viernes, septiembre 14, 2012

La capacidad perdida de anticipar el futuro

La capacidad perdida de anticipar el futuro
Por María Teresa Jardí
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=191756


I

La educación es el motor de los pueblos y de ahí que la decisión de convertir a México en laboratorio, por ser nuestro país la puerta de entrada para los yanquis al resto de países de América Latina, se haya iniciado con la orden de bajar la educación escolarizada. Apoyado lo anterior por la deseducadora telebasura. Invaluable, la que hoy se lanza como narcoteletiranía, como comunicadora responsable de la ejecución de los valores y del llenado del vacío dejado con los desvalores. Convertidos luego de ser taladrados en la mente de los televidentes en forma de vida aceptada por la sociedad mexicana.

Acatada la orden de manera diáfana desde Echeverría, por políticos traidores, de bajar el nivel de la educación al pueblo, al punto de que los integrantes de la clase política hoy se encuentran convertidos, casi por completo, en individuos que han perdido la capacidad de anticipar el futuro.


El precio de masacrar la cultura ya se sabe que cobra altos dividendos. Primero afecta a unos, luego a los otros y al final a todos. Es como la represión primero por unos, luego por los otros y al final por los que se consideran intocables porque se saben impunes.

Calderón sale como el ex más odiado por un pueblo que no lo eligió mayoritariamente como el que quería como su presidente; pueblo que no ha olvidado que fue impuesto con un fraude; pueblo que además lo detesta por su falsa guerra organizada para legitimarse. Guerra con la que ha teñido al país de sangre. Calderón se va siendo considerado genocida por el mundo. Odiado por la sociedad mexicana, acaba con la posibilidad de sentirse respetado cancelada. Y acaba llevando como compañero de vida al miedo. En nada a algún país, a algún jurista, a un Baltazar Garzón cualquiera, se le ocurre juzgarlo en tribunales internacionales, incluso como salida a lo mal que anda el mundo. Lo que implica que también los integrantes de los organismos internacionales, en el corto, más que en largo plazo, van a tener que aplicarse a anticipar su propio futuro. Calderón acaba odiado también por su propio partido al que deja hecho añicos.

Pero para salvarse de los seis años de su macabra historia, si Calderón hubiera conservado esa capacidad de anticipar el futuro, habría podido obrar de otra manera.

Pudo Calderón, anticipando su futuro, no haber pedido al imperio yanqui que encubriera los crímenes de Zedillo, incluso por razones de futuro también para su propio partido. Se equivoca Calderón al pensar que encubriendo a ese impresentable, se salva él del juicio de los tribunales, que quién sabe cuándo se dé, pero que se va a dar sin la menor de las duda. Más allá de que ya esté condenado por la historia. Podría haberse anticipado con algunas acciones pensadas, usando esa capacidad que es obvio que no tiene, al menos de cara a poder ver a sus hijos a la cara; con algunos pocos hechos anticipables podría haber matizado en parte aunque fuera el juicio, implacable siempre, de la historia.

Le habría bastado a Calderón con no meter las manos en la elección pasada y con sugerir al TRIFE que la triangulación de dinero a través de Monex se investigara. Habría podido, limpiando la elección, borrar gran parte de su criminal historia al frente del Ejecutivo federal ante la sociedad mexicana.

Una capacidad otorgada a los seres humanos a la que han renunciado en México los integrantes de las mafias políticas que están seguras de que con sus mentiras convencen. El domingo sigo con la misma capacidad cancelada también en Peña.









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