ECONOMÍA A RETAZOS
AMLO, congruencia total
Jesús Ortega, presidente nacional del PRD, es un dirigente espurio; sí, igualito que Felipe Calderón. Impuesto por un Tribunal, el Chucho mayor como se le conoce, ha entregado vendido y dividido al partido; en su gestión se ha concebido lo inconcebible, la alianza PAN–PRD, que moralmente es la aberración mas grande que puede existir, en tanto ambos partidos tienen fundamentos ideológicos diametralmente opuestos, que no comparten más que la ambición de las dirigencias de obtener puestos de poder burocrático y dar algunas migajas al partido de menor peso político. Esa es la experiencia en aquellas entidades donde se han dado estas alianzas.
Los chuchos, como se le conoce a la dirigencia amañada que se ha apoderado del partido, se quejan de que AMLO no acata las decisiones del órgano máximo del PRD, su Consejo Nacional, pero a los chuchos se les olvida que fueron ellos los primeros que traicionaron las decisiones del propio Consejo, que en 2006 acordó no reconocer jamás a Felipe Calderón como presidente, dado que se había robado la presidencia de la República. Pronto olvidaron el acuerdo y se robaron la presidencia del partido para entregarla a Jesús Ortega y hacer precisamente lo que están haciendo hoy, entregarse servilmente a la derecha. Con estos antecedentes, ¿se imagina usted el resultado de una consulta organizada por los chuchos amafiados con el PAN?
A mí me consta porque nadie me lo contó, que cuando fue la renovación del partido aquí en Puebla, hubo casillas que no se instalaron y se dio fe notarial de ello, y esas mismas casillas aparecieron luego con mil votos, todos a favor de los chuchos. La verdad, una consulta dirigida por los chuchos, acompañados por los panistas, resultaría más que amañada.
Es evidente que al aliarse con la derecha la gente no gana absolutamente nada, pues la derecha jamás gobernará con los postulados de la izquierda, simplemente no se le da la justicia social, la igualdad o la inclusión y, mucho menos, la democracia participativa.
Por eso resulta de gran congruencia la decisión que tomó el domingo pasado Andrés Manuel López Obrador, de separarse temporalmente del PRD. Esa actitud frente a la aprobación de la consulta para aliarse con la derecha, era algo que mucha gente hubiéramos querido ver desde hace mucho tiempo en tanto la postura entreguista de la dirigencia espuria de buscar alianzas sometidas con la derecha, es algo que la gente de base nunca ha aceptado ni aceptará.
Si los chuchos fueran capaces de reconocer la autoridad política, moral, la honestidad y congruencia de López Obrador, y intenso trabajo con las bases, la única alianza que buscarían sería, justamente, con AMLO y su gran movimiento ciudadano de regeneración nacional, que cada día crece y crece en todo el territorio nacional y del cual usted puede formar parte. Visite la página www.regeneracion.mx.
VIRGINIA GONZÁLEZ MELGAREJO
Jesús Ortega, presidente nacional del PRD, es un dirigente espurio; sí, igualito que Felipe Calderón. Impuesto por un Tribunal, el Chucho mayor como se le conoce, ha entregado vendido y dividido al partido; en su gestión se ha concebido lo inconcebible, la alianza PAN–PRD, que moralmente es la aberración mas grande que puede existir, en tanto ambos partidos tienen fundamentos ideológicos diametralmente opuestos, que no comparten más que la ambición de las dirigencias de obtener puestos de poder burocrático y dar algunas migajas al partido de menor peso político. Esa es la experiencia en aquellas entidades donde se han dado estas alianzas.
Los chuchos, como se le conoce a la dirigencia amañada que se ha apoderado del partido, se quejan de que AMLO no acata las decisiones del órgano máximo del PRD, su Consejo Nacional, pero a los chuchos se les olvida que fueron ellos los primeros que traicionaron las decisiones del propio Consejo, que en 2006 acordó no reconocer jamás a Felipe Calderón como presidente, dado que se había robado la presidencia de la República. Pronto olvidaron el acuerdo y se robaron la presidencia del partido para entregarla a Jesús Ortega y hacer precisamente lo que están haciendo hoy, entregarse servilmente a la derecha. Con estos antecedentes, ¿se imagina usted el resultado de una consulta organizada por los chuchos amafiados con el PAN?
A mí me consta porque nadie me lo contó, que cuando fue la renovación del partido aquí en Puebla, hubo casillas que no se instalaron y se dio fe notarial de ello, y esas mismas casillas aparecieron luego con mil votos, todos a favor de los chuchos. La verdad, una consulta dirigida por los chuchos, acompañados por los panistas, resultaría más que amañada.
Es evidente que al aliarse con la derecha la gente no gana absolutamente nada, pues la derecha jamás gobernará con los postulados de la izquierda, simplemente no se le da la justicia social, la igualdad o la inclusión y, mucho menos, la democracia participativa.
Por eso resulta de gran congruencia la decisión que tomó el domingo pasado Andrés Manuel López Obrador, de separarse temporalmente del PRD. Esa actitud frente a la aprobación de la consulta para aliarse con la derecha, era algo que mucha gente hubiéramos querido ver desde hace mucho tiempo en tanto la postura entreguista de la dirigencia espuria de buscar alianzas sometidas con la derecha, es algo que la gente de base nunca ha aceptado ni aceptará.
Si los chuchos fueran capaces de reconocer la autoridad política, moral, la honestidad y congruencia de López Obrador, y intenso trabajo con las bases, la única alianza que buscarían sería, justamente, con AMLO y su gran movimiento ciudadano de regeneración nacional, que cada día crece y crece en todo el territorio nacional y del cual usted puede formar parte. Visite la página www.regeneracion.mx.
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