viernes, marzo 02, 2012

Jaime Ornelas Delgado : Apoyar a los pobres no resuelve la pobreza



Apoyar a los pobres no resuelve la pobreza
Por: Jaime Ornelas Delgado


En el proceso actual del país conviene recordar el más reciente informe del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), donde se dice que en 2010 existían en México 52 millones de personas (46.2 por ciento de la población total) viviendo en situación de pobreza, de los cuales 11.7 millones se encuentran en pobreza extrema, es decir, no satisfacen siquiera sus necesidades alimentarias. Tan sólo entre 2008 y 2010, el número de pobres pasó de 48.8 millones a 52 millones de personas, es decir, 2 millones 200 mil mexicanos fueron arrojados a la pobreza en tan sólo dos años.
Con 52 millones de pobres, el combate a la pobreza debiera ser la principal prioridad nacional, pero el notable incremento en el número de pobres entre 2008 y 2010 demuestra que, o bien el gobierno belicista de Calderón prefiere mantener su conservador modelo donde la pobreza es un fenómeno estructural; o de plano, no sabe cómo hacerle para vencer a la pobreza; de cualquier manera, es evidente que ésa no es la prioridad gubernamental, más bien el gobierno federal prefiere mantener la guerra como su única razón de ser.


A lo largo del gobierno de Felipe Calderón, el poder adquisitivo del ingreso (sueldos y salarios) de la mayor parte de las familias mexicanas, se ha deteriorado por, al menos, dos actos económicos: el violento incremento en el precio de los alimentos y la incapacidad estructural del modelo neoliberal para ampliar la oferta de trabajo formal. Además, el exiguo crecimiento económico ha influido también en el comportamiento del empleo, los salarios y los ingresos. Finalmente, la reducción del poder adquisitivo del ingreso termina por arrojar a los trabajadores y sus familias a la pobreza.
En fin, para disminuir la pobreza no basta con “apoyar a los pobres” con Oportunidades, lo que los pobres necesitan es tener empleos, elevar los apoyos al campo, mejorar la distribución del ingreso de la población para fortalecer el mercado interno. Para lograrlo, conviene aumentar la inversión pública en infraestructura productiva; gravar las operaciones financieras y convertir al sector energético en el factor que sustente el crecimiento de la economía. En pocas palabras, se trata de iniciar el proceso de desarrollo con el aumento del empleo y el ingreso de la población y no promesas de un futuro que nunca llega.

Democracia de viejo cuño

Javier Lozano, el ex secretario del Trabajo, aseguraba que no sólo tendría la candidatura al Senado por mayoría sino que su partido, por supuesto el Partido Acción Nacional (PAN) ¿cuál otro?, lo propondría en la lista de candidatos por el principio de representación proporcional. Pues no, Lozano ni pinto en la amañada elaboración de la lista panista, así es que si quiere llegar al Senado tendrá que ganar con el voto ciudadano, lo que se ve muy, pero muy difícil por el desprecio que la ciudadanía tiene por este personaje que tanto lastimó al movimiento obrero, desprecio también por la política de su partido que, en tan sólo 11 años, ha llevado al país a una de las condiciones más deterioradas de su historia y ahí están para gritarlo 52 millones de pobres, los miles y miles de desocupados y un errático comportamiento de la economía. cuyo exiguo crecimiento resulta incapaz de permitir la generación de puestos de trabajo dignos y bien pagados.
La que si está propuesta en la posición 12 de la lista de candidatos plurinominales al Senado por el PAN, es Ana Teresa Aranda quien de llegar a ocupar una curul será la segunda vez que lo haga sin haber ganado jamás una elección. Por cierto, en las primeras posiciones de la lista están, en el lugar número dos Mariana Gómez del Campo, pariente cercana de la esposa de Calderón y en el cuatro Luisa María Calderón, hermana del susodicho y perdedora, a pesar de todo, en Michoacán; encabeza la lista, otro perdedor: Ernesto Cordero. Y a eso le llaman democracia.
La lista final, es la muestra de la injerencia de la mano presidencial y el disciplinado sometimiento de la militancia al jefe real, no formal, del partido. La simbiosis entre gobierno y partido es, también, una herencia del priísmo a la otra derecha. Partido de Estado antes y ahora.

Guerra sucia

La guerra sucia contra el temido Andrés Manuel López Obrador adquiere muchas formas, todas empeñadas en excluirlo de manera anticipada. Primero fue el intento de eliminarlo de la lucha electoral a golpes de amañadas encuestas. Pero como el desprestigio de las encuestas y de las empresas encuestadoras va creciendo y tienen ya poca credibilidad, ahora el asesor de la campaña panista, Antonio Sola, esparce el rumor de que López Obrador está muy enfermo. El “desafuero médico”, como lo llama con humor el propio Andrés Manuel, ha resultado otra calumnia vil, derivada del terror pánico que les produce a los dueños del poder imaginar que en julio el pueblo se decida por el cambio verdadero.

Fuman la pipa de la paz

Se reunió Pedro Joaquín Coldwell, dirigente nacional del PRI, con Felipe Calderón y el ex partidazo decidió no cuestionar la injerencia de Calderón en el proceso electoral. Usted qué cree.

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