Ricardo Andrade Jardí
No hay mejor síntesis de lo que le espera a este país en los próximos meses que lo sucedido el lunes. Mientras Televisa presentaba su sexto informe de gobierno en el Estado de México, en voz de su vocero oficial, Enrique Peña Nieto, las aguas negras del río Cuautitlán se desbordaban sobre tierras de cultivo inundando decenas de colonias y dejando un número incierto de cientos de miles de damnificados.
Lo anterior, por supuesto, estuvo ausente en el informe de gobierno de la telebasura que desgobierna el Estado de México. Y si esto fuera poco, el espurio que ocupa el Ejecutivo federal hizo caso omiso a la propuesta en materia de seguridad que presentó la UNAM y otros organismos civiles; aprovechando el evento para poner en claro, una vez más, que en el México de la usurpación el único camino es la dictadura. La que ya impulsa, con singular alegría, la telecracia, dejando claro que todo aquel legislador que responda a las demandas de la sociedad será linchado por los medio masivos de desinformación por atreverse a actuar con algo de dignidad en un sistema donde la indignidad, la corrupción y la IMPUNIDAD son las únicas normas respetadas.
Y mientras todo esto sucedía, PEMEX perdía algo así como 75 mil millones de euros, dinero de los mexicanos, en su empeño por comprar, al margen de la ley, acciones de una empresa petrolera de un país que no tiene petróleo.
Y, no termina ahí, al tiempo que las aguas negras arrasaban con el patrimonio de cientos de familias en el Estado de México, el ex gerente de la Coca Cola, que fuera, sin enterarse, gerente también de Ejecutivo federal en nuestro país, mejor conocido como segundo marido de Martita Sahagún, declara en un video, que circula ya por Youtube, que al narcotráfico hay que tratarlo como al zapatismo, pues para el sujeto, egresado en una filial de la Universidad Iberoamericana (pagar mucho por una licenciatura no es garantía de nada), no existe diferencia entre los empresarios del narco y la rebeldía de los que dicen basta de explotación. Claro que no se puede esperar más de Vicente Fox, quien, en claro ha dejado, que su IQ no le alcanza para hacer una diferencia sustancial entre el hambre y el lavado de dinero. Y no puede hacer esa diferencia porque justamente sujetos como Fox, educados en escuelas particulares, han hecho del hambre ajena un negocio. Es probable que el de Fox haya sido uno de los sexenios en que más se favoreció la IMPUNIDAD para que banqueros y empresarios lavarán el dinero del crimen organizado, mientras su segunda esposa e hijos de ella hacían de la pobreza su “modo de vida”; sin olvidar que fue con Fox en la presidencia que “El Chapo” Guzmán se escapó por la puerta Grande y de enfrente de la cárcel de “alta seguridad” a la que antes fue cambiado para mejor realizar la maniobra liberadora.
Cabría pensar que, en una importante acción ciudadana, tendríamos que iniciar una campaña de ni un voto a los partidos que aprueben la “ley de seguridad nacional”. Pero es evidente que dicha ley tiene como objetivos primarios reventar todo “proceso electoral” que no favorezca al “monito” que la telebasura elija para administrar la perversidad inmoral de sus negocios y que la dictadura que se cierne sobre nosotros es otro de los negocios que la telecracia y el organizado crimen promueven con profundo entusiasmo. Ni menos aún hay que esperar nada de la pandilla de legisladores que hasta hoy no han hecho otra cosa que ensanchar sus bolsillos con el dinero público a la par que venden su “dignidad” (si es que la tuvieron alguna vez) a cambio de las limosnas que la oligarquía les arroja...
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