Errores, mentiras y desaciertos
2009-10-30
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Si está de acuerdo Felipe Calderón en que los empresarios que más ganan están obligados a pagar impuestos, entonces lo conducente sería que la Ley de Ingresos que propuso reflejara esta convicción. Sin embargo, en los hechos la oligarquía seguirá disfrutando de amplias exenciones fiscales, al fin que el pueblo es el que carga sobre sus espaldas el costo económico de una injusticia inconcebible en una nación democrática. Aceptó que la cúpula empresarial no cumple con el pago del 28 por ciento de Impuesto Sobre la Renta, como sí lo hacen los causantes cautivos, sino que cuando mucho desembolsa 1.7 por ciento, y suplicó a este reducido grupo de magnates que incumplen con sus obligaciones fiscales, que por favor lo hagan.
Desde luego, tales declaraciones serán rechazadas, incluso con vehemencia, dejando a Calderón más débil de lo que ya era el día de ayer. La plutocracia “mexicana” no acepta que se le llame la atención, menos por quienes están en el poder gracias a su apoyo. Ahora Calderón comienza a pagar los costos de haber llegado a la Presidencia de la República sin haber ganado legítimamente el voto mayoritario. Fue una pésima apuesta de la oligarquía, y una decisión a todas luces errónea, desconocer la voluntad popular en las urnas, y ahora tendrá que pagar las consecuencias. En Los Pinos tiene a un “general manager” ineficaz, que no sirve plenamente a sus intereses, pues cada día que pasa pierde capacidad para manejar los asuntos de su competencia.
El paquete fiscal será aprobado finalmente con leves modificaciones que no cambian el fondo, pues lo mismo da pagar 16 que 17 por ciento de IVA a causantes cautivos que verán mermados sus ingresos, obligándolos a reducir aún más sus exiguos niveles de vida. Sólo algún despistado podrá creer que se trata de un aumento transitorio por un año, de acuerdo con la propuesta del PRI. Llegó para quedarse, y debemos darnos por bien servidos. Con todo, para el año que viene las cosas en materia económica se pondrán al borde de la explosión, pues habrá una contracción muy fuerte que influirá en menores tasas de ganancia para los empresarios y banqueros.
Las clases medias son las que más sufrirán las consecuencias del asalto del gobierno a la sociedad, al tener que soportar un dramático descenso en su calidad de vida.
Con todo, lo que antes se ocultaba por parte del gobierno, que la cúpula empresarial disfruta de exenciones fiscales inaceptables en cualquier otro país, queda por fin plenamente descubierto por el propio Calderón. Esto no se lo habrán de perdonar los aludidos, quienes presionarán aún más al “gobierno federal” en castigo al desliz de aquél, lo que redundará en más problemas para el país. Calderón se quedó, como se dice coloquialmente, “chiflando en la loma”, y así seguirá, cada vez más solo y rechazado hasta por sus más firmes aliados. ¿Acaso no ha recibido fuertes críticas a su “gobierno” de parte de Vicente Fox, a quien está encubriendo y protegiendo indebidamente?
Cuando debería irse contra su antecesor, con el fin de rescatar algo de credibilidad a su mandato, teniendo en cuenta la extraordinaria corrupción en que incurrió Fox y su equipo más cercano de colaboradores, extrañamente sigue solapándolo. Así vemos cómo Calderón se está hundiendo lastimosamente, sin que se vislumbren posibilidades de que pueda revertir esta situación. En su afán de servir a la oligarquía, ha cometido errores que no podrá pagar, como la liquidación ilegal de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y la innecesaria confrontación con un sindicato de enorme trayectoria y gran capacidad política. Y ahora reconoce que los poco más de 400 grandes empresarios más influyentes del país incumplen sus obligaciones fiscales, y les suplica que lo hagan, lo que es otro error más.
Entre errores, mentiras, desaciertos y gran corrupción continúa un sexenio a todas luces lamentable para la sociedad nacional, sin que surjan posibilidades reales de corregir el rumbo, en tanto la izquierda sigue montada en el macho de la desunión por discrepancias mezquinas. El año 2012 se observa muy lejano, muy incierto, pues muchas cosas pueden ocurrir de aquí a entonces, lamentablemente ninguna positiva. La única posibilidad para evitar este pronóstico es que se organizara un gran movimiento social en defensa de la economía popular, la democratización del Estado y la vigencia de la Constitución General de la República en sus ordenamientos progresistas. Es así porque el “gobierno” de Calderón está rebasado por los acontecimientos y no cuenta con capacidad ni recursos políticos para enfrentar una realidad adversa que contribuyó a crear. Fox debe estar disfrutando al ver cómo Calderón, que se impuso como candidato contra su proyecto sucesorio, se está metiendo en hoyos cada vez más profundos, Vaya paradoja.
gmofavela@hotmail.com
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