CARPETA
Relaciones asimétricas
SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ
Para el gobierno de EU no sólo somos su patio trasero, sino su casa de cuna: uno de cada 10 nacidos en México emigra hacia aquel país. La mayoría se va ya crecidita: con la edad, la energía y el hambre necesarios para ocuparse en trabajos peligrosos, poco calificados y mal pagados, al cabo que aquí las condiciones de trabajo y de vida son peores. Del total de personas ocupadas en las actividades económicas de aquel país 15 por ciento es inmigrante, y de éste una tercera parte (5 por ciento del total) nació en México; no es poca cosa nuestra contribución al funcionamiento y rentabilidad de aquella economía: contribuimos con 17 por ciento de la población ocupada en México. El trabas y te vas que nos dan como respuesta no corresponde a nuestra aportación.
Puebla, al igual que la mayoría de las entidades del país, registra saldo migratorio internacional negativo: los que salen fuera del país son más de los que entran. El estancamiento del empleo ((y la pérdida de poder adquisitivo del salario) en México y la expansión del empleo no calificado en EU propician, entre otros, el crecimiento de la emigración laboral. Las condiciones del éxodo no son nada idílicas: hay separación de familias; endeudamiento; cambios en los roles de familia; pérdida de recursos humanos; daño físico y sicológico asociado al internamiento y un mercado negro derivado del cruce de frontera asistido. Ante estos hechos, que son del conocimiento de los familiares de los emigrados, los ciudadanos radicados en el país se forman una opinión acerca de la política migratoria y los roles de los gobiernos de ambos países.
Relaciones asimétricas
SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ
Para el gobierno de EU no sólo somos su patio trasero, sino su casa de cuna: uno de cada 10 nacidos en México emigra hacia aquel país. La mayoría se va ya crecidita: con la edad, la energía y el hambre necesarios para ocuparse en trabajos peligrosos, poco calificados y mal pagados, al cabo que aquí las condiciones de trabajo y de vida son peores. Del total de personas ocupadas en las actividades económicas de aquel país 15 por ciento es inmigrante, y de éste una tercera parte (5 por ciento del total) nació en México; no es poca cosa nuestra contribución al funcionamiento y rentabilidad de aquella economía: contribuimos con 17 por ciento de la población ocupada en México. El trabas y te vas que nos dan como respuesta no corresponde a nuestra aportación.
Puebla, al igual que la mayoría de las entidades del país, registra saldo migratorio internacional negativo: los que salen fuera del país son más de los que entran. El estancamiento del empleo ((y la pérdida de poder adquisitivo del salario) en México y la expansión del empleo no calificado en EU propician, entre otros, el crecimiento de la emigración laboral. Las condiciones del éxodo no son nada idílicas: hay separación de familias; endeudamiento; cambios en los roles de familia; pérdida de recursos humanos; daño físico y sicológico asociado al internamiento y un mercado negro derivado del cruce de frontera asistido. Ante estos hechos, que son del conocimiento de los familiares de los emigrados, los ciudadanos radicados en el país se forman una opinión acerca de la política migratoria y los roles de los gobiernos de ambos países.
En el municipio de Puebla, dos de cada cinco ciudadanos dicen tener familiares radicando en EU; la mitad de los inmigrantes poblanos que radican en ese país tiene un estatus migratorio documentado, la otra mitad, no. Cuando se restringe la pregunta a la familia nuclear y sólo a los nacidos en el municipio de Puebla, el porcentaje de familias que dicen tener un familiar en EU es de 4 por ciento en 2010; no siempre fue así; entre los años de 1996 y 2005 varió entre 4.7 y 8.2 por ciento; los máximos se registraron en el año 2006 y 2007, con 8.9 por ciento, y en el año 2008–2009 decayó a 6.4 por ciento.
Las visas para trabajar en EU son una sexta parte del flujo laboral de emigrados nativos; ante esta restricción legal, el internamiento para laborar en aquel país es indocumentado. Aun con un cruce asistido profesionalmente siempre hay riesgos que atentan contra la integridad física y sicológica de los inmigrantes laborales; los riesgos son mayores cuando el internamiento es por cuenta propia. Para los ciudadanos del municipio de Puebla que tienen algún familiar directo que cruzó el río Bravo sin documentos, 12 por ciento dice que fueron maltratados por la migra de aque país; 88 por ciento indicó que no (datos promedios para los años 2005–2010), y con relación a lo adecuado o inadecuado del trato dado a los inmigrantes mexicanos, 96 por ciento lo consideró inadecuado y 4 por ciento, adecuado.
Respecto a la actuación del gobierno mexicano, 85 por ciento de los ciudadanos del municipio de Puebla que disponen de teléfono en casa considera que poca o nada ayuda les proporciona a los migrantes, en tanto que 10 por ciento indica que es regular y 5 por ciento dice mucha o demasiada ayuda. Respecto a la relación entre pares, 75 por ciento de los ciudadanos consideró que la posición del gobierno de México ante el de EU ha sido débil y 25 por ciento consideró que hubo firmeza (promedio para los años 2005–2010).
Los resultados del flujo han beneficiado de diferente forma a los países: para 70 por ciento de los ciudadanos el más favorecido ha sido EU; 11 por ciento dijo que México, 18 por ciento indicó que ambos, y el 1 por ciento dijo que ninguno. Dos exigencias generalizadas de la ciudadanía poblana es que México debe incluir el libre tránsito de personas en el Tratado Comercial suscrito con EU y que los problemas derivados de la emigración deben resolverse de común acuerdo entre México y EU, y no unilateralmente.
No es un buen diagnóstico de México ni mucho menos un aval de las estrategias y políticas económicas aplicadas por los gobiernos del PRI y del PAN que 23 por ciento de los ciudadanos del municipio de Puebla desee vivir en EU; tampoco que dos de cada cinco personas en edad laboral quieran trabajar en aquel país o que 17 por ciento (en promedio para los años 2005–2010) manifieste que estaría dispuesto a internarse en aquel país aun sin documentos. Algo deben hacer aquellos que nos prometieron el paraíso en la otra esquina.
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