Por: Redacción de www.sinembargo.mx
Al dejar fuera de la producción del debate a la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (Cirt), el Instituto Federal Electoral (IFE) asumió la completa responsabilidad de su transmisión, incluyendo conductora, escenografía, camarógrafos, editores y productores. Pero el resultado fue un fiasco. Los millones de mexicanos que vieron ayer el primer encuentro entre los candidatos a la Presidencia de México se perdieron, por culpa de la ineficiencia y la falta de experiencia de quienes produjeron el programa, momentos fundamentales de la discusión. Por ejemplo, no había acercamientos o close ups a las imágenes, que como prueba de sus dichos, los candidatos mostraban, o las cortaban justo en el momento en que los aspirantes presentaban esos testigos; interrumpían abruptamente a los participantes bajando el volumen de sus micrófonos impidiéndoles terminar la idea y, entre otros errores garrafales, mantenían la imagen a cuadro de un aspirante cuando ya otro exponía sus propuestas. ¿Quién ganó y quién perdió el debate? A nivel de los candidatos ya hay muchas opiniones, y usted tiene la suya propia. Pero, en este caso, fueron los ciudadanos quienes perdieron con la burda transmisión del IFE que no pudo realizar un programa digno, ni con todo el enorme presupuesto que cada año se le asigna –principalmente en este 2012, por tratarse de una elección federal– ni con la experiencia que, se supone, ha acumulado a lo largo de sus 22 años de existencia. Por si fuera poco, el único close up que los mexicanos vieron de ese debate fue el de una edecán con un escote digno de table dance. Tan impactante fue la escena que, minutos después de terminar la transmisión, las menciones sobre esa señorita en Twitter se convirtieron en trending topic o etiqueta principal, por encima incluso de los que se dedicaron a Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Gabriel Quadri de la Torre. ¿Quién carajos produjo semejante programa? ¿Acaso el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, no supervisó la operación? ¿Por qué no se asesoró con empresas profesionales?
El IFE hizo un ridículo mayúsculo al producir un programa de tres pesos, pero más allá entregó muy malas cuentas a los mexicanos que, por cierto, sostienen la operación de ese instituto. El IFE no estuvo a la altura de los ciudadanos a los que, en teoría, sirve; tampoco respondió a la expectación que levantó este encuentro. Más allá del formato –de inicio fallido– y llena de tropezones, la transmisión impidió observar y comprender algunos de los planteamientos más importantes que los candidatos trataron de destacar. Terminó siendo un programa como muchos de los que los mexicanos nos quejamos a diario y que distraen la atención en lo esencial. La señorita del escote pronunciado –una edecán vestida al estilo de Platanito Show– resume el desdén del IFE para entregar una transmisión a la altura de un encuentro como éste, el primero en el que los ciudadanos verían a los cuatro aspirantes frente a frente. Fue una gran falta de respeto para todos.
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