lo que ha acabado en un genocidio.
Sí, AMLO es seguro que había contemplado y bien pensado, lo de la necesidad de sacar a la calle al Ejército en tanto se creaba la policía capaz de enfrentar al crimen organizado, pero habría puesto las reglas claras al respecto, tanto por lo que tocaba al Ejército, como por la necesidad de ponerle manos a la obra en la tarea de crear la policía impecable que el país demanda. Sobre la que no se está trabajando todavía. Porque, que nadie se equivoque, crear grupos de elite que luego van a convertirse en criminales enemigos de la patria es otra de las razones por la que Calderón es despreciable y nada tiene que ver con la creación de una policía impecable.
No es lo mismo ser legítimo que usurpador. Y como Calderón, para legitimarse, sacó al Ejército, como es obvio ya hasta para los panistas, lo hizo mal, muy mal y las consecuencias salen de las tumbas clandestinas para cobrarle al usurpador cada una de las facturas por las que será juzgado en tribunales internacionales en cuanto acabe el miserable sexenio con el que a México se ahoga en la sangre derramada de sus jóvenes.
Qué bárbaro también Adame. Buena dupla la que hace con Calderón, el también panista desgobernante de Morelos. Salir con su chivo expiatorio, y además brutalmente golpeado, queriendo darle a Javier Sicilia gato por liebre, sólo a enemigos de la patria, descerebrados, podría ocurrírseles.
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