sábado, febrero 12, 2011

Guillermo Fabela Quiñones : La dictadura es el modelo

Apuntes
Por Guillermo Fabela Quiñones
La dictadura es el modelo


El pueblo unido de Egipto logró defenestrar al dictador Hosni Mubarak, no obstante su firme decisión a permanecer en el poder hasta que terminara su mandato en septiembre. Sus aliados de Occidente, principalmente el gobierno estadounidense, estaban decididos a continuar apoyándolo, sólo esperaban que la oposición popular se fuera desgastando, lo que no ocurrió por la firme voluntad de una sociedad empeñada en defender el futuro de su patria. Los costos pudieron haber sido mayores de no haber sido por el sentido de responsabilidad y patriotismo demostrado por las fuerzas armadas egipcias, que se opusieron a seguir respaldando al dictador, como éste lo hubiera querido y por lo cual apostó inicialmente.
Le falló su apuesta perversa y finalmente dejó el poder en manos del Ejército, el cual está obligado a respaldar los anhelos de libertad de la población, harta de treinta años de soportar a un dictador corrupto e insaciable, cada vez más insensible y déspota, como lo son todos los dictadores que se montan, con el apoyo de poderes fácticos y de los grandes monopolios, sobre las espaldas de sus pueblos. Así, el pueblo egipcio le dio una gran lección al mundo, ya que con su firme voluntad evitó la continuación de una dictadura en completa descomposición, lo que de haber ocurrido hubiera tenido muy altos costos para la sociedad, sobre todo un elevado número de víctimas y un enorme descalabro para su economía.
En Egipto la dictadura estaba representada por Mubarak, un político surgido de las filas policiales, y podría decirse que en países como el nuestro la dictadura es el modelo neoliberal, tan nocivo y perverso para la sociedad mayoritaria como lo es cualquier dictadura fincada en la fuerza de las armas. En México llevamos ya casi tres décadas de una férrea dictadura representada por la camarilla neoliberal que tomó el poder al llegar a Los Pinos Miguel de la Madrid, gracias a un “golpe” interno que liquidó de hecho a la vieja clase política del PRI. Con Carlos Salinas de Gortari la dictadura se afianzó y cerró filas en torno al modelo económico neoliberal, cuyo sustento ideológico y político le fue dado por teóricos de la Universidad de Chicago y de Yale.
En las tres décadas que llevan los tecnócratas neoliberales en el poder, México ha sufrido graves involuciones que han afectado profundamente su devenir histórico, en similares proporciones a los daños sufridos por el pueblo egipcio bajo la dictadura de Mubarak. Han sido tres décadas de pérdida creciente no sólo del poder adquisitivo del salario, sino de libertades democráticas y de perspectivas para la juventud, que se convirtió en la principal “carne de cañón” del crimen organizado. Tres décadas de nulo crecimiento real, pues los periodos de crecimiento promedio no compensan las pérdidas económicas por las bajas tasas registradas a partir del sexenio de De la Madrid.

En este sentido, el daño a los mexicanos ha sido mayor que el derivado de la dictadura en Egipto, pues los niveles de pobreza son más altos aquí, como lo demuestran organismos internacionales como el propio Banco Mundial. En estas tres últimas décadas, México se ha visto sumido en los efectos de una economía deteriorada por graves conflictos bélicos, como sucedió en territorio europeo durante la Segunda Guerra Mundial. Tal situación se agravó en los últimos diez años, los que lleva el PAN en Los Pinos, como lo patentiza la realidad. Sólo que aquí no se justifica, bajo ningún punto de vista, que la mitad de la población padezca condiciones de pobreza extrema, mientras una minoría se enriquece a manos llenas, cosa que no sucede en Egipto.
Podría decirse que allá están peor, pues Mubarak por sí solo cuenta con una fortuna que oscila entre los 50 mil y 70 mil millones de dólares, lo que lo posiciona entre los hombres más ricos del mundo. En cambio México no es tan feudal, pues aquí son más los multimillonarios que aparecen en la revista “Forbes”. Sin embargo, este “consuelo” no significa nada en términos democráticos, pues tanto aquí como en Egipto, la oligarquía es la que se lleva más de las dos terceras partes del pastel económico.
Lo bueno para el pueblo egipcio es que por fin logró sacudirse a un dictador enfermo de poder y con una voracidad insaciable. Lo malo para nosotros los mexicanos es que nos queda, al parecer, un largo camino por recorrer para sacudirnos la férrea dictadura representada por el modelo neoliberal y sustentada firmemente por la camarilla tecnocrática, obediente a los mandatos de Washington y del gran capital trasnacional cuyos intereses defienden el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

(gmofavela2010@hotmail.com)

No hay comentarios.: