A DEBATE
No olvidar
SUSANA RAPPO
Pobladores de Izúcar de Matamoros salieron ayer a manifestarse por las calles de su ciudad para expresar su repudio a la fábrica de pesticidas del Grupo Dragón Agricultura Nacional SA, ubicada en la zona, luego de que una explosión liberara químicos sobre un amplio radio de la región, afectando a su habitantes.
El asunto no es menor, básicamente por la toxicidad de los químicos. Está presente la historia trágica de un viernes 3 de mayo de 1991, cuando la planta mezcladora de plaguicidas Agricultura Nacional de Veracruz SA (Anaversa), ubicada en avenida 11 número 547 sufrió un incendio y tres explosiones en las que se quemaron por lo menos 18 mil litros de paratión metílico, 8 mil litros de paraquat, mil 500 litros de pentaclorfenol y 3 mil litros de 2,4 –diocloro–fenil–acético, todos ellos plaguicidas de alta peligrosidad. Considerándose dicho acto como el tercero en importancia de este tipo en el mundo, en México se le ocultó y se permitió que las personas volvieran a sus casas al día siguiente a pesar de que el área no había sido limpiada, habiéndose tratado los residuos como si no fuesen peligrosos.
En un estudio titulado Plaguicidas y Salud. El caso de Anaversa, de Jorge Arturo de León et al., se afirma que más de mil 500 personas resultaron envenenadas, 221 fueron hospitalizadas, 2 mil familias fueron evacuadas, ya que la planta estaba situada en una zona urbana, cerca de escuelas y otros edificios públicos.
Como demostró posteriormente un estudio realizado por la empresa Chemical Waste Management de México, y revisado por diversos toxicólogos, fue inminente la generación de dioxinas (sustancias altamente tóxicas) durante el siniestro. Dado que la empresa se encontraba en una zona con alta densidad de población, la nube tóxica afectó a cientos de personas. Durante los años posteriores a la tragedia se ha podido comprobar una mayor incidencia de casos de cáncer, deficiencias en la formación de células sanguíneas y alteraciones de la tiroides, además de probables afecciones a recién nacidos.
La empresa de inversión estatal y privada fue clausurada por parte de las autoridades ambientales, ya que se encontró un número importante de violaciones de las leyes, por la que se le multó, ordenándose el cierre de la misma, aunque los propietarios de la misma recibieron el pago de la póliza de seguros, sin mayores responsabilidades con los afectados.
Actualmente, Agricultura Nacional cuenta con una filial llamada Dragón SA de CV (antes Compañía Maquiladora de Polvos SA de CV) en Izúcar de Matamoros, Puebla. Lejos de contar con sistemas de seguridad para evitar un accidente como el de Córdoba, la empresa continúa fabricando sustancias altamente tóxicas, y tratando de silenciar a quienes han intentado alertar a la población sobre sus riesgos.
Lo acontecido en Izúcar de Matamoros es un aviso que obliga a las autoridades a actuar, en beneficio y protección de la salud de la población de la región, pero también a replantear la presencia de otras empresas de la industria química que se encuentran asentadas en territorio poblano, en zonas densamente pobladas y que producen químicos de alta toxicidad.
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