Los tres Larrazábal: el del PRI, del PAN y el de los quesillos : Alvaro Cepeda Neri

Los tres Larrazábal: el del PRI, del PAN y el de los quesillos
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas

 Los Larrazábal Bretón son originarios de Oaxaca. Son arquitectos: Jaime Arturo por la Universidad de Oaxaca y Fernando por el Tecnológico de Monterrey. Jonás ni fu ni fa, pero como sus dos hermanos, bueno para los negocios. Hay un cuarto que no anda en escándalos, viviendo de su profesión. Fernando milita en el PAN quien, como se dice en la jerga del arribismo social, dio el “braguetazo” y se matrimonió con una más o menos rica de Monterrey. Le llegaron los contratos vía familiar y se metió a la “grilla” de la derecha religiosa, a oír misa los domingos y comulgar previa confesión (para perdonarle sus pecados, sobresaliendo su adoración al becerro de oro). Jaime es del PRI donde ha escalado dos o tres cargos. O lo era hasta que se conectó con el ex priísta Gabino Cué, en cuyo gobierno oaxaqueño labora. Y tal vez regrese a la capital del país, para apoyar a su amiga y precandidata Beatriz Paredes a Jefa de Gobierno del Distrito Federal.
Jaime y Fernando juegan su pacto de jalarse uno al otro. Uno por la derecha y el otro… también. Fernando fue presidente municipal de San Nicolás de los Garza, Nuevo León. Santiago Creel, como secretario de Gobernación con Fox, lo puso al frente del descentralizado de la SEP para la construcción de escuelas. Y lo mandaron a concluir la “megabiblioteca” José Vasconcelos que, trinquete tras trinquete, terminó en una estructura inútil donde, nos informa la reportera Julieta Riveroll, se ha instalado un “cibercafé” (Reforma: 5/III/12). Luego fue alcalde de Monterrey, donde hoy renuncia para ser candidato pluri a diputado federal, por órdenes de Ernesto Cordero, Gustavo Madero y el visto bueno de Calderón. Casi lo expulsan del PAN, pero accionó sus relaciones y el cobro de favores a Los Pinos, para gestionar su exculpación.

Y es que está enredado en los negocios de quesillos, tlayudas, chocolate de bola y antojitos oaxaqueños con los que Jonás recibía pagos en los casinos por esas ventas y un agregado por ser hermano del alcalde. En Monterrey los panistas de larga carrera sospechan que Fernando y Jonás eran socios. Pero el PAN lo ha premiado con esta postulación. Durante su gestión, la delincuencia “gobernó” al municipio; pero su familia vive a salvo en Estados Unidos –como la del desgobernador Medina–, en tanto que los ciudadanos sufren las consecuencias de la guerra calderonista contra los narcotraficantes, que ha causado más de 60 mil muertos.
Fernando Larrazábal es candidato “pluri” a diputado federal, marginando a los cuadros panistas de tradición, que han dado la cara por el PAN y por Calderón. Así es como se “cuecen las habas” en el partido fundado en 1939 (y el PRI, como tal, en 1946) y que los calderonistas han asaltado para quedarse con él, con oportunistas que ya traicionaron la doctrina derechista. De los tres Larrazábal, sobrevive políticamente Fernando, Jonás está escondido en Oaxaca por órdenes familiares; y Jaime se cobija con Gabino Cué, a la espera de ver si los vientos llevan al puerto de Los Pinos al PRI, para regresar al redil, mientras Fernando se afianza en el PAN.

cepedaneri@prodigy.net.mx