Democratizar el acceso a los medios de comunicación
Por Gilberto Balam Pereira
Historia de la TV, historia de enajenación
El problema. Desde sus inicios en 1950, la TV mexicana ha sido el instrumento del enriquecimiento descomunal de sus propietarios a través de la venta de publicidad a las empresas comerciales, con excepción del corto período de existencia de la televisión oficial, IMEVISION que estaba al servicio de los intereses gubernamentales, que luego fue también privatizada con la razón social de TV Azteca, constituyendo así el famoso duopolio.
Antes, la TV, además de depender de los mercachifles propagandistas de productos chatarras (alimentos, medicamentos, aparatos fraudulentos, telenovelas, etc.), sus intereses estaban sujetos también a las decisiones de la clase política interesada en comprar imagen.
Eran célebres las frases de Emilio Azcárraga Milmo, dueño de Televisa, en el sentido de enorgullecerse de ser alfil priísta, al servicio de su partido, el PRI. Su principal interés era vender imagen y propaganda a los políticos en vías de ascenso. “Para la gente jodida, estamos dándole también una televisión jodida”. Of course, examples, horas pico, telenovelas con una villana (o), una inocente víctima por lo general una mujer, un testamento y/o un envidiable patrimonio, adulterio, violencia intrafamiliar y escenas de sexo triple A. He ahí los ingredientes de todos esos culebrones repetitivos que tanto enajenan al teleauditorio. Me parece, no tengo fuentes, que este ridículo género va en descenso teleauditor. Ojalá.
Por Gilberto Balam Pereira
Historia de la TV, historia de enajenación
El problema. Desde sus inicios en 1950, la TV mexicana ha sido el instrumento del enriquecimiento descomunal de sus propietarios a través de la venta de publicidad a las empresas comerciales, con excepción del corto período de existencia de la televisión oficial, IMEVISION que estaba al servicio de los intereses gubernamentales, que luego fue también privatizada con la razón social de TV Azteca, constituyendo así el famoso duopolio.
Antes, la TV, además de depender de los mercachifles propagandistas de productos chatarras (alimentos, medicamentos, aparatos fraudulentos, telenovelas, etc.), sus intereses estaban sujetos también a las decisiones de la clase política interesada en comprar imagen.
Eran célebres las frases de Emilio Azcárraga Milmo, dueño de Televisa, en el sentido de enorgullecerse de ser alfil priísta, al servicio de su partido, el PRI. Su principal interés era vender imagen y propaganda a los políticos en vías de ascenso. “Para la gente jodida, estamos dándole también una televisión jodida”. Of course, examples, horas pico, telenovelas con una villana (o), una inocente víctima por lo general una mujer, un testamento y/o un envidiable patrimonio, adulterio, violencia intrafamiliar y escenas de sexo triple A. He ahí los ingredientes de todos esos culebrones repetitivos que tanto enajenan al teleauditorio. Me parece, no tengo fuentes, que este ridículo género va en descenso teleauditor. Ojalá.
Ahora, la codicia y el avorazamiento del dupolio han sufrido un cambio. Hoy, son los medios que dominan a los políticos a cambio de la venta de imagen. Peña Nieto es el más relevante paradigma de tal negociación ilícita e impune.
El régimen de Fox es el que imprime mayor fuerza política y económica al duopolio, al grado de que ahora son los medios que deciden quiénes serán los elegidos para gobernarnos.
Desde entonces por ejemplo, el empoderamiento de los medios ha alcanzado el único canal cultural antes existente, el canal 11 del IPN, que en la actualidad tiene a un director vendido al régimen; consecuentemente su carácter cultural ha venido a menos para dar paso a la propaganda oficialista.
El último chiste del fecalismo ha sido entregarle a Televisa y a Nextel la parte más jugosa del espectro radioeléctrico, el de los 30 megahertz de cobertura nacional, a un precio 28 veces inferior al valor real de esa banda. Una de las lecturas que se hacen acerca de esta concertacesión de escándalo, es que Los Pinos ya pactó con la empresa de Emilio Azcárraga Jean con miras al proceso electoral de 2012, con todo y la proyección de Peña Nieto como candidato presidencial del 2012.
Propuestas. Que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) declare desierto el proceso que favorece la concentración del espectro a favor de Televisa, porque dicha adjudicación no asegura las mejores condiciones para el auditorio popular.
Que esta Comisión deje de depender del gobierno y sea autónoma en beneficio de los mejores intereses y cultura de la población.
Se propone además, que la sociedad en conjunto tenga oportunidad de participar en la formulación de los contenidos, actualmente deleznables, de la televisión.
En pocas palabras, se trata de democratizar el acceso a los medios de comunicación. Se evitará el otorgamiento de concesiones del Estado y se debe anular las ya concertadas para evitar los monopolios de la radio y el Estado.
Estamos de acuerdo en que los medios aporten información de interés público.
Se debe impulsar y garantizar el funcionamiento de medios comunitarios, como radio, televisión locales y regionales que permitan el acceso y el manejo de estos medios a pueblos indígenas, campesinos, jóvenes, además de centros culturales.
El Estado debe hacer cumplir el mandato constitucional de garantizar el derecho a la información objetiva.
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