miércoles, febrero 16, 2011

LA ZURDA: PODER DEMOCRÁTICO EN EL MUNICIPIO : NORBERTO AMAYA

LA ZURDA: PODER DEMOCRÁTICO EN EL MUNICIPIO.
NORBERTO AMAYA,
MI PUEBLO EN PUEBLA Y PANORAMA.
13- Febrero de 2011

Para Carmen Aristegui, solidariamente.


La asunción de nuevos gobiernos municipales en Puebla, se inscribe en una etapa de revisión de las actividades de los tres órdenes de gobierno y el reclamo creciente de una profunda Reforma del Estado, pero además en los marcos de un fuerte debate sobre las integraciones regionales y las asignaciones presupuestales, a lo que se agregan asuntos como el mando único policial, la inseguridad, el respeto a los derechos humanos y a la libertad de expresión. No podemos dejar de señalar el clamor creciente para acabar con el control de familias y grupos en el ejercicio del poder público, avalados por la partidocracia realmente existente.

La diversidad de nuestras regiones y sus ventajas o debilidades, deben estar claras en la mente de los trabajadores del campo y la ciudad, para saber de qué manera vamos a exigir la definición de las políticas públicas y evidentemente la aplicación de programas y por ende la detonación de proyectos regionales e infraestructura, acciones a las cuales no están ajenos los 217 municipios que integran nuestro estado y que obligadamente deberán considerarse las necesidades de cada uno de ellos incluyendo a sus juntas auxiliares y localidades.

La autonomía municipal, el 115 constitucional, deben ser los ejes rectores de la convivencia entre gobiernos y por supuesto entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. No ayuda a nadie limitar el poder de acción e iniciativa de los gobiernos municipales, así como la adecuación de sus reglamentos para beneficio de sus habitantes, creo por el contrario, que debe otorgarse apoyo a las propuestas regionales de los municipios y establecer coordinación plena en micro regiones, de tal manera que los recursos hacendarios propios y las participaciones estatales y federales, contribuyan efectivamente al mejoramiento del nivel de vida de los poblanos, a reforzar la generación de empleos y a crecer con equidad y justicia, con enunciados distributivos que garanticen acceso a : educación, cultura, salud, bienestar, agua, ecología, servicios ,vivienda y medio ambiente. Que la ecología no se vuelva negocio privado de los de siempre y un asunto negado a los municipios.


La zona metropolitana de la ciudad de Puebla, requiere de atención y definiciones, sobre todo por la grave crisis de nuestro campo y la declinación del sector agropecuario, a lo que se suma una migración proveniente de nuestros municipios rurales y del sureste del país, entendiendo que esto requiere de servicios y uso de recursos financieros para atender necesidades emergentes, es importante fomentar la producción del sector social con la creación de la Banca de Desarrollo Municipal o Metropolitana para el crecimiento económico.

San Pedro y San Andrés Cholula, Atlixco, San Martín Texmelucan, Huejotzingo y Amozoc, entre otros deberán entender que hay problemas y necesidades comunes de inversión, estableciendo acuerdos y condiciones para que las coordinaciones sean efectivas, incluyendo la unidad de reglamentos y la aplicación de recursos a fines comunes, como son el cuidado del agua, los destinos de la basura y los rellenos sanitarios, la contaminación y el cuidado de nuestros bosques, aguas y ríos. Debemos oponernos a las pretensiones de grupos de interés, que buscan hacer negocios privados con áreas públicas o lo que en concreto tiene que ver con la privatización de servicios públicos.

Mención aparte merecen asuntos como el transporte, el cuidado de las unidades habitacionales y el papel efectivo y real de las juntas auxiliares, inmersas en la gran zona urbana. Pero también los corredores industriales, el comercio, los mercados públicos- no otorgar permisos a grandes cadenas comerciales- privilegiar los centros de abasto populares, incluyendo las centrales de abasto en el oriente y el sur del municipio de Puebla o de la Zona Metropolitana, regularizar la propiedad y escriturar a colonos pobres en beneficio de familias pobres y reconstruir el centro histórico y los barrios de Puebla.

En la ciudad asume el gobierno un joven hombre de derecha, militante del Partido Acción Nacional y emanado de una coalición partidaria, Eduardo Rivera Pérez, que tendrá que reconocer la enorme problemática que le hereda Blanca Alcalá y al mismo tiempo la pluralidad política de la metrópolis. Que deberá respetar la diversidad de pensamiento, la participación ciudadana, contraer compromisos sociales con las mayorías necesitadas y respetar a las organizaciones sociales y políticas en la ciudad.

Llega entonces el nuevo gobierno de la capital con grandes retos y la obligación de escuchar a los que no piensan como él, lo mismo sucederá en otros municipios, el tiempo dirá que es lo que tenemos que hacer u obligar a realizar a los nuevos gobiernos. Lo que también debe quedar claro es que no vamos a permitir que los mismos de siempre, pero bajo otros colores, continúen abusando de la sociedad y enriqueciéndose con los dineros públicos.

Blanca Alcalá, administro lo elemental y se va sin pena ni gloria. Independientemente de quien se va y quien llega, la sociedad poblana debe darse a sí misma el poder para transformar nuestra ciudad capital y nuestros municipios, con ideas para avanzar en un proyecto progresista, democrático, nacional y de izquierda y el reto organizativo lo tenemos ya, con miras al presente y al 2012. Cada quien asumirá riesgos y responsabilidades y por supuesto defenderá proyectos e intereses. ¡Hasta pronto!

nor.amaya@live.com.mx

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