lunes, septiembre 28, 2009

¡Abróchense los cinturones... vamos en picada!, Älvaro Cepeda Neri escribió este artículo



¡Abróchense los cinturones... vamos en picada!
2009-09-28




Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas

Llevamos nueve años sin piloto y el automático, que es la inercia burocrático-administrativa y la a medias funcionalidad de las instituciones municipales, estatales y federal (sobre todo la activa participación del Senado de una República, a duras penas desdibujado de lo que fue el Senado en la República Romana) ha dejado de cumplir con la suplencia. La nave ha perdido altura, y va en picada con cerca de 108 millones de pasajeros a bordo.


No hay suficientes paracaídas. Apenas tiempo para un aterrizaje con todos los riesgos y, como no hay milagros, no queda más que abrocharse los cinturones, agarrarse a veinte uñas, y esperar lo peor, ya que sobrecargos y tripulación, que son los calderonistas y panistas, son los primeros en querer ponerse a salvo ante la inminente catástrofe.
Ésta, provocada por el alza en servicios, diesel y gasolina; mientras despiden empleados de las tres secretarías comprimidas, empresas privadas despiden a millones de trabajadores, cierran medianos y pequeños negocios, incluyendo changarros en el comercio informal, en el que más de doce millones comercian con piratería, toda clase de bienes de mala calidad y medicinas falsificadas de dudosa eficacia, pero baratos.
La pobreza martiriza a más de 40 millones de mexicanos, mientras están fuera del mercado laboral unos 30 o más que se dedican a la delincuencia. Hay campesinos en la miseria, y miles de familias a las que ya no les llegan los envíos de sus parientes que trabajan como esclavos, con o sin documentos, en la economía estadounidense más degradante.
Y el gobierno calderonista, para salvarse, decidió presentar la aprobación, a tontas y a locas, de nuevos y más impuestos sobre salarios, medicinas y el resto del consumo, supuestamente para tener recursos y destinarlos al combate de la pobreza... ¡robándole a los pobres y clases medias degradadas!, quienes consumen masivamente y que Calderón quiere que paguen más por menos comida y mucho menos servicios.
Llevan los panistas la nave en picada porque no hay piloto, el inquilino de Los Pinos se ha puesto el paracaídas, al grito de “¡Sálvese el que pueda!”. A la mejor, entre los pasajeros algunos saben de maniobras de emergencia y logran un aterrizaje que evite el choque y el incendio.
Empero, vamos en picada con el programa de ingresos calderonistas a través de más impuestos sobre los existentes, que se obtendrán de los contribuyentes ya cautivos (los que hacemos nuestras declaraciones fiscales —trámite sumamente engorroso—) y pagamos sobre los ingresos que ahora estarán todos gravados para salvar el mal manejo de las finanzas por parte de los panistas.
Esto hace que la nave vaya en caída libre, y sin piloto. Los pasajeros reciben el aviso de abróchense los cinturones, para resistir el choque económico de sacarle al pueblo impuestos hasta por respirar. La época de Santa Anna, de cobrar por puertas, ventanas, gatos y perros... está de regreso, a menos que los mexicanos, como en todo republicanismo, se dispongan a resistir y eviten que sigamos cayendo en picada.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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