Jorge Lara Rivera
Represalia prepotente
El anuncio lo hizo la Secretaría de Gobernación del artero Francisco Blake Mora sólo un día luego. En represalia por exhibir la sospechosa ineficiencia y la violencia indiscriminada de los agentes federales, recursos federales para apoyar la lucha contra la delincuencia organizada en ese municipio le fueron cortados a Ciudad Juárez, Chih. Héctor Murguía, alcalde de Juárez, había desmentido, categórico, el día previo las argumentaciones de los agentes federales quienes dispararon contra el vehículo en que estaba el Cmdte. Julián Leyzaola, secretario de Seguridad Pública de ese municipio, atentando contra su vida aprovechando la circunstancia de la reyerta en el penal municipal, con saldo de 17 reos muertos. Y es que, al negar que éste se encontrara en la zona acordonada cuando se produjo el ataque como aducían, motivó una denuncia del agraviado ante la PGR de la facciosa Marisela Morales contra la Policía Federal por homicidio en grado de tentativa. Murguía ha padecido en alguna otra ocasión la prepotencia de los agentes federales quienes han atacado a sus escoltas, buscando dejarle sin seguridad. En numerosas ocasiones anteriores, el propio gobierno del estado de Chihuahua ha reclamado al Ejecutivo federal haberlo dejado solo en el combate al narco y al crimen organizado en medio del aumento de la violencia; sólo hace unos meses fue escuchado y se enviaron soldados al área, ya que la Policía Federal está vinculada con extorsiones a ciudadanos, secuestros y se la acusa de coludirse con el narco en el Valle de Juárez, lo cual salió a luz pública con la serie de asesinatos cometidos contra activistas sociales que motivó el reclamo de organismos internacionales de Derechos Humanos.
Arrogancia, prepotencia y abuso son algunos signos distintivos del llamado ejército negro a las órdenes de Genaro García Luna, el cual suele llevarse el mérito cuando los operativos contra la delincuencia tienen éxito, aunque los galones se los hayan ganado a brazo partido y con riesgo de sus vidas los soldados y los marinos. La razón de su impunidad no obstante vulnerar la soberanía de los estados y agraviar la autonomía municipal hay que encontrarla en que el engendrito constituye el núcleo de fuerza de este régimen fascistoide que militariza la vida cotidiana.
Mas no obstante los esfuerzos oficiales por hacerlos lucir como profesionales con entrenamiento de élite y probidad indiscutida es sabido que llegan al lugar de los hechos y esperan a que sea allanado el camino por ésos, aunque en las presentaciones ante medios, ruedas de prensa y conferencias periodísticas aparezcan recibiendo los créditos; eso independientemente de las numerosas detenciones de rufianes, secuestradores y delincuentes de toda laya mismas que refutan su confiabilidad. Así, con evidente tinte faccioso, politizando de modo inaceptable el uso de los recursos públicos y en abierta contradicción con otro anuncio previo, del propio Blake Mora, acerca de que “las fuerzas federales no saldrían de esa ciudad porque sería abandonar a los ciudadanos a manos de los criminales”, tal polo de altísimo flujo de migración legal e indocumentada quedó privado, con pretexto baladí, de los apoyos económicos que le corresponden y requiere con urgencia mayor que otros, en clara muestra de represalia e intolerancia.
Justo con relación a la situación de los migrantes centroamericanos en México y en claro afán de lavar su imagen (deteriorada por las matanzas perpetradas contra éstos con la connivencia de personal del Instituto Nacional de Migración, dependencia de la SEGOB de Pancho Blake Mora), el régimen ha recibido estos días en Chiapas, el otro polo de alta migración del país, al Relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, Felipe González, cuyo informe despierta expectativas de que tal mejore de modo sustantivo y trascienda la sola aprobación de normas más benevolentes con ellos. Pero es poco lo que puede esperarse de un gobierno que cuando no puede maquillar las cifras, como en el caso de las de pobreza recién reportadas por CONEVAL, opta por ignorarlas y mentir de modo escandaloso que resultaría risible de pueril, si no fuese tan irresponsable e insensible socialmente, como ante el irrefutable incremento de la población nacional en situación de pobreza entre 2008 y 2010 o sea, esta administración; cuya gravedad el Ejecutivo federal minimizara el jueves, saliendo con que “se logró contener el avance de la pobreza extrema”. ¿Da pena no?
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