martes, marzo 20, 2012

El Ejército y López Obrador : Julián Andrade



El Ejército y López Obrador
Por Julián Andrade


La propuesta en seguridad de Andrés Manuel López Obrador es interesante y se sale de los lugares comunes que han imperado en las precampañas.
Primero que nada reconoce que el regreso de los militares, que hoy cumplen funciones de policía, a los cuarteles tiene que ser gradual y de acuerdo con las necesidades de cada región del país. La posición es realista y atiende a uno de los rasgos del drama mexicano, ya que no hay solución en el corto plazo. Por desgracia, el nivel de violencia de los grupos criminales no se va a reducir sólo implementando una estrategia diferente. La dispersión y hasta la pulverización de las bandas delictivas están generando fenómenos nuevos y de alto riesgo para la ciudadanía, ya que no sólo se ocupan del tráfico de drogas, sino que participan en secuestros, robo de autos y extorsiones.
López Obrador, además, piensa que hay que preservar el prestigio de las fuerzas armadas no exponiéndolas a misiones donde la corrupción es un riesgo latente.
Pero lo que me parece central de la propuesta del candidato del PRD es que plantea una estrategia que privilegiaría la seguridad ciudadana (humana) frente a los esquemas que mantienen un análisis policial de reacción y contención de la criminalidad.
López Obrador retoma el planteamiento que hizo hace unos meses la UNAM y que inclusive fue entregado al presidente Felipe Calderón.
La propuesta fue hecha pública de la mano de Marcelo Ebrard, quien logró, en los últimos años, que la capital del país no enfrente fenómenos de alta violencia.


Si bien esto se debe a la gran concentración de policías y fuerzas militares, también responde a las políticas de prevención implementadas por el gobierno capitalino, y en particular por el secretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón, donde hay que destacar a la policía de proximidad.
Mientras no cambiemos el orden de las prioridades, la situación terminará por agravarse.
Ahora mismo lo vemos con lo que ocurre en Coahuila, que enfrenta una ola de violencia que es respondida con las mismas recetas y con los mismos costos para la población.
Si ponemos al ciudadano como prioridad las cosas van a ir mejorando paulatinamente.
La seguridad, después de todo, consiste en que se garanticen la libertad y la permanencia del Estado de Derecho, el que a estas alturas sólo se entiende con un irrestricto respeto a los derechos humanos.
Sin duda la campaña va a girar en torno al tema de la seguridad y ojalá que pronto conozcamos en qué consisten los cambios que haría el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, si es elegido presidente de la República.
Josefina Vázquez Mota, la abanderada del PAN, ha dicho que mantendrá los esfuerzos de combate al crimen y si hay algún matiz respecto a lo que ahora impera sería importante que lo precisara.
Los ciudadanos lo último que merecemos son sorpresas en un tema en el que, no es metáfora, nos jugamos el futuro.

julian.andrade@razon.com.mx
Twitter: @jandradej

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