Astillero
Chente: poder militar, no civil
Ejes del mal, según Semar
Veracruz: matar periodistas
Carpizo, asesor de Sicilia
Desde Puerto Rico, Chente ha definido con más precisión su nueva versión de Foxilandia encopetada. Lo que más ha llamado la atención es la enjundia con que defiende su nueva adscripción: niega que el retorno del dinosaurio a Los Pinos pueda significar una regresión política o social, pues ve a poderes judicial y legislativo fortalecidos y resistentes a vocaciones autoritarias, pero sobre todo, según ha puntualizado en una frase digna de ser inmortalizada con pita en botas cerebrales: Si el PRI regresa al poder, como sinceramente creo que sucederá, será porque ha aprendido su lección. Hay una nueva generación de priístas cuyos miembros crecieron en un ambiente democrático. Enrique Peña Nieto pertenece a esa generación. Tómala, Felipe.
Sin embargo, las más recientes revelaciones del neopriísta tardío también contienen una dosis de cruda crítica a la guerra felipista contra el narcotráfico que, además de lo ya muy dicho y conocido por el súbito crítico del panismo y el calderonismo, apuntan a que el actual ocupante de Los Pinos ha perdido el poder o cuando menos lo ha cedido en porciones importantes a las armas oficiales: “No se pueden seguir violando los derechos humanos y los debidos procesos jurídicos. El poder y el control no parece ejercerse ya por los civiles sino por los militares y esto es inaceptable. México tiene que salir de esa trampa…” (entrevista realizada por Mario Alegre Barrios en El nuevo día, bajo el título Vicente Fox, reflexiones de un dios efímero http://j.mp/otGnkj).
Visión explicablemente contraria tiene el secretario de la Marina, almirante Mariano Francisco Saynez, según hizo saber a sus escuchas ayer (entre ellos, FC) durante una ceremonia en Antón Lizardo, Veracruz. El jefe de las agrupaciones acuáticas cada vez más activas en la lucha terrestre contra bandos del narcotráfico emitió consideraciones emparentadas con las que sus similares de otros países sumergidos en guerras internas han pronunciado para eximir a los comandos de alta efectividad de imputaciones jurídicas e históricas: las protestas de ciudadanos, denunciando abusos de marinos en su contra y detallando violaciones a los derechos humanos, provienen de manipulaciones hechas por los mismos infractores nefastos, deseosos de desmovilizar a quienes, como lo dijo ayer Saynez respecto a sus subordinados, siempre actúan en el marco de las leyes.
El secretario Saynez utilizó términos inadecuados para un discurso oficial (malévolos y maldad): los grupos delictivos tratan de manchar a las instituciones utilizando grupos ciudadanos y la bandera de los derechos humanos con el fin malévolo de obstruir la participación de las mismas en su contra y así tener el campo abierto a su maldad (cita tomada del reporte de Jesús Aranda en el portal de La Jornada). Pecadores que, por tanto, son sujetos de natural y legítima persecución y exterminio (peligros para México), ha de entenderse que son esos ciudadanos, como si en alguna instancia gubernamental, tal vez en la propia Marina, existiera un mecanismo de medición ética o religiosa. No es propio de una autoridad perteneciente a un Estado formalmente laico el trazar ejes del mal, sino ajustarse a la legalidad vigente que establece, en todo caso, delitos y sanciones, sin facultar a nadie para justificar sus acciones impugnadas a partir de valoraciones subjetivas de los presuntos móviles de maldad o bondad que cada ciudadano tuviera.
En ese mismo Veracruz de rojo persistente (no sólo el de la Fidelidad, sino el de la sangre constantemente derramada), una reportera del diario Notiver fue asesinada, luego de dos días de secuestro. Yolanda Ordaz suma su nombre al del columnista conocido como Milito Vela, que semanas atrás fue ejecutado junto con su familia en su domicilio particular. La procuraduría estatal de justicia hizo saber datos que apuntan a la posible participación de la periodista en favor de algún bando delictivo cuyos contrarios habrían tomado venganza. No es desconocido que diversos cárteles tratan de establecer relaciones oscuras con reporteros en sus zonas de influencia, y que hay incluso jefes de prensa, pero, mientras no existan pruebas incontestables del involucramiento de un periodista en esas actividades ilegales, el etiquetar un crimen con esa salida rápida puede significar el encubrimiento de las verdaderas razones homicidas y la justificación de represalias o amedrentamientos al ejercicio periodístico. Es menester, en el caso de Yolanda Ordaz, la máxima pulcritud indagatoria para que haya convicción sobre lo sucedido.
Astillas
Resumen gráfico: Sicilia ha abrazado a Calderón, se ha fotografiado con Vázquez Mota y ha besado la mano de la procuradora Morales. Resumen político: Sicilia, en el castillo de Chapultepec, dio pie a un repunte de Calderón y le permitió sostener sus tesis bélicas, sin adversario al frente; ha impulsado propuestas felipistas de efectismo, como la de la presunta reforma política, y ha ayudado a que la institucionalidad causante o corresponsable de la gran tragedia nacional genere actos ceremoniales de presunta apertura y preocupación que acaban consolidando lo presuntamente combatido. Y ahora, según nota publicada en La Jornada por Elizabeth Velasco (http://j.mp/qh8M3o) el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad engalana sus filas con un asesor de lujo: Jorge Carpizo Mc Gregor, personaje clave en la política salinista de procuración de justicia, derechos humanos y gobernación. Según la nota referida, Sicilia indicó que Carpizo se desempeña como coordinador de la propuesta alternativa de ese movimiento en materia de seguridad nacional federal. El licenciado CSG seguramente volverá a expresar amables consideraciones hacia el movimiento en mención...
Y, mientras EU procesa a 30 soldados mexicanos que cruzaron la frontera sin autorización, ¡hasta mañana, con la Secretaría de Economía advirtiendo que venideros reportes del Coneval seguramente no serán buenos: es decir, la pobreza es casi un hecho que habrá aumentado en años recientes!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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