TENDAJÓN MIXTO
La crisis mundial
Jaime Ornelas Delgado
En tanto el neoliberalismo se extendió a buena parte del mundo, su crisis actual no puede sino ser también una crisis mundial, y las medidas con las que se pretende enfrentarlo afectan a los trabajadores de todas partes. Aunque la estrategia neoliberal para enfrentar su propia crisis ha sido consensada en los organismos plurinacionales, su aplicación no transcurre de manera simultánea, sino de acuerdo con las condiciones concretas en que se desenvuelve la acumulación de capital en cada uno de los estados nacionales. Aunque el discurso para legitimar las acciones anti crisis es, esencialmente, el mismo en ocasiones cambian algunos términos pero no difiere en lo fundamental. Incluso, la burguesía asume, en ocasiones con franqueza (léase cinismo) sus posiciones y pone de relieve la orientación de sus políticas para enfrentar la crisis: sacrificar a los trabajadores para mantener viva la modalidad neoliberal del capitalismo. Muchos, sin embargo, niegan que esto sea el eje de la reestructuración a que está sometida la economía capitalista, otros la revelan sin más. En España, por ejemplo, el señor Gerardo Díaz Ferrán, presidente del sindicato patronal más importante del país, el Consejo Español de Organizaciones Empresariales (CEOE), declaró que la única solución posible a la crisis era que los trabajadores “trabajen más y ganen menos”. Dicho esto así, en el momento en que España salía de una huelga general, cuando se enconaban las contradicciones sociales y la lucha de clases se hacía más evidente, hizo que el señor Díaz Ferrán renunciara a seguir dirigiendo el organismo patronal.
Pero la lucha emprendida por la derecha española, que se siente cerca de regresar al gobierno, ha tomado nuevos bríos y se ensaña contra Baltasar Garzón, el juez de la Audiencia Nacional que hace unos meses fue suspendido de sus funciones acusado de prevaricación por haber intentado juzgar los crímenes del franquismo. Ahora, nuevamente el Tribunal Supremo de España lo acusa de prevaricación por haber ordenado en un sonado caso judicial intervenir en la cárcel las comunicaciones entre detenidos y abogados lo cual “laminó el derecho de la defensa y destruyó, los pilares del proceso penal.” Sin duda, la persecución contra el “Juez Garzón” oscurece su futuro judicial y empaña el sistema judicial español.
Aquí, en España, la embestida contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, está en su punto máximo. Desde el diferendo que tuvo Chávez con el rey Juan Carlos, la derecha más primitiva ha mantenido un desigual y abusivo combate contra el presidente venezolano. Pero la respuesta no se ha dejado esperar y el día 12 de octubre, cuando los españoles celebran su fiesta nacional y el día de la hispanidad, los países de América Latina enviaron una representación para participar en el desfile militar conmemorativo, el único que no desfiló fue el representativo de Venezuela. La disculpa de la embajada fue sencilla y creíble: el militar que debió desfilar portando la bandera venezolana se sintió indispuesto (cualquier cosa que eso signifique) y si se está indispuesto, ¿quién puede tener humor para desfilar? Y para culminar, el doctor Isaías Rodríguez, embajador de Venezuela en España, fue invitado a dictar una conferencia en la Universidad del País Vasco donde dijo que en la conquista “España cometió el genocidio más grande de la era modera”. Claro los vascos aplaudieron a rabiar, pero los españoles pusieron el grito en el cielo, reclamándose “blancas palomas” y portadores de los valores de la civilización occidental que difundieron entre las gentes que habitaban el territorio de lo que durante tres siglos, fueron sus colonias; además de traer y propagar la verdadera y única religión. Por poco y resulta que los indígenas fueron los agresores de unos españoles que de buena fe vinieron a estos territorios para fundar una Nueva España.
En fin, toda Europa la está pasando mal. Lo curioso es que el Partido Popular no ha elevado su intención del voto, más bien Rodríguez Zapatero ha perdido credibilidad, de ahí la renovación de su gobierno, esto es el PSOE puede ganar las elecciones de 2012 si no presenta la candidatura de Zapatero. Así sea.
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