Virginia González Melgarejo : ¿Sabe usted en qué y cómo se gastan sus impuestos?

¿Sabe usted en qué y cómo se gastan sus impuestos?
Virginia González Melgarejo
De casi toda la gente es conocido que las cantidades otorgadas dentro del presupuesto federal a las dependencias del gobierno son estratosféricas, y año tras año escuchamos la rebatinga por los dineros públicos. ¡Que recórtale un poco aquí!; ¡Que ponle un poco más allá!, hasta que los diputados federales acuerdan la aprobación de un presupuesto de miles de millones de pesos, que difícilmente los ciudadanos llegamos a saber como se maneja ese dinero que es dinero de todos los mexicanos. Veamos.

El pasado fin de semana, en el zócalo de la ciudad, el colectivo ciudadano “Protesta, protestando” organizó una singular exposición a la que llamó “balconeo de los gastos pendejos del gobierno” (losgastospendejosdelprian.blogspot.com). Organizados a través de las redes sociales, estos jóvenes dieron a conocer a la ciudadanía poblana facturas del gobierno federal sacadas directamente del portal del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), y lo que pudimos ver ahí fue verdaderamente escandaloso. Vimos, por ejemplo, facturas de la Secretaría de la Marina por cosas tan absurdas como: “una pantaleta de color blanco, corte completo, composición de algodón 90 por ciento con fibras antibacteriales por la cantidad de 338 mil 925 pesos”; o la factura a favor del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas por concepto de la instalación de dos elevadores en el hotel Fiesta Inn de Mazatlán, Sinaloa, por la cantidad de 1 millón 959 mil pesos, o este mismo instituto pagando “386 mil pesos por la vigilancia en el cementerio militar”, y así se podrían enlistar muchísimas facturas, todas ellas sobre presupuestadas, eso es obvio, pues dígame usted como es posible que se paguen por “un aromatizante ambiental de 325 gramos” 11 mil 280 pesos o que la Secretaría de Gobernación haya arrendado 20 pianos por 200 mil pesos o un curso a la Sedena impartido por una “consultoría psicojurídica” que costo 18 millones de pesos, en fin, múltiples gastos que no dejaban de sorprender a la gente que se acercaba, pero que evidentemente era mayor su indignación por tanto gasto absurdo.

Lo sucedido el fin de semana es muestra de que los ciudadanos son capaces de organizarse para informar sin temor de lo que usted difícilmente vera en televisión y que revela el grado de descomposición y corrupción que se vive en el gobierno federal, y como bien dice Andrés Manuel López Obrador, ya es hora de limpiar, como se hace con las escaleras, de arriba para abajo. Enhorabuena para estos jóvenes que prometieron volver a organizar otro “balconeo”, del cual le estaremos informando puntualmente.

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