Guillermo Fabela Quiñones : La paradoja de una alianza viciada

Apuntes
La paradoja de una alianza viciada
Por Guillermo Fabela Quiñones

El empeño de Jesús Ortega Martínez, dirigente de “Los Chuchos”, en formalizar una alianza con el PAN para contender juntos en las elecciones del 2011 en el Estado de México, es la demostración evidente de una traición muy costosa para la democracia. El partido blanquiazul está perdido si participa sólo en los comicios que determinarían el futuro del gobernador Enrique Peña Nieto, de ahí el interés de César Nava en lograr el apoyo del PRD, el cual cuenta con más simpatizantes entre los pobladores de la entidad clave para los comicios del 2012. Lo paradójico de esta coalición es que le estarían haciendo un gran servicio a la clase política que representa el mandatario mexiquense, pues la división del perredismo le allanaría el camino al PRI para ganar sin problemas. A cambio, el PAN recibiría una bocanada de oxígeno con los votos que le endosarían “Los Chuchos”.
De ahí lo razonable del rechazo de Andrés Manuel López Obrador a dicha alianza, toda vez que la izquierda verdadera sufriría un duro golpe del que no se repondría fácilmente. En los comicios del Estado de México el PRD está ante su última oportunidad para fortalecerse, lo que no ocurriría si se coaliga con el partido blanquiazul. Como puntualizó López Obrador en gira por dicha entidad, es muy claro “que los dirigentes perredistas andan tomando acuerdos allá mero arriba, allá en las cúpulas, y no quieren tomar en cuenta la opinión de las bases y de los militantes del PRD”. Su terquedad en acercarse más al PAN que a la izquierda es la prueba irrefutable de que están jugando un papel de esquiroles de la derecha en el poder.

Cabe recordar que el consejo estatal perredista celebrado el sábado 25 “determinó que no se vaya en una alianza, y esa decisión la confirmaremos”. Es preciso ir hasta las últimas consecuencias para hacer abortar la decisión de “Los Chuchos”, ya que de consumarse la pretendida alianza con el PAN se estaría cancelando la vía democrática en el país. Se abonaría al triunfo del grupo de Peña Nieto, o sea otra fracción de la extrema derecha decidida a suplantar a la representada por el PAN, ciertamente a cual más de antidemocrática y voraz.
En los comicios mexiquenses estará en juego el futuro del país, ya que un triunfo del grupo encabezado por Peña Nieto pondría a éste en la antesala de la Presidencia de la República, y así sería más difícil encauzar a la nación por una ruta democrática que abra posibilidades de verdadero desarrollo social para la inmensa mayoría de mexicanos, cada vez más empobrecidos por las políticas públicas neoliberales y el irrefrenable entreguismo de la burocracia dorada a los intereses más reaccionarios y ajenos al país. No es fortuito que la Comisión Federal de Electricidad vaya a destinar en el 2011 el doble de su gasto a la compra de electricidad a productores privados, principalmente españoles, situación que refleja claramente los verdaderos intereses del grupo en el poder: 60 mil 182 millones de pesos, contra 35 mil 119 millones que destinaría a sus propios proyectos.
Por eso no es una exageración decir que las elecciones del 2011 en el Estado de México significan la puerta de entrada al triunfo de la democracia, o en el peor de los casos a su completa derrota con la victoria del PRI de Peña Nieto, que se podría conseguir más fácilmente gracias a la interesada alianza entre el PAN y el PRD de “Los Chuchos”. El empecinamiento de éstos en lograr dicha coalición patentiza que carecen de un proyecto político propio, y que sólo utilizan al partido para fines inconfesables contrarios al interés de la izquierda verdadera. Esto explica porqué les sobran recursos para comprar conciencias entre supuestos militantes de izquierda.
Pero como bien dijo López Obrador en su gira de fin de semana: “Que lo piensen bien los dirigentes del PRD, porque en el Estado de México se van a quedar con el puro cascarón”. Esto se podrá conseguir en la medida que la izquierda verdadera cierre filas y actúe con visión de futuro y sentido común. A “Los Chuchos” les tiene sin cuidado la derrota del pueblo en el 2011, que se ampliaría en el 2012, pues su finalidad política básica no es luchar por avances democráticos y fortalecer los intereses populares, sino servir de puente a los objetivos espurios de la oligarquía, encabezada políticamente por Carlos Salinas de Gortari.
Desgraciadamente así es, lo cual es muy lamentable y costoso, pero así ha sucedido siempre y seguirá sucediendo. Es muy común dejarse llevar por el camino fácil que representa beneficios inmediatos, aun cuando se sepa que el camino largo y más complejo, podría redundar en logros más importantes y duraderos. La izquierda mexiquense está ante el principal compromiso de su historia. La alternativa es apoyar a “Los Chuchos” y perder la oportunidad de crecer con dignidad, o dejarlos solos con su comportamiento lacayuno y así crear condiciones objetivas para un progreso compartido por el conjunto de la sociedad.
(gmofavela2010@hotmail.com)