En la Línea
Félix Fuentes
En el cierre del cuarto año calderonista se agigantan los dramas. Persisten las matanzas en agravio de jóvenes y adictos, el terror impide visitas a numerosos estados de la república, pierde México presencia y se agudiza el descenso económico.
Sufre el país una larga pesadilla que obliga a millones de familias a permanecer en sus domicilios desde horas tempranas por miedo a las balaceras, secuestros, robos y extorsiones.
Horas después de que el nuevo gobernador de Chihuahua, César Duarte, proclamó lleno de enjundia la ley aprobada por el Congreso local, de imponer penas de cadena perpetua a los autores de secuestros y otros delitos graves, la delincuencia pareció responderle con la matanza de 14 jóvenes —de 14 a 25 años de edad— y 19 heridos, acribillados cuando se divertían en una fiesta de cumpleaños.
Esta tragedia, otra de las miles y miles sucedidas en la república, tuvo lugar en la colonia Horizontes del Sur, Ciudad Juárez, cercana a la colonia Villas de Salvácar, donde el 30 de enero pasado mató la delincuencia a 15 jóvenes, casi todos estudiantes.
Es claro. A los matones no les inquietan las penalidades de cadena perpetua ni de cientos de años. Saben que tarde o temprano van a morir o se van a podrir en las cárceles.
(La noticia de última hora sobre las revelaciones forzadas del secuestrado Mario Ángel González de que su hermana Patricia González –ex procuradora de Justicia de Chihuahua- estaba relacionada con el Cártel de Juárez y ordenó el asesinato de dos periodistas y la matanza de Creel puede ser el primer asomo de la podredumbre nacional, en la cual es mencionado el ex gobernador José Reyes Baeza).
A LA FECHA NO HA funcionado la utilización del Ejército, la Marina, o los “policías entrones” en la maldecida guerra fallida. Si el presidente Calderón recriminó en Michoacán a quienes “ahora militan en las filas del crimen organizado”, por ahí pudiera empezarse, en evitar nexos de funcionarios con el hampa.
A la población le queda claro que la delincuencia ha implantado terrorismo mediante masacres de jóvenes estudiantes, agresiones al ejército y policía, e incluso aniquila a quienes tratan de curarse de las drogas, como lo han hecho dos veces en Ciudad Juárez.
Anteanoche, los hampones incursionaron en el centro de rehabilitación “El Camino” de Tijuana y tras alinear contra una pared a 13 adictos procedieron a fusilarlos. En días recientes festejó el presidente Calderón que Baja California es ejemplo de éxito por la colaboración entre los tres órdenes de gobierno.
Sin embargo, el crimen organizado incrementa su poderío, domina más de la mitad del territorio nacional y tiene bajo control a alrededor de 1 mil 300 presidentes municipales.
Debido a la desaparición de 20 michoacanos en Acapulco y los homicidios en serie –anteayer aparecieron otros seis cadáveres- el turismo se ha desplomado en ese puerto y mucha gente no visita a sus familiares por miedo, lo que también sucede en Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Durango, Baja California, Sinaloa, Michoacán y otras entidades.
Crece el número de pueblos fantasma en el norte del país y ciudades como Houston, San Antonio, Laredo, McAllen y El Paso se repletan de mexicanos.
Esta imagen trágica de México penetra en el mundo, debido entre otras declaraciones a las de la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton. El ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias, nos restriega en el rostro que nuestra nación perdió liderazgo en América Latina debido a la violencia y su bajo desempeño económico.
He ahí a Brasil. Ingresó al Grupo de los 20 como economía emergente y México queda rezagado. Aquí dice el gobierno que vamos de maravilla.
Aumenta el terror por las matanzas
México pierde presencia internacional
En el cierre del cuarto año calderonista se agigantan los dramas. Persisten las matanzas en agravio de jóvenes y adictos, el terror impide visitas a numerosos estados de la república, pierde México presencia y se agudiza el descenso económico.
Sufre el país una larga pesadilla que obliga a millones de familias a permanecer en sus domicilios desde horas tempranas por miedo a las balaceras, secuestros, robos y extorsiones.
Horas después de que el nuevo gobernador de Chihuahua, César Duarte, proclamó lleno de enjundia la ley aprobada por el Congreso local, de imponer penas de cadena perpetua a los autores de secuestros y otros delitos graves, la delincuencia pareció responderle con la matanza de 14 jóvenes —de 14 a 25 años de edad— y 19 heridos, acribillados cuando se divertían en una fiesta de cumpleaños.
Esta tragedia, otra de las miles y miles sucedidas en la república, tuvo lugar en la colonia Horizontes del Sur, Ciudad Juárez, cercana a la colonia Villas de Salvácar, donde el 30 de enero pasado mató la delincuencia a 15 jóvenes, casi todos estudiantes.
Es claro. A los matones no les inquietan las penalidades de cadena perpetua ni de cientos de años. Saben que tarde o temprano van a morir o se van a podrir en las cárceles.
(La noticia de última hora sobre las revelaciones forzadas del secuestrado Mario Ángel González de que su hermana Patricia González –ex procuradora de Justicia de Chihuahua- estaba relacionada con el Cártel de Juárez y ordenó el asesinato de dos periodistas y la matanza de Creel puede ser el primer asomo de la podredumbre nacional, en la cual es mencionado el ex gobernador José Reyes Baeza).
A LA FECHA NO HA funcionado la utilización del Ejército, la Marina, o los “policías entrones” en la maldecida guerra fallida. Si el presidente Calderón recriminó en Michoacán a quienes “ahora militan en las filas del crimen organizado”, por ahí pudiera empezarse, en evitar nexos de funcionarios con el hampa.
A la población le queda claro que la delincuencia ha implantado terrorismo mediante masacres de jóvenes estudiantes, agresiones al ejército y policía, e incluso aniquila a quienes tratan de curarse de las drogas, como lo han hecho dos veces en Ciudad Juárez.
Anteanoche, los hampones incursionaron en el centro de rehabilitación “El Camino” de Tijuana y tras alinear contra una pared a 13 adictos procedieron a fusilarlos. En días recientes festejó el presidente Calderón que Baja California es ejemplo de éxito por la colaboración entre los tres órdenes de gobierno.
Sin embargo, el crimen organizado incrementa su poderío, domina más de la mitad del territorio nacional y tiene bajo control a alrededor de 1 mil 300 presidentes municipales.
Debido a la desaparición de 20 michoacanos en Acapulco y los homicidios en serie –anteayer aparecieron otros seis cadáveres- el turismo se ha desplomado en ese puerto y mucha gente no visita a sus familiares por miedo, lo que también sucede en Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Durango, Baja California, Sinaloa, Michoacán y otras entidades.
Crece el número de pueblos fantasma en el norte del país y ciudades como Houston, San Antonio, Laredo, McAllen y El Paso se repletan de mexicanos.
Esta imagen trágica de México penetra en el mundo, debido entre otras declaraciones a las de la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton. El ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias, nos restriega en el rostro que nuestra nación perdió liderazgo en América Latina debido a la violencia y su bajo desempeño económico.
He ahí a Brasil. Ingresó al Grupo de los 20 como economía emergente y México queda rezagado. Aquí dice el gobierno que vamos de maravilla.
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