TENDAJÓN MIXTO
No hay duda...
Jaime Ornelas Delgado
Con la enorme y entusiasta concentración del domingo pasado en el zócalo de la ciudad de México y el discurso de Andrés Manuel López Obrador, vuelve la certeza de que al país lo puede cambiar el movimiento social y renace la esperanza de construir una sociedad donde la democracia no signifique la existencia de pocos ricos y millones de pobres; ni la destrucción de la naturaleza para aumentar la ganancia del capital; una sociedad donde la democracia aliente la participación y no excluya a los ciudadanos; donde las fuerzas armadas sean garantes de la soberanía nacional y no realicen tareas policiacas que no considera la Constitución; donde la cultura dominante no sea aquella que inculca el consumismo y la aceptación del sistema como inevitable, ni soslaye de su quehacer lo científico, histórico, tecnológico, artístico e intelectual; donde la información no dependa de monopolios que distorsionan en su favor la realidad con censuras y falsedades, ni difundan contenidos banales y vulgares; una sociedad que no niegue el acceso a miles de niños y jóvenes a la educación ni censure los contenidos educativos para favorecer el consenso de la dominación o sólo enfatice la capacitación para el trabajo debilitando la formación social y el pensamiento crítico; una sociedad solidaria con un sistema de salud capaz de impedir la muerte de miles de niños debido a enfermedades curables, por desnutrición, ingestión de agua contaminada; falta de atención médica y de medicamentos gratuitos. En fin, se trata de comenzar desde ahora a construir una sociedad justa, incluyente, solidaria, democrática y fraterna.
No hay duda...
Jaime Ornelas Delgado
Con la enorme y entusiasta concentración del domingo pasado en el zócalo de la ciudad de México y el discurso de Andrés Manuel López Obrador, vuelve la certeza de que al país lo puede cambiar el movimiento social y renace la esperanza de construir una sociedad donde la democracia no signifique la existencia de pocos ricos y millones de pobres; ni la destrucción de la naturaleza para aumentar la ganancia del capital; una sociedad donde la democracia aliente la participación y no excluya a los ciudadanos; donde las fuerzas armadas sean garantes de la soberanía nacional y no realicen tareas policiacas que no considera la Constitución; donde la cultura dominante no sea aquella que inculca el consumismo y la aceptación del sistema como inevitable, ni soslaye de su quehacer lo científico, histórico, tecnológico, artístico e intelectual; donde la información no dependa de monopolios que distorsionan en su favor la realidad con censuras y falsedades, ni difundan contenidos banales y vulgares; una sociedad que no niegue el acceso a miles de niños y jóvenes a la educación ni censure los contenidos educativos para favorecer el consenso de la dominación o sólo enfatice la capacitación para el trabajo debilitando la formación social y el pensamiento crítico; una sociedad solidaria con un sistema de salud capaz de impedir la muerte de miles de niños debido a enfermedades curables, por desnutrición, ingestión de agua contaminada; falta de atención médica y de medicamentos gratuitos. En fin, se trata de comenzar desde ahora a construir una sociedad justa, incluyente, solidaria, democrática y fraterna.
La verdad tuvo razón Marcelo Ebrard cuando afirmó; “no tengo nada que hacer en el mitin de López Obrador y, en efecto, en un proyecto como el que nos propone el presiden legítimo, Marcelo nada tiene que hacer, apenas si está bien para levantar el brazo de Moreno de Valle, que a eso vino a Puebla, donde sí tuvo quehacer.
El derroche y el bicentenario
El sábado 17 de julio pasado, en Silao, Guanajuato, se inauguró con un acto estelar en el que la figura central fue el cantante portorriqueño Chayanne, la llamada “Expo Guanajuato Bicentenario”, como parte de los festejos oficiales de los dos centenarios: el inicio de la revolución de Independencia que poco cambió al país y la de 1910 que acabó con el régimen oligárquico de Porfirio Díaz e instauró un régimen capitalista, autoritario, de partido único, con creciente intervencionismo estatal y corporativización no fascista de los trabajadores, pero que jamás logró eliminar la desigualdad social aún prevaleciente.
La Expo será clausurada el próximo 20 de noviembre, es decir, tendrá una duración de cuatro meses en instalaciones, cuyo costo ascendió a más de mil 100 millones de pesos, derroche lamentable si recordamos que el gobierno de Felipe Calderón regatea los recursos necesarios para la reparación de los daños ocasionados por la furia de la naturaleza en Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila.
El emplazamiento de la magna obra tiene un fuerte significado ideológico. Está ubicado en un sitio anunciado con el eslogan de “el lugar donde todo comenzó”, cosa por lo menos mentirosa pues el inició de la lucha por la Independencia a la que se hace alusión fue en lo que ahora es el municipio de Dolores Hidalgo y no en Silao. Pero el lugar fue seleccionado por los panistas porque se ubica frente al cerro del Cubilete, que en su cúspide tiene una escultura de “Cristo Rey”, símbolo del movimiento cristero y lugar de peregrinaje de la derecha más reaccionaria del país.
Los despropósitos de Acosta Naranjo
Guadalupe Acosta Naranjo, vicecoordinador de los diputados federales del PRD y de profusos antecedentes que causan pena ajena, quiere ser candidato al gobierno de Nayarit por la alianza PAN–PRD. Esto no tendría nada de particular, pero se supo por boca de algunos diputados de su propio partido que anduvo cabildeando con el PAN sobre la posibilidad de establecer una “alianza estratégica” que apuntale su candidatura a cambio de que el PRD apoye en el Congreso de la Unión la propuesta panista de imponer el IVA a medicinas y alimentos. El cabildeo fue rechazado por algunos diputados de su partido, que el 21 de julio publicaron un desplegado descalificando y deslindándose de cualquier iniciativa que pretenda gravar con IVA a medicina y alimentos.
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