PAN: perdidos en su laberinto
Julián Andrade
El PAN está metido en un laberinto complejo, donde será difícil encontrar la salida y, todavía más, la correcta. Sus tres aspirantes presidenciales, Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero no están generando un impacto similar al logrado por el priísta Enrique Peña Nieto y por el perredista Andrés Manuel López Obrador.
Bien o mal, estas dos últimas organizaciones políticas han resuelto el tema de la candidatura.
Contra todo pronóstico, donde lo han hecho mejor, hasta el momento, es en la izquierda, y están transmitiendo un mensaje de unidad y de entendimiento.
Hace meses, cualquier apuesta en ese sentido habría parecido arriesgada o de plano desproporcionada, pero ahora no, porque el factor que representa Marcelo Ebrard está funcionando para acercar visiones y diagnósticos muchas veces enfrentados.
En el PRI el senador Manlio Fabio Beltrones optó por no contender por una suma de pragmatismo y visión de futuro.
Lo que piense construir el líder de los senadores en el futuro, será más sencillo que cargando una derrota en la contienda interna, la que lucía, por donde se le vea, como inevitable.
La unidad no es todo lo intensa que quisieran en el equipo del precandidato, pero el costo es bastante menor si se toma en cuenta que el peor enemigo del PRI suele ser, el PRI.
Por eso el enredo panista es mayor. Haciendo cuentas, Vázquez Mota y Creel llevan la delantera y por una ventaja hasta ahora evidente, el problema es que Cordero es el candidato de Los Pinos y puede lograr un amplio apoyo entre panistas, aunque esto no se refleje, al menos de momento, en las encuestas.
El reto, en caso de que prospere el ánimo presidencial, será hacer competitivo a un aspirante que siempre estuvo debajo de sus contendientes durante el proceso de selección interna.
Lo lógico sería que las cosas se decantaran por Vázquez Mota, pero la lógica no es la que suele imperar en la vida del PAN.
Creel lo tiene más difícil, por su propia posición en el imaginario popular y porque es el que menos simpatías despierta en la casa presidencial. Los motivos son varios y algunos de ellos tienen que ver con la posición del senador con licencia, en el tema de la seguridad, la que sin duda es coherente, pero no está en la línea de unanimidad que se pretende.
Pero el agravio mayor es que Creel contendió con Calderón, cuando el hoy Presidente tuvo que realizar una campaña interna desde abajo y sin el apoyo de los panistas cercanos a Vicente Fox.
Lo que puede definir el camino a recorrer es el diagnóstico que indica que los panistas van a tener que hacer un esfuerzo titánico si quieren conservar el poder.
Se ve difícil, es verdad, pero más lo será en tanto no definan con claridad a quién quieren como abanderado para enfrentar a dos pesos pesados, Peña Nieto y López Obrador. Nada fácil, sin duda.
julian.andrade@razon.com.mx
Twitter: @jandradej
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