sábado, septiembre 19, 2009

Laura Bolaños Cadena escribió este artículo


El peligroso avance de la Derecha
2009-09-19


Laura Bolaños Cadena

Dejé hoy de lado asuntos de gran importancia para centrarme en una cuestión que considero ahora sí un grave peligro para México; un retroceso hacia lo más oscurantista de tiempos que creíamos sobrepasados. Todavía en los años veintes del siglo pasado existía una institución religiosa de corte medieval donde se “protegía” a “mujeres caídas”, ya que los parientes, con gran frecuencia, las echaban a la calle muchas veces embarazadas o ya con el niño en brazos, no dejándoles más camino para sobrevivir que la prostitución. A fin de evitar que cayeran en el abismo del pecado y se perdieran sus almas, se les internaba en una especie de convento dirigido por religiosas.

De uno que había en Puebla sé, por testimonio familiar, que se llamaba Las Magdalenas en recuerdo de la pecadora arrepentida. Y vaya si las hacían arrepentirse de todas sus culpas. En vez de un lugar de refugio tales conventos eran cárceles donde se les hacía pasar por un infierno, seguramente para hacerlas pagar en vida el horrendo crimen de haberse acostado con un señor sin recibir el sagrado permiso matrimonial. Las religiosas se encargaban de purificarlas para que Dios les perdonara sus crímenes y al morir se fueran derechito al cielo.
Dichos conventos se sostenían de limosnas y lavado de ropa, quizá de hospitales, hospicios u otras instituciones también religiosas. El caso era que había mucho trabajo -a cargo de las internas, claro- y escasos ingresos que se traducían en un régimen de hambre. El “producto del pecado” también recibía el justo castigo, pues sus madres sólo tenían permiso de amamantarlos antes de salir para los lavaderos y por la noche al regresar. A las pecadoras no se les permitía

ni asearse. Estos “campos de concentración”, sobre los que no me extiendo más porque lo urgente es dar a conocer lo actual, fueron cerrados por la Revolución, y hoy se dan pasos para nuevos controles religiosos de tipo parecido.
El DIF de Jalisco, denuncia el diario La Jornada en su edición de hoy, desintegra hogares en forma arbitraria. En Guadalajara, el Consejo Estatal de la Familia (CEF) perteneciente al DIF, se permite arrancar de su familia a los niños cuando considera que los padres -y con más frecuencia las madres- no son aptos para dar a sus hijos un buen ejemplo. A Saleta Rodríguez Bañuelos le arrebataron a sus hijos de seis, siete y ocho años cuando, hace dos años y medio, fue a un albergue perteneciente a una organización civil dirigido por la religiosa Berta López a pedir ayuda como madre soltera. La religiosa les dio albergue y a Saleta le suministró pastillas dizque para la depresión que la hicieron sentirse muy decaída. Acabó escapándose del lugar junto con sus hijos y se refugió en casa de una amiga. Días después llegó la policía y se llevó a los niños. Acudió ella al CEF y ahí le dijeron que sus hijos habían desaparecido. Saleta amenazó con demandar a la religiosa y entonces ésta avisó que las criaturas estaban en el refugio Estancia de María, propiedad de una institución religiosa. Pudo ver a sus hijos pero no se los devuelven porque “no es apta” para educarlos, entre otras cosas porque no tiene trabajo, no tiene casa propia y no está casada.
Este caso no es único. El mismo diario reporta que existen al menos 15 más, y no afectan sólo a mujeres. A Jorge Álvarez, sentenciado en el penal de Puente Grande, Jalisco, le avisaron del Hospicio Cabañas, donde tenían a su hijo mientras estaba en el penal, que había perdido la patria potestad por ser “borracho y drogadicto” y una “mala influencia” para la criatura. Si alguien no lo escuchó o no lo recuerda, una de las calumnias favoritas de la Derecha contra regímenes socialistas y aun contra gobiernos como el mexicano, que no tenía nada de socialista, pero que entró en conflicto con la Iglesia Católica, era que “el gobierno les iba a quitar los hijos a sus padres”.
La ofensiva de la Derecha va en forma muy directa contra las mujeres con banderas de defensa de la “moral” y de “la familia”. En 15 estados de la república han suprimido el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Uno de esos estados, cómo no, es Jalisco, gobernado por el PAN. No en balde aquí en el DF un sacerdote, vocero del CEM, dijo que sostener que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo “es una aberración”.
En Guanajuato la mayoría panista de la Legislatura local aprobó archivar las iniciativas de la ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia alegando que ya existe una ley para prevenir, atender y erradicar la violencia; así, en general, sin mención específica de las mujeres.
Ya nos cayó la “virtud militante” con todas sus monstruosidades. ¿Se darán cuenta de ello las señoras que se dejaron asustar porque Andrés Manuel era “un peligro para México”? Los talibanes avanzan, es preciso atajarlos.

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