Alvaro Cepeda Neri : Payasadas de Sodi (ex empresario, ex priísta, ex perredista y hoy panista)

Conjeturas
Por Alvaro Cepeda Neri

Payasadas de Sodi (ex empresario, ex priísta, ex perredista y hoy panista)

Se llama: Demetrio Javier Sodi de la Tijera (nombre bimbombante, aristocrático) y es entre Delegado y presidente municipal en la demarcación defeña de Miguel Hidalgo, zona propanista a pesar de estratos sociales pobres y quizá en la miseria, desde donde posa para sus comerciales en televisión y prensa impresa. Aparece empujando un escritorio con ruedas o sentado, figurando despachar en la calle. Hábil y de fácil palabra para meter “boruca”. Fue, empresario, más bien, comerciante de supermercados. Anda en los 70 años, eso sí con plenitud de facultades y la mirada puesta en ser candidato a la jefatura del Distrito Federal lo cual no va estar difícil… ¡sino imposible!, pues no es santo de la devoción de Ebrard.

Fue diputado federal dos veces y senador. Empezó en el PRI. Brincó al PRD. Volvió a cambiar de chaqueta para lo que siempre fue: derechista, y se dio de alta en el PAN, donde milita y en cuyo partido tiene competidores como Gabriela Cuevas, la aguerrida panista que cae de la patada a muchos, pero tiene lo suyo para escalar cargos; a una prima hermana de Margarita Zavala; al peleonero de Luege Tamargo, quien quita el agua a la capital del país, por sus enojos con Ebrard; Lozano Alarcón de la Secretaría del Trabajo (ex priísta poblano), feroz enemigo de los trabajadores y junto con Calderón, de rescatar a Mexicana de Aviación, para favorecer a las líneas de aviación calderonistas. Pero Sodi ya se metió a la disputa, sin el apoyo del PAN, donde lo consideran un advenedizo y con la oposición de casi la mitad de sus gobernados.
Su soberbia le ha ganado odios que pesan ahora que busca votos y simpatías. No hizo gran cosa en el cumplimiento de sus obligaciones; desprecia a las minorías, les da “atole con el dedo a las mayorías”. Y ha escalado cargos públicos que es una chulada, con cuyo currículum quiere impresionar para que el PAN capitalino lo tome en cuenta. Pero se sabe que Luege Tamargo y Gaby Cuevas son los dos finalistas, salvo que Calderón, que gusta de poner a sus amigos (ya impuso a Poiré como sucesor de Blake, en el Club de Tobi), diera la candidatura a Lozano, su guardián a las puertas laborales.
Pero Sodi, ya se tiró al agua y mientras da patadas de ahogado, sale a escena con publicidad barata (no por lo que paga por minuto con dinero de los contribuyentes y no de manera legal lo cual presume corrupción: un millón de pesos; y lleva gastados 14 millones de pesos en televisión) y de muy mal gusto, pues eso de empujar un escritorio para dárselas de funcionario atento a resolver los problemas de la Delegación, lo pintan como un “político en la calle”. Y la verdad que está en la calle, promocionándose y presionando al PAN para ser su candidato en la Ciudad de México, donde Ebrard hace todo lo posible por imponer a Mario Delgado (su favorito), al Procurador Mancera (el menos malo) o a la Barrales (que no posó para el calendario de las azafatas de Mexicana y estuvo de acuerdo con la golpiza a los pilotos que ordenó Ebrard). La competencia estará interesante. Y Sodi, como el anuncio de la mayonesa, ya le puso lo sabroso.

cepedaneri@prodigy.net.mx