miércoles, septiembre 23, 2009

Guillermo Fabela Quiñones escribió este artículo



Es cierto, el tiempo se agota




Guillermo Fabela Quiñones


Apuntes…


Sólo en México suceden cosas tan aberrantes como la propuesta de paquete fiscal para el año 2010 de Felipe Calderón. En nombre del combate a la pobreza pretende acelerar y agravar el flagelo, lo que de seguro habría de suceder en caso de una posible “concertacesión” con ese fin, entre diputados del PAN y del PRI. No se descarta tan descabellada salida, pues sabido es que ambas cúpulas partidistas tienen firmes compromisos con grupos oligárquicos. Así se vio una vez más durante la sesión en la Cámara de Senadores para analizar la propuesta de Calderón sobre la designación de Arturo Chávez Chávez como procurador general de la República, en la que los representantes de ambos partidos, más los infaltables votos del Verde “Ecologista”, mercenarios siempre a modo, habrán de aprobar como máximo abogado del país a un empleado de Diego Fernández de Cevallos.
Llama la atención la valiente postura de la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, al demandar al gobierno federal no seguir castigando más a los pobres, “buscar una alternativa que no lastime a los que más necesitan. Yo creo que sí hay salidas en las que no se lastime a la población y se fortalezcan las finanzas públicas, lo que es tan necesario y urgente para el país”. Contrasta su integridad con la desvergüenza y cinismo del dizque líder de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe, quien afirmó que los trabajadores “van a tener que aguantar y respetar” lo que los legisladores resuelvan sobre el paquete económico, declaración que permite avizorar esa nefasta práctica de la “concertacesión” en este asunto que será decisivo para el futuro del país.


El lunes, Calderón afirmó: “El tiempo se agota. No nos vamos a permitir condenar a una generación de mexicanos al hambre, la desnutrición o al abandono”. Al convocar a los diputados a que aprueben su propuesta fiscal, dijo que si el Congreso apoyara el paquete, por cada niño hasta de 9 años, “las familias que ya están en (el programa) Oportunidades, recibirían 130 pesos más”. Así se ejemplifica el menosprecio a los más pobres del país: cree Calderón que con una cantidad tan irrisoria se satisfarían las necesidades básicas de una familia. Lo que se habría de ocasionar, en caso de aprobarse tan criminal paquete fiscal, sería un proceso inflacionario desmedido, con las secuelas sociales que cabría esperar de mayor desempleo y más pobreza.
Ciertamente, el tiempo se agota, como lo demuestra la dramática descomposición social que caracteriza al México de hoy. Y lo que Calderón pretende, con su criminal propuesta fiscal, es que se agote definitivamente, pero para sacar al país de la crisis perenne en la que ha vivido a partir de que Miguel de la Madrid asumió la Presidencia de la República. Entonces, la crisis estructural desembocaría en trágicos estallidos sociales cuyas consecuencias sería fácil predecir.
Claro que sí hay salidas que no lastimen a la población, como lo pide la gobernadora yucateca. Se están poniendo en práctica en diversas partes del mundo, incluido Estados Unidos, y ninguna de ellas contempla el aumento de cargas impositivas. Al contrario, lo que se está instrumentando, incluida la Casa Blanca, es la reducción de impuestos junto a medidas que fortalezcan al mercado interno. Claro que se puede salir de la actual situación de emergencia nacional, sin afectar a los más pobres, de acuerdo con el plan propuesto por Andrés Manuel López Obrador, el cual no requiere de ninguna compleja ingeniería financiera ni cosas por el estilo, sino simplemente voluntad política para hacer las cosas como se deben realizar.
Está demostrado por especialistas que se pueden ahorrar más de 200 mil millones de pesos racionalizando el gasto corriente del gobierno federal, asimismo se pueden obtener más de 300 mil millones mediante el cobro de impuestos a grandes empresarios y banqueros, los cuales eluden las cargas fiscales que les corresponden gracias a las facilidades que siempre han tenido de parte del gobierno federal para ese fin. Así queda plenamente demostrado que lo que Calderón quiere es seguir manteniendo ese privilegio para la oligarquía, y no ha encontrado mejor pretexto que el chantaje vil, como lo ha estado haciendo los últimos días. De ahí que pueda concluirse que la nación está viviendo días cruciales, ya que por un lado se llegó a extremos inauditos en las causas reales del empobrecimiento del país; y por el otro, al imperativo de atacar esas causas, lo que implica ejercer la autoridad a favor realmente de los que menos tienen, quienes han pagado toda la vida las consecuencias de las crisis económicas recurrentes, agravadas por la voracidad insaciable de la oligarquía y la complicidad de gobiernos corruptos, sin compromiso con el país.
gmofavela@hotmail.com

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