martes, septiembre 22, 2009

Guillermo Fabela Quiñones escribió este artículo




Vaya liderazgo el nuestro
2009-09-22


Guillermo Fabela Quiñones


Apuntes…


Cuando un país es rehén de un grupo oligárquico es impensable que pueda haber soluciones de fondo a los problemas estructurales que se padecen. Este es el caso de México, de ahí que mientras no se corrija esta aberración poco o nada podremos avanzar para salir de la crisis generalizada que nos caracteriza en el continente americano. En esto sí somos líderes, pues ninguna nación del hemisferio, incluida Haití, padece una descomposición tan acelerada del tejido social. Por desgracia, no se vislumbran respuestas, ni de la clase política ni de organizaciones sociales, orientadas a superar esta lamentable realidad.
En el colmo de los hechos, el gobierno federal panista sigue abusando de la falta de compromiso de quienes pudieran recomponer el rumbo, imbuidos como están en cuidar sus feudos y cuotas de poder, así como sus intereses particulares. Por eso Felipe Calderón puede afirmar sin recato que “no hay dinero” para adquirir las vacunas contra la influenza H1N1, cuando vemos cómo derrocha millones en campañas por los medios electrónicos para propagar sus “logros” en el tercer año de su “gobierno”. Observamos nuevamente cómo, con el mayor cinismo, quiere chantajear a los legisladores para que le aprueben su pernicioso paquete fiscal, “única opción para obtener los recursos que se necesitan”.


Esto desde luego no es verdad, pues el gobierno de Calderón ha endeudado a México como ningún otro, incluido el de Ernesto Zedillo, lo que ya es mucho decir. Recordemos que el Fondo Monetario Internacional aprobó, el pasado mes de abril, una línea de crédito contingente por 47 mil millones de dólares. Además, el Banco Mundial, entre otros préstamos autorizados este año, otorgó uno por 200 millones de dólares para “combatir el reciente brote de influenza porcina”. Entonces, ¿por qué ese enfermizo afán de Calderón de mentir, y de actuar como si la sociedad mexicana estuviera integrada por retrasados mentales?
No es fácil responder a tal interrogante, pues se tendría que recurrir a métodos de especialistas que no se tienen a la mano. Sin embargo, recurriendo a simples analogías, pudiera decirse que esa forma de actuar es propia de políticos de extrema derecha, cuya doble moral les facilita caer en tales comportamientos faltos de ética. Recuérdese que Vicente Fox era igual, mentía con una desfachatez inaudita sin parar mientes en las consecuencias de sus falacias, incluso para su propio gobierno. Por eso acabó descalificado moralmente al final de su sexenio, además del total descrédito que se ganó por la enorme corrupción que fue la tónica de su mandato.
El problema de fondo es que ahora, igual que lo fue Fox, Calderón es rehén de poderes fácticos que quieren imponer un Estado a su gusto y para su plena satisfacción. Se están jugando su última carta que es Calderón, y éste no tiene para dónde hacerse: o actúa como lo quieren sus patrones o se tendrá que atener a las consecuencias. Esto explica la extraordinaria influencia de Diego Fernández de Cevallos en el actual gobierno federal, pues bien sabido es que dicho abogado empresarial es una de las cartas fuertes de la oligarquía para defender sus intereses. Por eso también no fue presidente cuando pudo serlo, pues le es más útil a los poderes fácticos fuera de la administración pública.
No es, pues, mera casualidad que Fernando Gómez Mont sea titular de la Secretaría de Gobernación, ni tampoco un capricho de Calderón que Arturo Chávez Chávez sea procurador general de la República, no obstante sus pésimas calificaciones para tan importante responsabilidad. Son piezas manejables del equipo del “Jefe” Diego, como al parecer también lo es el propio Calderón. Cabe preguntarnos, ¿a dónde va el país con semejante forma de gobernar? Aquí sí no hay espacio para las dudas: vamos directo al infierno del estallido social, con todas las gravísimas consecuencias que pudieran derivarse de tan nefasta situación.
Sin embargo, eso no importa a los miembros de la oligarquía. Su lógica es ir por todo ahora que hay modo, como se advierte en diversos hechos concretos, el más notorio en este momento el paquete fiscal absurdo que incluso rechazan organismos empresariales que le apuestan a seguir invirtiendo en México. Otro ejemplo, menos notorio pero igualmente dramático, es la represión al gremio minero, el cual se ha defendido de un oligarca feroz como Germán Larrea, quien no admite tal “rebeldía” y para pararla tiene a Calderón, a Gómez Mont y a Javier Lozano, titular de la Secretaría del Trabajo, quienes en todo el conflicto con el sindicato minero han actuado como fieles empleados del oligarca. No debemos olvidar que muy semejante era la realidad del Porfiriato, que desencadenó una violencia que duró más de diez años cobrando vidas de miles de mexicanos.

gmofavela@hotmail.com

No hay comentarios.: