viernes, octubre 02, 2009

Más vigente que nunca el 2 de Octubre, María Teresa Jardí escribió este artículo


Más vigente que nunca el 2 de Octubre
2009-10-02




María Teresa Jardí

Las heridas se curan. Las fracturas se cierran. Pero para el que sufre una herida queda como recordatorio de lo ocurrido la marca. Mientras que el dolor de las fracturas, de tanto en tanto, regresa. Las marcas se van diluyendo con el tiempo y el dolor va desapareciendo. Pero cuando se repiten las misma heridas y las mismas caídas, adquiere mayor importancia el tener presente el motivo y los modos incluso para enfrentar, de mejor manera, la misma historia no curada que en cada una de sus versiones será infinitamente peor que en la primera.
Imposible de sanar las heridas que tienen que ver con la desaparición forzada de personas. Imposible las que tiene que ver la ejecución impune. La justicia tardía no es justicia. Pero el conocer la verdad a veces se acerca a la justicia.



El único acierto de Fox, frente a sus tantos y tan grandes desatinos, fue el haber creado una comisión para enfrentar de una vez por todas lo ocurrido en 68 y en su secuela posterior con la aparición, obligada por la cerrazón gubernamental, de grupos guerrilleros. Como todo lo que Fox toca la comisión creada para ese fin fracasó. Pero algo más de esa historia terrible de nuestra patria fue conocido incluso por los que se niegan a saber nada de nada porque la ignorancia, opinan, los que así piensan, facilita la vida. Otra falacia. La verdad siempre acaba por imponerse y lo hace de peor manera para los que a bofetadas se enteran cuando las calamidades llegaron a la casa del vecino evidenciando que ellos son los que siguen en la lista. La comisión al final resultó una farsa más de un sistema que ha fracasado y además impuesto a la mexicana, lo que ha permitido que hasta a un Fox, tocado de la mente, y hasta a un Calderón, de una pequeñez que pasma, se les haya impuesto como la cabeza política evidenciando que México es un país condenado de antemano al infierno de saberse con todo para salir adelante pero manejado por enemigos de un pueblo: el mexicano, contra el que ya son incontabilizables los crímenes cometidos.
Ya se enteran, por fin, incluso los que nunca quieren enterarse de nada, de que el 2010 es el año que remite al pueblo al mismo año de hace dos siglos que reivindica la población como el de su logro por lo que toca a la Independencia de México del Reino de España. Y más cercano todavía en tiempo al del logro del inicio de la Revolución Mexicana. Lo único que le van dejando al pueblo, nunca tan ignorado como hoy por los canallas que con descaro absoluto se han adueñado del poder y del dinero en beneficio de las mafias que todo lo controlan.
Lo que no quiere decir que ya esté todo decidido y al pensar en otra revuelta nos tendría que espantar la ausencia de líderes como Zapata y los muchos posibles sucesores de Villa que incluso se encuentran en grupos paramilitares como “La Familia”. Los que, como en la década de los setenta, una y otra vez, con cada nueva detención de un “miembro”, acaban, nos dicen, los que “mandan”. Al igual que antaño cada vez que asesinaban a algún miembro de La Liga 23 de Septiembre se daba a conocer la noticia diciendo que habían puesto fin a la “verdadera cabeza, esa sí”, de ese movimiento armado que desapareció cuando las condiciones se dieron para que efectivamente desapareciera.
Los que desgobiernan tampoco se han enterado de que al pueblo le va quedando claro que el verdadero enemigo del pueblo mexicano está justamente en los que hoy desgobiernan en los tres poderes a nivel federal y en los estados.
El Ejército Nacional quedó tocado con el 68 y con la guerrilla. Pero no perdió igual prestigio el Ejército Nacional ante el pueblo mexicano. Prestigio que le ha quitado Calderón con sus pésimas decisiones, quizá, pensadas, por quien realmente piense detrás de él, porque así le conviene al Ejército paralelo que aliado a García Luna, probablemente también pensado así para que cargue ese impresentable con todo el desprestigio, al Ejército Nacional le juega el puesto. Nada peor podría estarle ocurriendo hoy al país. Porque incluso para lo que viene México necesita un Ejército Nacional único y que entienda las razones del pueblo. De ahí que el dos de octubre, como nunca, esté presente hoy.

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