Fastuoso, carísimo, inútil y agresivo sobre la zona monumental de Puebla: el Viaducto I. Zaragoza

San José, en la 2 Norte y el bulevar 5 de Mayo, y la supuesta lateral donde se ve el segundo piso “aterrizando” enfrente de la parroquia para llegar a la esquina de la 18 Oriente / Fotocomposiciones Luis Fernando Rodríguez

Fastuoso, carísimo, inútil y agresivo sobre la zona monumental de Puebla: el Viaducto I. Zaragoza

ANAMARÍA ASHWELL

Pido a los lectores de La Jornada de Oriente que estudien con detenimiento este fotomontaje. Fue realizado por Luis F. Rodríguez para que los poblanos tengan una idea visual y cabal de la agresión a la imagen urbana y a los espacios públicos en la zona monumental una vez que el segundo piso del Viaducto I. Zaragoza cruce, con un puente vehicular, sobre áreas emblemáticas de la historia y la traza arquitectónica colonial de la ciudad de Puebla. Con este fotomontaje asistimos, hoy, especialistas (arquitectos, urbanistas, antropólogos e historiadores) y ciudadanos residentes del Centro Histórico al Consejo Ciudadano del Centro Histórico para cuestionar el despilfarro inútil de recursos públicos en esta obra faraónica que se ha iniciado en abierta violación a las leyes que protegen suelo y monumentos en la ciudad de Puebla.

Porque debe quedar bien claro a todos los poblanos, ciudadanos y autoridades por igual, que el gobernador Rafael Moreno Valle, sin decir agua va; sin licencia del INAH (Puebla tiene declaratoria de Zona de Monumentos Históricos desde el año 1977), sin estudios (que la ley exige) sobre impacto ambiental, social y cultural, sin prevenir o invitar la participación de los ciudadanos que integran el Consejo del Centro Histórico; sin incluir esta obra vial en el Plan de Desarrollo Estatal 2011–2017; sin realizar estudios arqueológicos previos de suelos con elementos constructivos del tiempo prehispánico de la ciudad, así como de los siglos XVI–XIX que el viaducto afectará irreversiblemente en la zona monumental del barrio de San Antonio, las inmediaciones del templo de San José, el arco de Loreto... inició la construcción de los “segundos pisos” que mencionó, pero no especificó en su campaña electoral, el cinco de abril pasado con una inversión de 486.5 millones de pesos. Repito, 486.5 millones de pesos justificados, según él y sus “técnicos”, porque la Calzada Zaragoza (actualmente de tres carriles) tiene una circulación vehicular de 480 mil autos por día y eso corresponde a 60 por ciento de todos los autos que circulan por la capital. Estas cifras justificadoras de semejante inversión faraónica en la construcción del Viaducto I. Zaragoza es un error y/o una mentira: como lo demuestran investigadores del INAH–Puebla en una carta que han hecho pública, esas cifras arrojan 333 vehículos por minuto, casi el doble de vehículos por minuto (182) que salen de la Ciudad de México durante temporadas festivas, como la Semana Santa. En ningún lugar de la zona metropolitana y aledaña de Puebla, incluso en zonas donde hay problemas de flujos vehiculares –como el bulevar Atlixco, bulevar Héroes 5 de Mayo o la 11 Norte– se contabiliza esta inflada cifra de tráfico vehicular. Entonces, quizás porque el gobernador Rafael Moreno Valle no puede justificarse, o no necesita justificarse o no tiene justificación, al erogar 486.5 millones de pesos en la destrucción de la imagen urbana de nuestra zona monumental construyendo puentes elevados para atraer mayor flujo vehicular a la zona monumental de Puebla, invitó al presidente Felipe Calderón a que nos diera a los poblanos la verdadera razón de la construcción del Viaducto Zaragoza: en la zona de monumentos de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe el titular de Poder Ejecutivo federal, sonriendo, nos dijo a los poblanos que el Viaducto I. Zaragoza nos servirá para festejar los 150 años de la Batalla de Puebla (ver crónica de M. Hernández, La Jornada de Oriente 20 de julio 2011). Allí mismo, el secretario de gobierno de Moreno Valle, Fernando Manzanilla Prieto, agregó que además serán más de 2 mil millones (repito, 2 mil millones) para festejar la Batalla del 5 de Mayo, porque no sólo habrá inversiones en infraestructura, sino también en arte y cultura. Guillermo Jiménez Morales fue designado por Moreno Valle para estar al frente del Comité Conmemorativo y tocó a este exgobernador PRI–ista, a su vez, explicarnos que la inversión en cultura y arte en el “altar de patria” incluye 100 kilómetros de bardas circundantes al cerro que alberga los Fuertes de Loreto y Guadalupe, hoteles boutiques, restaurantes, estacionamiento para 2 mil coches y un centro musical donde actuarían “las óperas mejores del mundo” (sic). Nos contó también que sembrarán árboles y plantas, habrá riego, por supuesto, en “un gran parque ecológico”, quizás para compensar la tala de árboles maduros que ya realizaron para crear este futuro paraíso ecológico en el cerro.

Lo que nos concierne a los académicos que hemos estudiado y vivido la ciudad, su historia y su cultura no es discutir los planes cacareados por el gobernador Moreno Valle y sus amigos para este gran festín so pretexto de la Batalla del 5 de Mayo (aunque asustan esos montos de inversión en una ciudad que se vacía y sus habitantes en zonas marginadas tienen carencias en vivienda, transporte urbano y servicios), sino puntualmente el Viaducto Zaragoza con el cual iniciaron sus festividades. El Viaducto Zaragoza está trazado para desahogarse en el Centro Histórico con el consecuente impacto irreversible sobre inmuebles monumentales y patrimoniales y con afectaciones negativas en la vida y el flujo peatonal de los que habitan y comercian en el Centro Histórico. Afecta la imagen y el espacio público, el paisaje cultural heredado, desinhibe al peatón, al ciclista y desalienta una vida citadina que no puede tener más al automóvil como el único habitante privilegiado de la ciudad.

Mañana el Consejo del Centro Histórico inicia una segunda sesión en la Sala Sor Juana Inés de la Cruz de la UPAEP a las 9 de la mañana (21 Sur 1123). A esta primera sesión, aunque fueron invitados, no llegó ningún representante del gobierno de Moreno Valle. El arquitecto Ignacio Acevedo asistió en representación del ayuntamiento de Puebla, pero no tuvo respuestas ni tiene las atribuciones para explicarnos esta afrenta a la zona de monumentos, porque es iniciativa del gobernador. Un gobernador que no mandó a ningún representante porque  no solo no reconoce nuestro derecho de ciudadanos de opinar, informar y estar informados, sino que pareciera tener, él,  una idea completamente distinta que la de muchos académicos y estudiosos de la ciudad sobre cómo debe conducirse el manejo, administración y resguardo de una ciudad monumental como Puebla.