Julio Hernández López
Astillero
Anhelos de reconocimiento
EPN: protocolo insuficiente
Amigos en Edomex
AMLO y PRD, definiciones
En su primera entrevista exclusiva ya con la etiqueta de
electo, Enrique Peña Nieto se tropezó (a pesar de las redes de protección
tendidas por Televisa, su casa mediáticamente matriz) a la hora de hablar sobre
un eventual diálogo con su persistente adversario político, Andrés Manuel López
Obrador. No reaccionó con altura y elegancia, asumiéndose por encima de las
particularidades y declarándose dispuesto a atender sin condiciones los
reclamos y propuestas de cualquier mexicano, sino que blandió como
requerimiento faccioso, mostrándose dolido por las acusaciones de ilegitimidad
en su contra, el que su muy hipotético interlocutor tabasqueño primero le
reconozca como presidente de la República (sin reparar en que políticamente
sería un reconocimiento supremo, sin necesidad de palabras expresas, el que se
diera el caso, que hoy parece muy remoto, de que AMLO se sentara con él a
dialogar; exhibiendo involuntariamente una valoración precaria de su título
formal de presidente electo dado que sigue exigiendo que se le den
reconocimientos políticos que ya no deberían importarle como tales si se
sintiera satisfecho con los protocolos legales).
No es intrascendente ni anecdótico ese posicionamiento
arisco y arrogante. A pesar de que hay muy pocas probabilidades, virtualmente
nulas, de que el gran opositor a EPN llegue a sentarse a dialogar con el
mexiquense, la respuesta dada al entrevistador Joaquín López Dóriga muestra la
manera en que la cúpula del priísmo visualiza la relación dialéctica entre
poder y oposición, en especial lo que tanto escuece al peñanietismo y sus
voceros clamorosos, es decir, la resistencia civil anunciada por el ex
candidato tripartidista y las osadas manifestaciones de rechazo que en
distintas partes del país y en condiciones cada vez más peligrosas realizan
jóvenes agrupados bajo la bandera del movimiento 132.
Peña Nieto pareciera (y no sólo respecto a AMLO) buscar
rendiciones, más que entendimientos; reconocimientos protocolarios, más que
diálogos productivos; sumisión formalista, no equilibrio ni dignidad desde la
disidencia: primero que se arrodillen, luego ya se verá. Pero tales desplantes,
cargados de un sentimiento de inferioridad disfrazado de lo contrario, no
reflejan un ánimo político positivo y propositivo en quien, haiga sido como
haiga sido, está en la antesala institucional del poder público federal. El
propio Carlos Salinas, en su momento, dialogó en el más profundo de los
secretos con Cuauhtémoc Cárdenas, mientras en las plazas los seguidores del
michoacano acusaban al primero de espurio e ilegítimo. El propio AMLO llegó a
conceder en público el trato de presidente a Felipe Calderón durante
su efímera transformación amorosa en segundas vísperas electorales.
Avenimiento pleno, políticamente nupcial, en espera de
retoños reformistas e impunidades concertadas, es el mostrado al mismo tiempo
por el nuevo concesionario de Los Pinos, el antedicho licenciado Peña y el
precarista que por un sexenio se mantuvo ocupando tal predio de uso comercial.
Ayer se reunieron allí el entrante y el saliente, deseosos de dar muestra
pública de tersura en el traspaso contratado, de respeto riguroso al clausulado
en el que ambas partes convinieron, de respeto a la palabra en los tratos
habidos, de ser buenos ganadores frente a la baraja de cartas por ellos
marcadas. A la reunión de terciopelo concurrieron el panista y el priísta con
sus respectivos equipos de transición y al final habrían de emitir sendos
mensajes sobre lo platicado y resuelto en esa sesión.
Otra demostración pública de afectos condicionados por la
similitud partidista pero, aún peor, por la disposición del gobernador en turno
para apoyar actos de campaña presidencial, se vivió en Toluca ayer mismo,
cuando un muy contento Enrique asistió al primer informe de labores del
subsidiario Eruviel Ávila. Allí, con aires de maximato regional, la figura
central fue quien luego declaró a una televisora local que él será un presidente
amigo del estado de México. Otros amigos presentes en el acto mexiquense
fueron Elba Esther Gordillo y Carlos Romero Deschamps. También saludaron
amistosamente a Peña Nieto los mandatarios postulados por el PRD que aún no
define oficialmente la postura de colaboración con el priísta: Miguel Ángel
Mancera, del Distrito Federal, y Graco Ramírez, de Morelos, según puntual
comentario y fotografía que en Twitter colocó el vicepresidente Luis Videgaray.
Mientras Peña Nieto avanza en la toma del papel
protagónico central y Calderón le va cediendo el paso (aunque ayer mismo comió
con diputados federales panistas para tratar de impulsar las dos iniciativas de
ley que al amparo de la modalidad de dictaminación preferencial presentó, sobre
todo la relacionada con lo laboral), la izquierda electoral avanza en la
definición de posiciones que ya están suficientemente esbozadas. El segmento
apegado plenamente a lo institucional reconoce desde ahora la legalidad de la
elección de Peña Nieto, aunque mantiene un discurso de escaparate con reproches
por la falta de exhaustividad del tribunal electoral federal al
estudiar las denuncias lopezobradoristas. Este viernes, la comisión nacional
política del sol azteca habrá de precisar los términos de su colaboración con
el nuevo esquema de poder dominado por el priísmo mexiquense y salinista.
López Obrador, por su parte, trazará su camino el próximo
domingo en el Zócalo de la ciudad de México. Aun cuando subsiste una irritación
fundada respecto al proceso electoral y su desenlace programado a favor del
PRI, parecería demasiado costoso en términos políticos el plantear como
consigna central una lucha directa contra la imposición del priísta que entre
otros beneficios ha recibido incluso el de la tardanza del lopezobradorismo en
confrontarlo, al dejarle el escenario virtualmente libre durante los valiosos
días de consolidación posteriores al fallo electoral. Ya se conocerán los
nuevos planteamientos del tabasqueño, que bien podrían tener acentos especiales
en la reorganización electoral y la lucha social. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio
Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Y se dicen
cristianos.
Andrés Manuel @lopezobrador_
Me da asco pactar con el PRI. Eso decía
#FelipeCalderon hace 10 años. Ahora llama a apoyar a @EPN e ignora a @JVMota
Jenaro Villamil @jenarovillamil
En vista de que mis futuros hijos van a deber antes de
nacer, o me cambio de país o mejor ni los tengo. Gracias FCH.
Víctor Ramírez @IrjVictor
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa
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