martes, julio 20, 2010

María Teresa Jardí : Cómo deshacerse del cadáver y hallar al “culpable” a modo

Cómo deshacerse del cadáver y hallar al “culpable” a modo
Por María Teresa Jardí


Es del todo factible que en aras de deshacerse del cadáver de Fernández de Cevallos el fascismo usurpador esté buscando, muy probablemente, un responsable de esa muerte.
Si Fernández de Cevallos está muerto, como parecen estar seguros en los círculos policiacos y de inteligencia del país, es posible que las recientes filtraciones y declaraciones de funcionarios tengan por objeto generar un culpable a modo. Y que por eso se haya empezado a filtrar lo que pareciera tener a un grupo guerrillero como autor. Es posible, aunque todo el evento indique la autoría clara de un grupo paramilitar al estilo de los hombres de negro que comanda García Luna.
Fernández de Cevallos, un político delincuente y abusador del poder desde antes de que fuera convertido en regla del sistema el abuso por parte de políticos-empresarios y empresarios-funcionarios, igual conservaba antes de su “secuestro”, “levantón”, “desaparición” o “extravío”, dos dedos de materia gris, con los que cuestionaba, me aseguran que muy acremente, la debacle a la que Calderón había llevado al partido donde —luego del dinero— tenía sus querencias el panista.

Estaba muy molesto, al parecer, por el actuar, inconcebible, de Felipillo que tan mal parado deja al PAN, e incluso impulsaba su salida en aras de recoger lo que quedaba antes de que el Acción Nacional fuera borrado como opción política del mapa de partidos a la mexicana. Incluso, por razones económicas, como es natural, aunque en ese sentido y en lo personal el regreso del PRI no le parecía nada mal.
Mientras que si alguna esperanza abrigaba la usurpación panista con respecto a que la sociedad se iba a condoler con la desaparición de Fernández, ya tiene del todo claro lo equivocada que en eso, como en todo lo demás, también estaba, como ha quedado evidenciado y documentado en correos que por la red de internet se comparten, en chats y en comentarios de los lectores de diarios.
Pasado el mundial y las elecciones (si muerto está), Calderón y sus secuaces deben estar ya desesperados por deshacerse del cadáver, y, muy probablemente, las declaraciones, dándolo por vivo y señalando el monto del rescate y el pago en otro país, luego de haber callado incluso a Televisa y ordenado el retiro de la investigación, de los obligados a hacerla, se vaya dando en preparación de la aparición del cadáver. El relato busca remitir a un grupo guerrillero y Morales Lechuga bien puede ser el asesor al respecto, tan falto de pensantes que se encuentra el fecalismo. Lo que tendría como objetivo fundamental además el de generalizar la represión en marcha.
Pero… en Gómez Mont el usurpador tiene un enemigo que va a contar la verdad de lo ocurrido con Fernández, y mucho más difícil le va a resultar a Calderón, aunque igual increíble sería, dado que la autoría está desmentida por ese lado, que quede impune “el levantón”, “desaparición”, “secuestro” o “extravío” del “jefe de jefes” del panismo que, “haiga sido como haiga sido”, hoy usurpa el poder Ejecutivo, ensangrentando de manera inconcebible, inaceptable, inmoral, imperdonable… el país entero. Mientras ya se detonan coches bombas en Juárez, también la sociedad de Coahuila ya ha sido convertida en víctima.
Pero si está vivo y el autor, sin conceder, es un grupo guerrillero, con el poder de llevarse así a Fernández de Cevallos, igual que se ponga a temblar el fascismo usurpador, aunque tampoco sean del todo buenas nuevas para los mexicanos.

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