viernes, marzo 09, 2012

Más vale un culpable libre que un inocente preso : María Teresa Jardí



Más vale un culpable libre que un inocente preso
María Teresa Jardí


Si partimos de que la vida debe ser digna o no es digna de llamarse vida nos damos cuenta enseguida de que para los seres humanos y también para los animales, con tantas especies en proceso de extinción, el retroceso es cada día mayor a nivel mundial, aunque con grandes diferencias en cuanto a cada pueblo y ahí sí que gana México a todo el resto de países del mundo el primer lugar por lo que toca a la cancelación, para millones de mexicanos, de todo lo que hace digna de ser vivida a la vida.
Millones de condenados a la pobreza y obligados a mantener como emperadores a las mafias gobernantes que se reparten el dinero con las grandes empresas nacionales y transnacionales, en general, aún más mafiosas, aunque por cuanto a la responsabilidad siempre sea peor la de los que condenan a sus propios pueblos, digamos, por poner un ejemplo, al cúmulo de desastres que traen consigo las explotaciones de la minas a cielo abierto. Y ni qué decir de los que los condenan a la violencia como ha sucedido con el pueblo mexicano en aras de una falsa guerra impuesta por el imperio “que no va a aceptar la despenalización de la droga”, como les hizo saber el impresentable que vino a tomarse la foto con los candidatos para ver si votan otra vez por Obama los despreciados migrantes, que se ven obligados a salir de su país para ir a dejar muchos la vida en el que falsamente les ofrece mejores condiciones de enajenación si acaso. Claro que no va a aceptar la despenalización de la droga el imperio, si del dinero de mantenerla como clandestina depende su sistema financiero. Lo que por supuesto no fueron capaces de señalarle los que se prestaron a salir con él en la foto, y menos mal que por lo menos AMLO lo miró a los ojos sin la cobardía de los otros dos.


En fin... Se equivocan los que piensan que es una pena que por un montaje se deje de aplicar la justicia en el caso de la francesa acusada como secuestradora en un show de Televisa.
El avance de los pueblos está en el humanismo que hace siglos que enseña que más vale un culpable libre que un inocente preso. En un país donde la ejecución extrajudicial se ha convertido en forma cotidiana de limpia de pobres al punto de que incluso el territorio mexicano ya se rebela del todo como cementerio, qué puede importar el delito de fabricación de culpable aunque el mismo no sea menos atroz que el anterior. Si el primero destruye la vida y afecta con eso el contexto familiar y social y deja taladrado el deseo de venganza en los genes de las generaciones que siguen al ejecutado. El segundo aún es peor por cuanto a las consecuencias de destrozo absoluto de un ser humano de a poco encerrado en una infame galera con el sufrimiento generalizado de la familia entera que ven consumirse al hijo, padre, madre, nuera..., sin atinar a entender el porqué de ese ensañamiento contra quien no es responsable del hecho que le achacan en no pocos casos los propios autores del mismo: policías y ministerios públicos.
Aunque Cassez fuera culpable, como todavía se empeñan en creer los crédulos, por las violaciones cometidas en el procedimiento tendría que haberla puesto en libertad el juez primero que de su caso tuvo conocimiento.
Una barbaridad impensable en un país que no viva en medio de la barbarie, como sucede hoy en México, son las declaraciones de la procuradora general del panista usurpador genocida. No se equivocan los que piensan que entre una mujer y un hombre perversos siempre será peor ella. Declaraciones en el sentido de que debe reponerse el proceso. ¿Reponerse desde dónde? ¿Desde que fue aprehendida y guardada mientras García Luna y Televisa montaban el show a modo para acusar a la francesa?
Una vergüenza lo que sucede hoy en el país con eso que se sigue llamando coloquialmente procuración de justicia.
Por supuesto que deben dejar libre a Cassez de inmediato como señala el ministro Zaldívar. Lo lamentable no es que quede libre quien pudiera ser una secuestradora. El crimen está en el tiempo pasado en la cárcel por quien puede ser inocente. ¿Para qué el montaje si era culpable? Para encubrir a los verdaderos culpables que desde el poder han convertido al secuestro también en su negocio particular. No se puede permitir la existencia de los grupos paramilitares, amén de porque a la larga van a convertirse muchos de sus integrantes en asesinos seriales, por los cobros que como patente de corso también traen aparejados.

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