Filigrama electoral
Sergio Cortés Sánchez
Rigoberto Benítez Trujillo,
estimado amigo y colega
Los enterados en procesos electorales estiman que la erogación directa –al margen del IFE y de los gastos sufragados por los tres niveles de gobiernos y las empresas descentralizadas no sujetas a control presupuestal– fue de mil pesos por voto en el caso de Javier López Zavala y de mil 700 pesos por cada voto de Rafael Moreno Valle. A esta diferencia de montos debe agregarse la de eficiencia, mucho más alta en equipo del converso, lo que dio por resultado una mayor afluencia de votantes para los coaligados. Los aliancistas, acostumbran leerse las manos entre ellos y es ya tradición que los operadores electorales sustraigan un porcentaje de recursos para ellos (sobrefacturan propaganda, regalos, gastos logísticos y honorarios; no pagan adeudos y ordeñan los recursos), lo mismo hacen los subalternos, lo que minimiza el alcance de los fondos para promover el voto.
Sergio Cortés Sánchez
Rigoberto Benítez Trujillo,
estimado amigo y colega
Los enterados en procesos electorales estiman que la erogación directa –al margen del IFE y de los gastos sufragados por los tres niveles de gobiernos y las empresas descentralizadas no sujetas a control presupuestal– fue de mil pesos por voto en el caso de Javier López Zavala y de mil 700 pesos por cada voto de Rafael Moreno Valle. A esta diferencia de montos debe agregarse la de eficiencia, mucho más alta en equipo del converso, lo que dio por resultado una mayor afluencia de votantes para los coaligados. Los aliancistas, acostumbran leerse las manos entre ellos y es ya tradición que los operadores electorales sustraigan un porcentaje de recursos para ellos (sobrefacturan propaganda, regalos, gastos logísticos y honorarios; no pagan adeudos y ordeñan los recursos), lo mismo hacen los subalternos, lo que minimiza el alcance de los fondos para promover el voto.
Son muchos los interesados en los 4 millones de poblanos inscritos en la Lista Nominal de Electores; todos quieren apropiarse esa representación para negociar con los candidatos presidenciables de 2012; apostaron fuerte y le dieron puntual seguimiento a sus inversiones. Incluso hay quienes pretenden incluir en la terna de presidenciales a Rafael Moreno Valle. La Lista Nominal de Electores no registra la movilidad de la población; casi una cuarta parte de la población reside en un lugar distinto al de nacimiento, y Puebla es, desde hace varios lustros, una entidad que expulsa población, los que salen son más que los que llegan a territorio poblano. Hay distritos electorales sobrerrepresentados en el Congreso local; su población es menor a 100 mil ciudadanos cuando la moda es superior a 200 mil ciudadanos; uno de esos distritos electorales es el de Acatlán que, según las proyecciones del Consejo Nacional de Población, debe tener 82 mil 943 habitantes al 30 de junio de este año y, según el Instituto Federal Electoral (IFE), registra 83 mil 514 personas de 18 años o más ,es decir, los ciudadanos son el 101 por ciento de la población. Esto es así porqué hay localidades y municipios que desde hace más de medio siglo tienen flujos migratorios muy intensos hacia Estados Unidos, como son los casos de Ahuehuetitla, Chila, Chinantla, Piaxtla, Petlalcingo, Guadalupe, San Pablo Anicano, San Miguel Ixitlán, San Pablo Anicano, San Pedro Yeloixtlahuaca, Totoltepec de Guerrero y Tehuitzingo, Otros distritos electorales que son fuertes expulsores de fuerza laboral registran un porcentaje de ciudadanos de dos terceras partes o más del total de la población, como son los distritos de Zacatlán, Izúcar, Tepexi de Rodríguez y Chiautla. La Lista Nominal de Electores de la entidad poblana registra a medio millón de ciudadanos nacidos en Puebla, pero con residencia actual en Estados Unidos; esas ausencias son utilizadas por los operadores electorales para sufragar por los ausentes, por eso tantos operadores y observadores durante la jornada electoral.
Hace seis años, la suma de votos de los partidos que en esta jornada electoral se presentaron como coaligados bajo la tutela del PAN obtuvieron, con candidaturas distintas a la gubernatura, un total de 136 votos por casilla, hoy llegaron a 168 votos; en contraparte, los aliancistas liderados por el PRI tuvieron 159 votos para un mismo candidato, hoy bajaron a 133. Los votos panistas no llegaron solos ni los trajeron los arcángeles o querubines, fueron los mapaches azules los que fueron por ellos. Hay un piso de 90 votantes por casilla convencidos de la opción representada por el PAN; otro tanto lo aportan los agraviados del marinismos, y del priismo; los otros coaligados; los priistas de doble militancia y, en una buena parte, los ciudadanos empobrecidos que truecan su voto por alguna despensa, preservación de una transferencia gubernamental o un billete.
El pasado domingo, los coaligados registraron 147 votos por casilla en la elección de todos los municipios, y de 168 votos en la de gobernador; el PRI tuvo 133 votos en ambos tipos de elección, y el PT tuvo 37 votos por casilla en ayuntamientos y 19 en la de gobernador. A nivel local, los petistas se involucraron más en sus ofertas, quizá por identidad con los candidatos y, a nivel de gobernador, repartieron su voto entre Moreno Valle y Armando Etcheverry. El total de ciudadanos inscritos por casilla es de 630, incluidos muertos y radicados fuera de la entidad; una votación de 333 votos por casilla como la del domingo pasado es la más alta registrada en elecciones locales. La sobrerrepresentación de la Lista Nominal, la adulteración de documentos oficiales, el mercado negro de información confidencial y la imparcialidad de los órganos electorales no le dan certidumbre ni transparencia al proceso electoral.
Hace seis años, la suma de votos de los partidos que en esta jornada electoral se presentaron como coaligados bajo la tutela del PAN obtuvieron, con candidaturas distintas a la gubernatura, un total de 136 votos por casilla, hoy llegaron a 168 votos; en contraparte, los aliancistas liderados por el PRI tuvieron 159 votos para un mismo candidato, hoy bajaron a 133. Los votos panistas no llegaron solos ni los trajeron los arcángeles o querubines, fueron los mapaches azules los que fueron por ellos. Hay un piso de 90 votantes por casilla convencidos de la opción representada por el PAN; otro tanto lo aportan los agraviados del marinismos, y del priismo; los otros coaligados; los priistas de doble militancia y, en una buena parte, los ciudadanos empobrecidos que truecan su voto por alguna despensa, preservación de una transferencia gubernamental o un billete.
El pasado domingo, los coaligados registraron 147 votos por casilla en la elección de todos los municipios, y de 168 votos en la de gobernador; el PRI tuvo 133 votos en ambos tipos de elección, y el PT tuvo 37 votos por casilla en ayuntamientos y 19 en la de gobernador. A nivel local, los petistas se involucraron más en sus ofertas, quizá por identidad con los candidatos y, a nivel de gobernador, repartieron su voto entre Moreno Valle y Armando Etcheverry. El total de ciudadanos inscritos por casilla es de 630, incluidos muertos y radicados fuera de la entidad; una votación de 333 votos por casilla como la del domingo pasado es la más alta registrada en elecciones locales. La sobrerrepresentación de la Lista Nominal, la adulteración de documentos oficiales, el mercado negro de información confidencial y la imparcialidad de los órganos electorales no le dan certidumbre ni transparencia al proceso electoral.
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