¿Serán capaces?
Ricardo Andrade Jardí
La “moderna izquierda electoral”, está acabada en México, el PRD se ha convertido en el basurero al que, más temprano que tarde, van a parar todos aquellos actores políticos que no lograron sus ambiciosas apariciones en otros grupos o partidos políticos. Se debate hoy entre los compromisos de una dirigencia espuria que incluye, en esos compromisos, el pacto de sometimiento de la “izquierda” electoral, para lograr que el desdibujado Acción Nacional obtenga un poco más de votos ahí donde las mentiras de la telecracia ya no alcanzan para seguir maquillando la hipocresía con la que el desgobierno pretende seguir ocultando la imposición de un sistema criminal, que busca mantener los privilegios rapaces de una minoría oligarca, que es el verdadero poder político y económico del país, aunque el poder político esté también en pugna con los diversos carteles del narcotráfico, producto a su vez de la IMPUNIDAD que tanto el PRI (gobierno) y el PAN (desgobierno) han otorgado a esos empresarios, conocidos como narcotraficantes, en la democracia de mercado. Por otro lado el PRD se ve obligado a decidir sobre el destino de AMLO como militante de ese partido, quien sistemáticamente ha denunciado la injerencia del calderonismo en el PRD desde la llegada de los perros..., perdón: “chuchos” a la dirección nacional de ese partido, favorecidos por las sentencias, igualmente inmorales, del Poder Judicial para imponer al único grupo del PRD que carece de una historia ideológica fuerte, clara y por supuesto de principios. “Los chuchos” que efectivamente se ven más preocupados por desmembrar al PRD que por construir una buena alternativa política, que se convirtiera, como podríamos esperar, en un importante grupo de opinión y en una verdadera fuerza de oposición a las reformas “estructurales” que el neoliberalismo impulsa y que no pretenden otra cosa que borrar o limitar las pocas condiciones de seguridad social y laboral que otros hombres y mujeres conquistaron con su sangre, en muchos casos, en otros tiempos, cuando “Los Chuchos” no eran más que los siervos del echeverrismo, más o menos como lo son ahora, sólo que hoy sirven a otro amo fecalista.
Ricardo Andrade Jardí
La “moderna izquierda electoral”, está acabada en México, el PRD se ha convertido en el basurero al que, más temprano que tarde, van a parar todos aquellos actores políticos que no lograron sus ambiciosas apariciones en otros grupos o partidos políticos. Se debate hoy entre los compromisos de una dirigencia espuria que incluye, en esos compromisos, el pacto de sometimiento de la “izquierda” electoral, para lograr que el desdibujado Acción Nacional obtenga un poco más de votos ahí donde las mentiras de la telecracia ya no alcanzan para seguir maquillando la hipocresía con la que el desgobierno pretende seguir ocultando la imposición de un sistema criminal, que busca mantener los privilegios rapaces de una minoría oligarca, que es el verdadero poder político y económico del país, aunque el poder político esté también en pugna con los diversos carteles del narcotráfico, producto a su vez de la IMPUNIDAD que tanto el PRI (gobierno) y el PAN (desgobierno) han otorgado a esos empresarios, conocidos como narcotraficantes, en la democracia de mercado. Por otro lado el PRD se ve obligado a decidir sobre el destino de AMLO como militante de ese partido, quien sistemáticamente ha denunciado la injerencia del calderonismo en el PRD desde la llegada de los perros..., perdón: “chuchos” a la dirección nacional de ese partido, favorecidos por las sentencias, igualmente inmorales, del Poder Judicial para imponer al único grupo del PRD que carece de una historia ideológica fuerte, clara y por supuesto de principios. “Los chuchos” que efectivamente se ven más preocupados por desmembrar al PRD que por construir una buena alternativa política, que se convirtiera, como podríamos esperar, en un importante grupo de opinión y en una verdadera fuerza de oposición a las reformas “estructurales” que el neoliberalismo impulsa y que no pretenden otra cosa que borrar o limitar las pocas condiciones de seguridad social y laboral que otros hombres y mujeres conquistaron con su sangre, en muchos casos, en otros tiempos, cuando “Los Chuchos” no eran más que los siervos del echeverrismo, más o menos como lo son ahora, sólo que hoy sirven a otro amo fecalista.
Una de las mayores debilidades de la “izquierda electoral” en México, es justamente lo “electoral”; su trabajo se limita a favorecer condiciones corporativas que se traduzcan en votos, pues el único principio que persigue el PRD es la toma del poder por la vía electoral, convirtiéndose en un mero mecanismo de control político para que los buitres del poder real justifiquen la existencia de una vida democrática que en realidad el país no tiene.
La izquierda histórica que cedió el registro del PCM para acabar creando al PRD, abandonó el trabajo de base, dejó la poderosa idea que alguna vez compartió el internacionalismo, de que era más importante cambiar al mundo que tomar el poder.
Las ambiciones de grupos sin escrúpulos, sin ideología y carentes de una verdadera historia militante, fueron desplazando a la inteligencia más progresista que se había sumado al PSM y al PMS, para finalmente convertir a ese partido en el PRD, un grupo político que le abrió la puerta de atrás a Fecal para que tomara el poder.
De ahí que no sea raro que la alianza del PRD con lo peor del PAN se esté gestando. “Los Chuchos” carentes de historia, de memoria y de dignidad, se comportan como el híbrido que son y venden su posición de poder coyuntural al mejor postor. Y son las derechas las que normalmente contratan y pagan mercenarios. Y esos son “Los Chuchos” y en eso han convertido al PRD, en un partido mercenario.
Ahora bien, este momento de particular fragilidad que vive el país debería hacer reaccionar a todos aquellos que creen en la necesidad de cambiar el mundo, para iniciar la construcción de una verdadera izquierda, que si bien puede seguir utilizando los espacios de la democracia burguesa, sobre todo el Congreso para intentar bloquear las reformas constitucionales de corte neoliberales, debería centrar sus fuerzas en el trabajo de base, en la formación de cuadros y en la conciencia de clase, para lograr verdaderas condiciones subjetivas que impulsen una profunda trasformación de la organización social en México. Las condiciones concretas están dadas. Por supuesto no faltarán quienes crean que es tarde para hacer lo que la “izquierda electoral” dejó de hacer desde hace mucho. Pero siempre será más tarde si no se empieza; que el poder político lo peleen ellos, los de la otra clase, (PRI y PAN) de todas formas así será. Ahora la pregunta es: ¿si los ex priístas (AMLO, Ebrard, Cárdenas) y los excomunistas (los mismos que cedieron el registro del PCM) se sienten capaces de renunciar a su ambición de poder y se concentran en fortalecer una fuerza política inteligente, progresista, anticapitalista, antiimperialista y ambientalmente responsable, que se sume a otras acciones y grupos sociales y políticos que trabajan desde hace mucho, en lo que la electoral “izquierda” abandonó con la creación del PRD, que luche por cambiar el mundo antes de aspirar a gobernarnos.
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