El espurio no halla piso en Juárez
Gilberto Balam Pereira
Cada vez está peor de sus cabales
Ante las graves acusaciones y gritos de los juarenses Fecal responde: “creo que hay cifras, que aunque sean VERIDICAS, no necesariamente corresponden a la realidad” ¡qué tal!
Un galimatías de oro, ¿habrá algún valiente que me descifre esta estupidez? Fue su respuesta al registro de más de 500 muertes a causa de la delincuencia organizada en los dos primeros meses del presente año, muchos más que el total del año pasado.
Fue más cierto el doctor Arturo Valenzuela que le espetó “sus cifras oficiales, señor, no reflejan la realidad”. Y es que el séquito de acompañantes del espurio no dejó de defender y justificar a su jefe en sus impúdicas mentiras y cifras fantasiosas, cuentas alegres. Sólo el día de la visita en unas horas fueron sacrificadas seis personas en la ciudad fronteriza.
“Muy grave –agrega ridículamente Fecal– la muerte de tres ciudadanos norteamericanos”.
Yo pregunto: y las casi 20 mil muertes de mexicanos, incluyendo un gran porcentaje de civiles inocentes relacionadas con la guerra al narcotráfico, de las que él es responsable ¿no son también graves? Todavía más, arguye “crímenes de esos funcionarios diplomáticos serán investigados a profundidad”.
La cuestión es que las investigaciones al respecto serán inútiles e improductivas como las que se han llevado al cabo con respecto a otros homicidios en esa ciudad, mientras exista complicidad en el gobierno.
El mismo doctor Valenzuela, presente en la rueda de prensa, agregó indignado: “no sólo esas tres muertes deben ser investigadas a fondo sino también los feminicidios y demás homicidios que han tenido lugar en esta ciudad”.
Lo cierto es que en el régimen de Fecal, a causa del narcotráfico, en esa ciudad norteña, el promedio de asesinatos al día alcanza la escalofriante suma de 12 diariamente.
Por supuesto que la policía federal reprimió a los manifestantes que repudiaban la inútil visita de funcionarios espurios. Ocho ciudadanos fueron detenidos con exceso de violencia.
“Este señor Calderón vive en otro planeta”, dijo Susana Molina, una de las manifestantes, “hemos dicho, no más soldados ni policías y él manda más”.
“Ya estamos hartos señor presidente” dice el periódico local “El Diario”.
Al final, el pelele espurio se lamentó: “de veras que las cosas están delicadas en Juárez, hay un daño que se está haciendo a la sociedad”.
Vaya descubrimiento de un enajenado, o se hace.
Comentarios aparte. Huelga política nacional
Muy estimulante para los luchadores sociales la protesta de numerosas organizaciones populares y sindicales en 25 estados por la situación que resiente el país y advirtieron que sus manifestaciones serán permanentes mientras no se dé marcha atrás a los atentados contra la Constitución.
Tomas, bloqueos y marchas. En otras ocasiones hasta huelgas de hambre.
En nuestra pobre existencia hemos tenido la oportunidad de participar activamente en numerosos eventos de este tipo que nos ha costado la pérdida del empleo, las agresiones policiacas, hasta la pérdida de la libertad y casi de la vida. El malestar y la mortificación contra el mal gobierno en turno han sido de siempre, y las generaciones no tienen la posibilidad de evaluar los resultados efectivos inmediatos de tales acciones. Lo que es incontrovertible es que se contribuye a hacer conciencia entre los sectores marginados de la sociedad que tendrá sus frutos tarde o temprano.
Pero los resultados de estos pronunciamientos populares contra la injusticia no son del corto plazo.
Los bloqueos de carreteras, por ejemplo, perjudican más a los ciudadanos que pretendemos granjearnos. Las marchas son casi siempre irrelevantes en sus objetivos. Contienen más bien formas de canalización de inquietudes que alcances de objetivos. Los resultados serán al mediato plazo, hasta que se tenga el dictado de las bases amplias. EL PODER LO DETENTA QUIEN POSEE EL DINERO Y LAS ARMAS PARA LA REPRESIÓN.
Por ejemplo, como ya se ha hecho costumbre, ayer la Policía Federal arremetió contra los trabajadores que protestaban sin medir las consecuencias. Niños de una guardería tuvieron que ser evacuados debido a las granadas lanzadas por la PF contra los electricistas.
Estrada Cajigal, exgobernador de Morelos acababa en un dos por tres las tomas de carreteras por la población. Otro caso, el de Oaxaca y su góber Uribe.
Otro, los campesinos y gente de Carrillo Puerto tenían la convicción de su lucha y el objetivo de socialización de la misma. Tenían todo, menos las armas.
Hay mucho qué decir al respecto, pero el espacio se acaba. El movimiento amplio de masas, la lucha electoral, los pronunciamientos colectivos, la organización de grupos de izquierda, jugarán en conjunto la toma del poder para iniciar el largo y doloroso proceso del cambio.
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