miércoles, marzo 21, 2012

Puro enchape : Jorge Lara Rivera



Puro enchape
Por Jorge Lara Rivera


Prepotente y rijoso desde la impunidad, como acostumbra, rastrero con su patrón de Los Pinos y tomando la fácil puntada legaloide de una falacia –“libertad de expresión” y “derecho a la información de la sociedad”– como endeble base para justificar el injerencismo descarado del jefe del Ejecutivo federal en el proceso electoral, Javier Lozano Alarcón, flamante “vocero” del PAN ha salido a querer minimizar la denuncia pública de que “una PANdilla de cuatreros” se ha apoderado del partido, hecha por la diputada de la Asamblea Legislativa del DF, Lía Limón, tras el cochinero de las elecciones internas.
De paso, el oportunista esquirol que lucró en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social hostigando y persiguiendo al sindicalismo mexicano, tras servir de patiño a los suspiros del perdedor designado Ernesto Cordero Arroyo y arrojarse a los pies de Chepina Vázquez Mota, procuró desviar la atención sobre el lodazal en que medra tratando de raspar a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador. Pero los disparos le salen por la culata.
Al poner en entredicho el modus vivendi del tabasqueño perredista sembrando intrigas en la sociedad sobre el tema: de qué ha vivido estos 6 años sin tener empleo ni negocio, insinuando que son ilegales los 50 mil pesos que recibe de la asociación “Honestidad Valiente”, se cae en la cuenta de que Lozano Alarcón no tiene autoridad moral –ninguna– acusado como está por el empresario chino naturalizado mexicano Zheng Lee Yegong por extorsionarlo –“coopelas o cuello”– para guardar casi 210 millones de dólares en efectivo “para la campaña” del hoy ocupante de Los Pinos. Menos cuando se piensa en la magnitud del quebranto doloso a que el hampón, quien fungió como titular de la Secretaría del Trabajo y “Previsión” Social, llevó en apoyo a Juan Molinar Horcasitas (a la sazón en SCT) a la aerolínea Mexicana de Aviación, ni por el monto de las compras que por asignación directa realizó la Secretaría cuando él la encabezó, ni por las generosas dádivas que los poderosos intereses de la transnacional Grupo México (cuya filial Minera México opera Pasta de Conchos, en Coahuila), la minera canadiense New Gold y la empresa coreana que construye la planta regasificadora en Manzanillo, Colima, dispensaron a cambio de no ser estorbados con escollos legales laborales.


Eso aparte de lo harto conocido que es, por el contexto histriónico en que el diputado Gerardo Fernández Noroña lo hizo saber, que la esposa de Lozano Alarcón es “aviadora” en el CONAFE donde ha venido cobrando 50 mil pesos mensuales durante todo el actual mandato. En lo relativo al examen antidoping, ya Enrique Peña Nieto le ha dicho que no tiene inconveniente si lo realiza una misma e independiente instancia, tal la UNAM, y no por empresas particulares distintas y a modo como pretende el panismo. La verdad es que el patán Javier Lozano, tránsfuga del tricolor quien ahora quiere convencer que es más panista que el PAN, podría estar desangrándose tras morderse la lengua, sobre todo al escuchar las incoherencias, lapsus y extravíos en que por intoxicada (no se sabe si dopada o ebria) su repentinamente admirada Chepina en la, por eso, tristemente célebre entrevista radiofónica posterior a su penosa comparecencia ante un estadio semivacío. Y es que estos “puros” nos han resultado, de verdad, puro enchape.

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