Laura Bolaños Cadena
La voz de las víctimas
Es por lo menos discutible que la actuación tramposa de un comandante de la Agencia Federal de Investigación (AFI), al presentar un montaje de la captura de unos criminales, desvirtúe todos los testimonios de las víctimas de estos delincuentes.
El ministro de la SCJN Arturo Saldívar acaba de presentar un proyecto de dictamen sobre el caso de la secuestradora francesa Florence Cassez, donde ordena la libertad inmediata de esta mujer debido al montaje mediático que armara el entonces comandante de la AFI Genaro García Luna, en diciembre de 2005, donde presentaba “en vivo” la captura de la mencionada y su cómplice ocurrida en realidad días atrás, y que fue transmitido por las principales televisoras del país. Según el propio ministro, él “no se pronuncia sobre la credibilidad de los delitos que se le imputan (a Florence Cassez) o de los testigos”, pero deduce que “la escenificación” predispuso a los testigos y a toda la sociedad, y “esto resulta aplicable para todos ellos”.
La PGR responde que “sería grave que a partir de un video se interprete que las víctimas deformaron lo que vivieron durante su secuestro”.
Ignoro si para cuando se publique este artículo la SCJN haya aceptado o no la propuesta del ministro Zaldívar; sin embargo considero mi deber expresar alarma ante la propuesta de este señor, y adherirme de forma incondicional a la opinión del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, quien hizo un llamado a escuchar la voz de las víctimas que acusan a Florence Cassez de su secuestro, por el que fue aprehendida junto con su amante Israel Vallarta. Cierto que en primera instancia este sujeto la exoneró del delito, pero no puede valer su testimonio más que el de Cristina Ríos Valladares, quien fue secuestrada junto con su esposo y su hijito de 11 años. Muchos no vimos el video en cuestión, pero conocimos el estremecedor testimonio de Cristina, quien lo publicó en algunos órganos de prensa. Esta señora, junto con su familia, huyó al extranjero, pues sostiene que están libres los demás integrantes de la banda de secuestradores. Vivió 52 días de cautiverio durante los cuales fue reiteradamente violada por el amante de la francesa. “Ahora, dice en la carta publicada, escucho que Florence clama justicia y grita su inocencia. Y yo en sus gritos escucho la voz de la mujer que, celosa e iracunda, gritó a Israel Vallarta… que si volvía a meterse conmigo, se desquitaría en mi persona”.
Familiares y abogados de la Cassez han aprovechado el merecido desprestigio de la policía mexicana, prueba de cuyos sucios procedimientos es el mencionado video, para presentar a la secuestradora como una heroína víctima de la injusticia del sistema penal mexicano. Han encontrado eco en la patriotería de muchos franceses, lo cual no es tanto de llamar la atención como que el presidente de un país de tanto prestigio, en un intento de recuperar popularidad perdida, rebaje su investidura al grado de aprovechar una visita oficial a México para abogar por la delincuente ante su homólogo mexicano. Es inconcebible que Nicolás Sarkozy haya mezclado un asunto policíaco con temas de alta política internacional. En el último de los casos pudo haber encargado a funcionarios de su gobierno del nivel correspondiente que se ocuparan del punto, pero lo tomó a pecho al grado tal de haber puesto en cuestión la representación de México en una muestra cultural donde se presentarían pabellones de países de nuestro continente. En un gesto digno -vaya- se decidió responderle no acudiendo al acto.
Esperemos, en bien de la justicia mexicana tan maltrecha, que se escuche la voz de las víctimas de un delito atroz que destroza la vida de las familias mexicanas. Aunque se trate en lo concreto de la familia de Cristina Ríos, por gran desgracia el secuestro afecta a un alto número de nuestros compatriotas.
Y no puede quedar impune el autor del atentado contra el propio pueblo mexicano al perpetrar un engaño que rebaja todavía más la escasa confianza en nuestras instituciones. El juicio a Genaro García Luna debió haber sido inmediato al descubrirse la comisión del fraude contra la credibilidad pública, al que no son ajenas las televisoras que se prestaron a difundirlo.
EN ESTE PAÍS NO HAY CULPABLES… EN LAS ALTAS ESFERAS
El juicio a este funcionario debió haber seguido de inmediato al descubrimiento de la comisión del delito y las consecuencias que le siguieron, pero en este país algo de lo más notable del sistema es la impunidad. El del famoso video policíaco no es, por desgracia, el único caso de burla impune a las instituciones. Tenemos el muy notable del cacareado “edificio inteligente” construido ex profeso para albergar al Senado de la República con un costo superior a los 4 mil millones de pesos. El edificio se inunda, las puertas se vienen abajo, los elevadores no funcionan bien, hay fugas de agua, peste en diversas áreas porque también la planta de tratamiento de aguas negras funciona mal, y varios etcéteras más. Hay evidencias de que se utilizaron materiales de segunda en la construcción y el mobiliario se adquirió de saldos en el extranjero… La Constructora Gami, autora del desastre, bien, gracias.
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