jueves, diciembre 22, 2011

Adiós a un año olvidable : Guillermo Fabela Quiñones



Guillermo Fabela Quiñones
Adiós a un año olvidable



Llega a su fin el año 2011, un año cargado de problemas que pudieron superarse gracias a la inercia de los factores positivos de los años pasados, sobre todo los altos precios del petróleo y la ampliación de las exportaciones. Sin embargo, el desempleo sigue siendo el enemigo a vencer, por las consecuencias que tiene este fenómeno sobre la economía en su conjunto. El mercado interno continúa a la baja, lastre que no ha sido posible tirar por la importancia prioritaria del externo.
Cumplió un año el paro de labores en la compañía Mexicana de Aviación, sin que se vislumbre una salida favorable a los trabajadores de tierra y aire, con pérdidas incalculables, no sólo para la empresa sino para el país, teniendo en cuenta que las rutas que antes cubría ésta, ahora están cubiertas por empresas extranjeras, y la principal competidora nacional, Aeronaves de México, uno de cuyos socios mayoritarios es el ex banquero Roberto Hernández.
Por otro lado, el conflicto con los trabajadores de la extinta compañía Luz y Fuerza del Centro llegó a su segundo aniversario, sin que tampoco se vean posibilidades de una solución que satisfaga a todas las partes involucradas. La violencia extrema en el país siguió siendo el común denominador, con saldos muy dramáticos para la sociedad en general. Con todo, cabe la esperanza de que en el 2012 las cosas no se compliquen aún más, por el clima electoral que todo lo habrá de envolver, a menos que Felipe Calderón y la oligarquía no dispongan otra cosa.
En lo económico, las perspectivas no son nada halagüeñas, pues según pronósticos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), habrá menor crecimiento y menor capacidad del aparato productivo para generar empleos. El Producto Interno Bruto aumentará este año 3.8 por ciento, en el mejor de los casos, cuando los pronósticos iniciales daban un porcentaje de 4.4, el cual se modificó a la baja por los efectos negativos de la situación económica mundial.


Con todo, uno de los factores que más incidirán negativamente, será el incremento de la deuda externa bruta en más de 60 por ciento, al colocarse en más de 275 mil millones de dólares, cifra que duplica la de las reservas internacionales de México. El banco central informó que el crecimiento de la deuda externa bruta mexicana ha sido de 104 mil millones de dólares durante el actual sexenio, de los que 58 mil 639.8 millones de dólares corresponden a deuda del gobierno federal.
No hay que olvidar que el principal detonador de la crisis que vive actualmente la Unión Europea se encuentra en el crecimiento desmedido de la deuda externa de los países más afectados, como Grecia, España, Italia, Portugal. Los expertos ven muy difícil que el mundo pueda regresar a las condiciones que se vivieron antes de la actual crisis, menos aún si no hay voluntad de los grupos de poder real para modificar un modelo económico que es el principal causante de la especulación y el saqueo global.
Que el modelo neoliberal ya dio todo de sí, lo patentiza el incremento del desempleo juvenil en la eurozona, como se desprende de la información proporcionada por el comisario europeo del Empleo, Laszlo Andor, quien puntualizó que el desempleo juvenil afecta a 21 por ciento de ciudadanos juveniles de la eurozona. Señaló que este fenómeno, al igual que en nuestro país, no sólo afecta a jóvenes poco calificados, sino a titulados universitarios que no consiguen encontrar su primer empleo.
Actualmente hay más de 5 millones de jóvenes desempleados en la Unión Europea, mientras que 7.5 millones de ellos ni estudian ni trabajan, situación muy similar a la que vive México, con la diferencia de que este número de “ninis” aquí se da en un solo país, mientras que en la eurozona son 27 estados miembros los que integran dicho conglomerado de naciones. De ahí la urgencia de que en nuestro país se dé una atención prioritaria a esta dramática situación, so pena de perder no una, sino varias generaciones de brazos productivos, un derroche que México no se puede permitir, teniendo en cuenta que la juventud abarca más de un tercio de la población nacional.
Y para cerrar el año con “broche de oro”, hubo un nuevo conflicto demostrativo de que el espíritu de Huitzilopochtli sigue muy vivo en el país, para recordarnos que los poderosos no necesitan de fuero, pues lo ejercen en los hechos. Una elemental petición al gobierno de Guerrero, por parte de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, cerró de manera lamentable el año 2011. El saldo de dos muertos y un indeterminado número de heridos es, apenas, un asomo de una realidad mucho más complicada. No hay voluntad política para apoyar a las normales rurales. En vez de eso hay una firme intención de aniquilarlas, dizque por ser semillero de “guerrilleros”. No se quiere entender que contribuyen de manera importante en el desarrollo social de áreas empobrecidas, como lo demuestra la región de Ayotzinapa.
La corrupción sigue siendo un pesado lastre, cuyas consecuencias invisibles son las más dañinas para el tejido social del país. Esto porque el flagelo cae como una gran cascada que todo lo barre a su paso. La corrupción que cuenta y la que debe combatirse a fondo es la que se da en las elites de la sociedad nacional. Sin embargo, si México sigue vivo como Estado, es gracias a que sólo una minoría es esencialmente corrupta, la que se beneficia con los grandes negocios que se hacen a costa de los bienes de la nación. Ahí están los casos de Pemex Repsol, de Mexicana de Aviación, de los gasolineros extorsionados para permitirles dar litros de ochocientos mililitros, etcétera.

(guillermo.favela@hotmail.com)

No hay comentarios.: