Josefina: el Estadio Azul, una jaqueca permanente : Por: Redacción de Sinembargo

Josefina: el Estadio Azul, una jaqueca permanente
Por: Redacción de Sinembargo
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Todavía no se aplaca la polvareda levantada el domingo pasado por la toma de protesta de Josefina Vázquez Mota, donde la mayoría de los invitados abandonó el Estadio Azul cuando ésta dirigía su discurso a las huestes panistas, cuando ahora ya tiene una denuncia del PRI por las faltas electorales que ella, su equipo de campaña, dirigido por Roberto Gil Zuarth, y el propio CEN del PAN cometieron al organizar ese acto.

Comentábamos ayer que el haber dejado hablando sola a Josefina, en uno de los momentos más importantes para cualquier candidato que aspira a la Presidencia de la República, tenía muchas lecturas, la mayoría apuntaron a que ella no representa al equipo cercano del presidente Felipe Calderón Hinojosa, incluyendo a quienes dirigen en este momento el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, que lidera Gustavo Madero Muñoz.

Pero Gil Zuarth se fajó los pantalones y salió a acallar rumores de boicot; admitió que la deslucida toma de protesta se debió a una suma de errores logísticos y de decisiones que no se tomaron de manera oportuna, sobre las cuales, además, asumió la total responsabilidad.

Pero ahora resulta que ese equipo de campaña, y el propio PAN, cometieron otro gran error. De acuerdo con la denuncia entregada el martes en la Oficialía de Partes de la Secretaría Ejecutiva por el representante del PRI ante el Instituto Federal Electoral (IFE), Sebastián Lerdo de Tejada, y que consta de 37 páginas,


Vázquez Mota incurrió en la comisión de actos anticipados de campaña, por celebrar un evento abierto al público en general, en el que posicionó y promovió su nombre, imagen y oferta pública, además de que emitió mensajes alusivos al actual proceso electoral.

Como se recordará, el mismo domingo 11 de marzo, Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como candidato de las izquierdas en un acto cerrado en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México. Un día después, el priísta Enrique Peña Nieto hizo lo propio en el Teatro Mariano Abasolo, en Dolores Hidalgo, Guanajuato.

Lerdo de Tejada recordó que en el Estadio Azul se presentaron grupos musicales y de entretenimiento; hubo un discurso del dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y otro de la ahora candidata presidencial electa de Acción Nacional, y

al tener carácter de abierto o público, además de militantes y adherentes del PAN también ingresaron ciudadanos en general con un boleto expedido de manera gratuita por la empresa Ticketmaster, por lo que puede considerarse como un acto anticipado de campaña y por tanto puede ser sancionado conforme a la ley.

Por si fuera poco, el equipo de campaña que comanda Gil Zuarth coordinó la entrega de útiles y artículos –como los lonches y camisetas, cuyas imágenes aún circulan en las redes sociales– en forma gratuita, pero que, encima, tenían el nombre, apellidos e imagen de la candidata y el emblema del PAN.

En una entrevista con el periodista Ricardo Rocha, Gil afirmó que la demanda del PRI es improcedente, que el IFE autorizó ese acto y que no se trató de un evento abierto al público, “ya que se hizo una convocatoria a través del partido, en la que se entregaron boletos de manera personal”.

Como sea, el Estadio Azul se ha convertido en una jaqueca para Josefina que amenaza con tomar tintes de migraña. Lo dicho, ella y su equipo necesitan reforzar esa campaña, la logística y todos los detalles legales, pues el riesgo de verse “chamaqueados” nuevamente es muy alto. Y les quedan pocos días. A partir del próximo 30 de marzo esta batalla ya no será tan diplomática.



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La captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, dice Los Angeles Times, se ha convertido ya en un tema político para México. ¿Por qué? Porque la detención del narcotraficante más buscado en el mundo apuntalaría la campaña de la panista Josefina Vázquez Mota y rescataría algo de la desgastada imagen del presidente Felipe Calderón Hinojosa a nivel nacional e internacional.

Al Presidente de México, expone el diario angelino, le serviría para acallar los rumores que se han vertido durante todo su sexenio en el sentido de que su guerra contra el crimen organizado se ha enfocado en combatir organizaciones contrarias a “El Chapo”. Sería el golpe más importante contra el crimen desde que, en 2006, Calderón lanzó a las Fuerzas Armadas a la calle, en un combate que ha causado ya más de 50 mil muertos.

Esa cifra y la violencia imparable que se vive en las calles de todo México es considerada el mayor fracaso de FCH y un lastre para el PAN.

George W. Grayson, experto en temas sobre México del Colegio William Mary en Virginia, Estados Unidos, afirma que capturar a “El Chapo” Guzmán “modificaría la percepción sobre Calderón de un jefe del Ejecutivo que desató una sangrienta y desenfocada guerra, a la de un líder que eliminó a un criminal comparado con Osama Bin Laden, Butch Cassidy y Al Capone”.

Lo que no deja claro Los Angeles Times es lo qué pasará si eso no sucede antes del 1 de julio de 2012, lo que es claro para muchos mexicanos, y si la detención del narcotraficante es suficiente para acallar todas las quejas y reproches en torno a desapariciones forzadas y abusos a los derechos humanos que suman las instituciones federales en el actual sexenio.



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Gerardo Felipe Laveaga no es digno de convertirse en el comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), al menos eso es lo que diversas organizaciones como Artículo 19 y Fundar, Centro de Análisis e Investigación consideran.

Una de las razones centrales a este , nuevamente y por enésima ocasión en este sexenio, es su cercanía con el presidente Felipe Calderón, quien lo propuso ante el Senado de la República. Pero, además, por incumple con la exigencia legal del Artículo 35 de la Ley de Transparencia que demanda –como requisito central al comisionado del IFAI– “haberse desempeñado destacadamente en actividades profesionales, de servicio público o académicas, relacionadas con la materia de esta ley”.

La propuesta del Jefe del Ejecutivo federal, argumentan estas organizaciones, es un mensaje directo a la ciudadanía de que el gobierno de Calderón pretende “cerrar la pinza para mantener bajo resguardo la información relacionada con la procuración de justicia de su gestión”, advirtió Haydee Pérez Garrido, coordinadora de transparencia y rendición de cuentas de Fundar, Centro de Análisis e Investigación.

Grave pues que, de antemano, se dude tanto de Laveaga como de FCH. La suspicacia central que levanta este caso es que con su llegada al IFAI el maestro Laveaga pueda mantener bajo reserva absoluta, y por seis años más, la información generada en este sexenio en materia de justicia, en particular las investigaciones concluidas por la Procuraduría General de la República.

Su presencia en el IFAI, insisten, sería un “paraguas” para Calderón y sus funcionarios más cercanos del gabinete de seguridad. La simple duda no ayudaría tampoco a darle credibilidad al instituto. La última palabra la tiene el Senado de la República